brøke;jøshler

trece

"Estoy sentado aquí deseando estar sobrio, sé que nunca te voy a tener como antes."

Puta suerte la mia. Josh lloraba en mi hombro como todo un borracho y los llantos que Daniel hacia me provocaban ansiedad. Deje al chico sentando, rogando que no se vaya y cometa alguna estupides cuando vi que se quedo tranquilo, corri hacia donde mi mejor amigo se encontraba y no pude controlarme para darle un buen golpe en la cara, el dio pasos atras debido al impacto y tardo unos segundos en reaccionar.

Quiso devolverme el golpe, pero agarre su muñeca anticipando todo y la doble. Escuchaba sus llantos de dolor, pero no iba a parar hasta escuchar un "me rido". La doble hasta que solto un grito demasiado alto, rogando a que lo suelte, lo hice. El me miro atonito pero no le quedaron ganas de responder a todo eso, que salio corriendo, como todo buen cobarde. Me acerque a Daniel y el se abrazo a mi llorando, no soy bueno consolado asi que solo le pedi que se levante. La fiesta para nosotros habia acabado.

Me costo demasiado subir a Josh al auto, Daniel no ayudaba mucho. El teñido solo gritaba cosas sin sentido y yo estaba aguantando mis ganas de golpearlo, bueno, realmente mi amigo me advertia que no debia hacerlo. Luego de miles de intento, por fin pude hacerlo entrar y corri hacia el asineto delantero para encender el carro y comenzar a conducir. Primero, voy a dejar a Dani en su casa, el estaba bien, no habia tomado y seguia igual de insoportable que cuando estaba sobrio. Mientras que Dun, me rogaba no llevarlo a su casa porque su madre se molestaria demasiado. Estaba en un gran debate de llevarlo o no a mi casa, no era un buen hospedaje pero si lo sacaba antes de tiempo puedo evitarle que presencié uno de los escándalos de mi familia.

Deje a Dani en su casa y su madre por poco me besaba los pies por traerlo de vuelta sano y salvo, trague mi vomito. De las únicas mujeres que soportaba cosas tan empalagosas y vergonzosas a la vez era de la madre Dun y Mad, nadie más pero no podía faltarle el respeto a la insoportable señora, así que hice una sonrisa sinica y salí lo más rápido del lugar para arrancar a mi casa.

Josh iba tarareando una canción de Sia, bueno tarareando no, gritando queda mejor, les juro que en cualquier momento doy vuelta y lo dejo en medio de la ruta vacía. Puse música del estéreo para silenciar un poco al chico que iba en el asiento de atrás, pero eso lo hizo hacer más ruido, en cualquier momento exploto.

Abrí la puerta como pude ya que tenía que sostener a Josh con el otro brazo. Este ahora lloraba con todo y yo solo quería callarlo por si acaso estaba mi padre en la sala. Cuando pude abrirla, rogué que nadie estuviera ahí y por primera vez en mi vida eso funcionó y el living estaba vacío.

-Woah, tu casa es linda.-dijo en un tono infantil mirando cada espacio de la casa.- Caaasi tan linda como tú.-me miró tierno, yo solo lo ignore.- ¿Por qué no me has dejado dar mi discurso?.

-Ibas a pasar vergüenza, Josh.-dije seco haciendo que suba las escaleras.- Vamos Josh, sube.-rogué cansando. El negó divertido.

-Nop.- dijo infantil. Solté un gran suspiro.- Solo si me das un beso.

-En tus putos hay sueños, Josh.-dije cansando. En serio, lo dejaría afuera.- Sube o te subiré de una patada en el culo que no podrás ni caminar.

-¿Y si mejor que una patada me subes de otra forma?.-dijo pícaro. Abrí los ojos a tal comentario.- Se que lo quieres, vamos.-se acercó a mí de forma picara. Me quedé inmóvil, mi cuerpo no quería reaccionar. El rostro de Josh estaba más cerca y aún no me había separado. El depósito un beso tierno en mis labios y yo no lo separe.- Gracias.-susurro, cerca aún de mis labios. Pude sentir el olor a cerveza, y me sentí mareado regresando a la realidad.

-No lo hagas nunca más.-dije en un tono frío. No podía dejar que estas situaciones me dominen, Josh no podía tenerme de nuevo.-Sube rápido.

-Se que estoy muy ebrio pero lo que hice es porque realmente lo quiero.-dijo apenas formulando la oración.- Te amo mucho, joder, lo hago.- volvió a llorar. Dios, que noche más larga.-Perdóname por dejarte solo, siempre me odiare por eso.-dijo mirándome fijamente a los ojos.- Solo quiero que seas feliz.

Sabía que no era momento ni estado para decirle nada. Así que lo ignore y lo obligue a que suba las escaleras. Lo hizo reprochando subiendo lento cada uno de los escalones. Cuando pase por las habitaciones, estaban vacías.

¡La puta madre, Mad!.

Deje lo más rápido que pude a Josh en mi cama y marque el número de mi hermana. Rogué que no le haya pasado nada, que no le hagan daño porque nunca me lo perdonaría. Escuche su vos del otro lado y suspire aliviado al escucharla normal.

-Perdon Tyler, no te avise. Me vine a lo de una amiga y estamos por dormir, lo siento tenía que decirte.-se disculpó con su voz tiernamente aguda. Yo trataba de recuperar el aliento que me robo la angustia de hace unos segundo.

-Esta bien, Mad.-dije tranquilo.-Solo vuelve a casa pronto.- ella aceptó y corte la llamada mucho más seguro.

Guarde mi celular y entre a mi habitación. Josh estaba sentando en la punta de la cama, viendo todo como si fuera un niño. No le dije nada y busque mi pantalón más como para dormir con una playera un poco vieja. Sentí la mirada de él sobre mí mientras me sacaba la remera, pero la ignore y seguí haciéndolo tranquilo, cuando termine, me di vuelta y sentí como si volvíamos a cuando éramos niños. El me miraba de la misma forma que lo hacía a los seis y me agarraron escalofríos al pensar que tal vez mi mejor amigo siga ahí. No, solo está borracho.

-¿Qué miras tanto?.-pregunté seco. Él sonrió.

-Nunca me dejaste entrar a tu casa.-dijo aún mirando cada rincón.- Y es como me la imagine.-le pregunte un como, sentándome a su lado en la orilla de la cama.- Oscura y tenebrosa pero tu habitación es como la luz que más brillo le da.-lo mire extrañado, mi habitación era color azul, no le veo el brillo.

-Creo que es igual que toda la casa.-dije ahora yo también observándola. Josh se levantó tambaleándose hasta un cuadro que pensé que había tirado. Era una foto de Josh y yo juntos en mi cumpleaños número 7.- No sé qué hace ahí.

-Que lindo día fue ese.-dijo apenas formulando la oración. Viendo el cuadro con admiración.- Te di un beso y te sonrojaste.-recordó. Sonreí recusándolo.- Lo tengo en mis mejores recuerdos.

-Ya deja eso, ven a dormir.-le dije, tratando de ocultar la nostalgia que se había formado en mi.

-Esta bien.-volvió a la cama.- Que tengas dulces sueños, Tyjo.-dijo y se tapó con las frazadas.

-Igual tu.-imite su acto.

Cuando ya estaba por cerrar los ojos, sentí unos brazos rodeándome la cintura. Me di media vuelta y quede frente al rostro dormido de Josh, tengo que admitir que me dio ternura. Quise separarme, pero fue imposible y lo deje así, con tal siempre me levanto temprano y podré salir antes que él se de cuenta, sé que no recordará nada de esta noche y eso me alegra, me había vuelto vulnerable a los recuerdos y eso él no podía saber.

Cerré los ojos comodo al sentir los brazos de Josh. A veces necesitaba sentirme protegido y no tener que proteger.