Capítulo once.
POV Ambar Nicole Cooper.
Acomode mi suéter mientras me adentraba a la cocina, me sentía nerviosa, la madre de James nos había visitado inesperadamente, lo cual nos descolocó a ambos. La observe hablando muy alegremente con su hijo, ellos sonreían sin preocupación alguna, por un segundo sentí envidia, nunca había tenido vínculo con mi padre y mi madre se había marchado a penas era una niña. Me sentí apenada, sería un estorbo para ellos, se veían realmente bien juntos, tal vez ella lo había extrañado demasiado.
James noto mi presencia, me tense al notar su mirada sobre mí, no podía moverme de mi lugar. Le dijo algo a su madre, no pude oír qué fue lo que le murmuro, ella se dio vuelta y me miró regalandome una brillante sonrisa, era igual de hermosa como la recordaba cuando era niña.
- Hola Ambar, un gusto volver a verte. - se acercó para darme un cariñoso abrazo, fue realmente confortable, me había hecho sentir segura y era lo más cercano a una figura materna. - eres realmente hermosa como tu madre.
Un nudo se formo en mi garganta, el sabor amargo invadió mi boca, ese comentario había arruinado el momento, sentí rabia. Me aleje un poco de sus brazos y mire en dirección a James que me miraba apenado, encontré tranquilidad en sus ojos y pude tranquilizar mi angustia.
- Gracias. - musite tratando de mostrarle mi mejor sonrisa, aunque no tenía ánimos de sonreír, me sentía fatal.
- Betty, ¿Puedo saber que te trae por acá? - su voz llenó el ambiente, su madre se alejó de mí para acercarte a James.
- James, que falta de respeto que me llames por mi nombre y no como tu madre.
Me quede estática con los nervios de punta, queria salir corriendo pero eso sería algo infantil, si quería mostrarle a esa mujer y al resto del mundo que soy bastante madura cuando me lo propongo tenía que mantenerme de pie en aquel lugar. Aunque era difícil me quede en ese mismo lugar fundida en mis pensamientos, el comentario de esa mujer me había descolocado por completo. Recuerdos invadieron mi mente, el rostro borroso de mi madre volvió a mi cabeza recordandome lo hermosa que era, su sonrisa, la que me hacía sentir segura y su voz cuando me susurraba cosas bonitas para que durmiera. Aunque había sido una niña por alguna razón podía recordar esos momentos de felicidad a su lado.
- ¿Nicole, te encuentras bien? - volví a la realidad al escuchar la voz preocupada de James, él estaba mirándome con curiosidad mientras que su madre preparaba algo de té. Asentí sin poder articular alguna palabra y me senté para recomponerme un poco.
- Hijo, que tal si hoy salimos a pasear a algun lado, te he extrañado mucho estos días. - dejó una taza delante mío y otra se la tendió a James, este la tomó y luego me observó de reojo. Le di una media sonrisa, no exactamente siendo consciente de porqué.
- Mike me pidió que cuidara muy bien a Ambar. - me atragante con el líquido caliente, negué inmediatamente con la cabeza.
- No eres mi niñera, puedo cuidarme sola - me puse de pié y me acerque a Betty, ella me miró con sorpresa cuando le di un beso en la mejilla.- también fue un gusto conocerla, lastima que no pueda decirle que James se parezca a usted, debe ser idéntico a su padre.
Su rostro fue un poema, muy dentro de mi pude sentir como mi alma se iluminó, esto traería problemas luego, pero esa mujer había jugado con fuego cuando mencionó a mi madre, de seguro ella también sabía que había pasado. Me sentía un poco apenada por James, mi intención no era para nada hacerlo sentir mal, sabía que ese tema le afectaba y me sentí totalmente estúpida cuando vi su rostro estupefacto.
Sin poder mirarlo un segundo más camine fuera de la cocina, no sabía exactamente qué hacer, no podía quedarme ahí haciendo de cuenta que nada paso, no podía verlo a James después de eso, me sentía avergonzada. Salí de la casa buscando un poco de aire fresco, pero necesitaba un abrazo, necesitaba a mi amigo en ese momento. Todo había pasado tan rápido, su comentario y luego el mío, sabía que a ambas nos afectó, y como idiota también había lastimado a James.
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Dulce Pecado.
أدب المراهقينElla, solitaria y de muy mal carácter, no le importa lo que los demás o su padre piensen de su personalidad, no iba a dejar que le pasaran por encima. Su relación con su padre no es la mejor y con su madre, ni hablar. Odia las promesas y estar sola;...