-Bueno Anne, ¿Nos contaras porque rayos faltaste casi dos meses?- pregunto Teresa sin soltarme del brazo mientras almorzábamos en la cafetería.
-¡Si Anne!-intervino Kim.-¡Nos abandonaste dos meses y estas como si nada!¿Nos extrañaste mucho?- Dijo alzando las cejas coquetamente.
-¡¡Si Kim!! Las extrañe mucho.- Le grite riendo y abrazándolas, ya que yo estaba en el medio. Después de reírnos estúpidamente un rato volví a hablar.- Lo siento chicas, fue muy repentino, llegue a casa, mi teléfono estaba descargado, ni tiempo me dio de cargarlo para avisarles, mama esperaba con la maleta lista y el taxi al aeropuerto en la puerta. Se murió una tía de ella en África.- Justo en ese momento no recordaba la estúpida escusa de Harold. Justo ahora.
-Ay lo siento mucho.- Teresa me dio unas palmaditas en la espalda.
-¿De qué?- pregunto Kim.
-De Virus Ebola.- ¿Eso había dicho Harold? ¿O no? Torpe, Torpe cerebro.
-¿Qué es eso?- Preguntaron ambas.
Peligro. Peligro. ¿Qué es eso?
-No quieren saberlo chicas.- Dije tapándome la cara con las manos, me ponía roja siempre que mentía y así solo parecía triste. No estaba muy segura de que era.
-En fin, dejemos a los muertos, muertos. Anne.-Kim llamo mi atención.- Apenas nos informaron que regresarías, fotocopie todo el material del tiempo en que faltaste.- Me tendió un archivador lleno de hojas.-Provecho.- Dijo con una mueca y Teresa se metió el dedo en la boca para provocarse arcadas.
¿Para qué había vuelto? ¿Podría haber tenido un tutor en casa? ¡¡Podría haberle pedido a Harold que me compre un titulo de instituto y ya que estaba en eso uno de universidad también!! ¿Qué clase de adolecente era yo? Pfft.
En mi primera clase de biología de la tarde descubrí que era el Virus Ebola, Kim y Teresa me dieron miradas de reojos por mi perdida. Me sentía mareada y culpable. ¿Qué perdida? Y definitivamente no era una muerte agradable el Virus Ebola, Harold se pasó de la raya. Eran unas manchas Horribles en la piel, fiebre alta y hemorragias por la boca y el recto... el noventa por ciento muere desangrado en no más de catorce días. No es nada agradable.
Después de biología tuvimos historia, y me distraje pensando en Adam... Algo raro pasaba en casa, y eso me recordaba a él. ¿Por qué?
El otro día escuche una conversación entre Richie y papa.
-Está con ellos.- Exclamo el asesino a sueldo de papa.
-¿Qué viste?- Pregunto repentinamente sorprendido Harold.
-Entro en la zona roja.
¿La zona roja? Escuche a Harold soltar aire ruidosamente.
-Zacharias lo está reteniendo, planea usar su propio hijo en nuestra contra.- Mientras más decía, mas gritaba y finalmente termino tirando un jarrón de porcelana que se estrello en mil pedazos contra el suelo.
-Si está ahí, está en la mitad de todo. Harold,- Richie y Thompson eran los únicos con rango y confianza para llamarlo por su nombre. – Tú jamás mandarías a matarlo, y no nos perdonarías el hacerlo. Pero esta en la mitad de esto y...
-¡Cállate Infeliz!- Grito Harold, alguien golpeo a alguien.
Richie salió hecho una furia y con la mejilla enrojecida.
Alguien carraspeo incomodo.
-Señor,- Trenton el vigía de la esquina seguía ahí.-El chico esta estorbando. Usted estima incorrecto matarlo. Pues saquémoslo de ahí.
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Hija de la Mafia.
De TodoUn accidente, una persona, la llevaran devuelta a donde no quería volver, pero con las personas con las que si quería estar. El negocio de la familia podría costarle la vida, una vida que ella no queria vivir.