Capituló veintinueve.

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Capítulo veintinueve.

Y esa fue la última vez que lo vi, sabía desde un principio que me estaba equivocando al relacionarme con James, pero sin embargo hice oídos sordos a mis propias advertencias y ahora estoy enamorada de aquel chico que me robo cada parte de mi alma, fragmentos de mi corazón, sonrisas y lágrimas. Cada noche que trabajó en el bar tengo la esperanza de encontrarlo ahí bebiendo hasta perder la razón, que me sonría y me llame de diferentes maneras tan absurdas que me hacen reir. Lo pienso cada segundo, cada rincón de la casa me hace recordarlo, mi habitación, la suya, la sala, la cocina. Todo. Mi relación con Logan es normal, ya no estamos tan juntos como antes, no pasamos tiempo bromeando o diciendo cosas divertidas, él siempre sale con su novia Penny, pero no lo culpo porque yo debería hacer lo mismo. Alex se queda a pasar el rato conmigo de vez en cuando, me pasa a buscar y vamos juntos al bar, se queda las horas en las que trabajo y luego cuando termino mi horario él me deja en casa. Se ha convertido en un muy buen amigo, como lo era Logan. Recordarlo me da nostalgia, ya no somos los mismos de antes, ya no compartimos las mismas cosas y eso me duele, siempre pensé en que llegaría este momento, pero no creí que fuera tan doloroso.

Logan me abraza tan fuerte que hasta me quita el aliento, me rió de su intento tan absurdo de hacerme creer que aun sigue dormido. Me remuevo entre sus fuertes brazos e intento salirme de entre ellos, se ríe de mi intento no válido.

– Soy mil veces más fuerte, pequeña. - me aferra más a su cuerpo y me rió por ello, pellizco su costilla y logró zafarme de él cuando acaricia el lugar lastimado.

– Lo sé, bestia.

Me dejo caer en la cama contando los minutos que faltan para para que Alex viniera a buscarme para ir a trabajar, mi celular vibra con fuerza en mi mano. Revisó y verificó que tengo un mensaje de James. Mi respiración se corta cuando abro el mensaje;

«No se como empezar, pero creo que lo correcto será disculparme antes de continuar. Fui un imbécil todo el tiempo, al principio sinceramente lo hice por dinero, sabía los planes de tu padre y obedecía sus ordenes. Él llamo a tu madre para que te visitara, no me negué a que lo hiciera ni tampoco te lo explique para que no te enfades conmigo porque quería que te alejaras un poco de mi para que al final no termines afectada, sabía que era riesgoso pero sin embargo accedi. No es tu culpa nada de lo que paso entre tus padres, tu madre se marchó por una buena razón y no tienes que culparla, por otro lado Mike es un idiota y siempre lo supe, pero como soy tan idiota me deje llevar por el dinero y ahora acepto las consecuencias. Todo se fue de mis manos, no creí que terminariamos envolviendonos, tampoco hacer el amor era parte del plan. Me gustaste desde el primer momento en el que te vi, con esa mirada tan insegura y tus palabras tan bruscas. Me arrepiento de todo lo malo que te hice, cada mierda que pasaste por mi culpa y lo porquería de tu padre que no pude detener. No te mereces nada de eso porque eres una gran persona y te aseguro que lo malo ya pasó y ahora vendrán mejores cosas. Hasta siempre, princesita.»

Mis lágrimas se pierden en mi rostro, “hacer el amor”, hicimos el amor, ¡dios mio! Eso suena genial. Me debato en llorar o reir, pero como soy tan especial hago las dos cosas, lloro y río como una tonta recordando cada momento que pasamos juntos, las peleas y todas esas cosas. Lo extraño como los mil demonios pero estoy confundida, nunca fuimos nada y tal vez no lo seamos. Este es el típico caso del primer amor, estoy en ese momento en la vida en el que te dejan y no te dan ganas de vivir.

Alex llega, intento sonreír, pero se que mi esfuerzo es en vano porque nota mi tristeza pero por suerte decide no preguntar. En el trayecto de casa al bar releo el mensaje y sonrió con nostalgia. Si tan solo pudiera verlo, besarlo, abrazarlo. Rayos, si lo vuelvo a ver juro que jamas lo suelto por nada en él mundo.

Dulce Pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora