Besos entre líneas

Tú.

Si tu cuerpo sería un laberinto,
yo preferiría perderme dentro,
tirar los mapas,  y para el mundo
quedarme extinto.

Existir sólo para ti,
sólo cuando tú quieras que yo sea.
Mis oídos se deleitan y bailan
cuando de tu voz escucharon ese "sí".

Si me enamoré de tu cuerpo arropado
no hay sentimiento que explique lo que siento
cuando lo veo libre de telas,
en él, mis ojos se encuentran atrapados.

Pierdo el seso con la comisura de tus labios,
esos pequeños y rojizos,
que se hacen gigantes
cuando me dejas besarlos.

Cuando tus mejillas roza mi boca
se me hace muy arduo tratar de no morderlas,
al igual que al verte en bordó,
mis manos no aguantan, se vuelven locas.

Ese color,
combina con la pasión que sentimos,
y mis manos lo que piden cuando me detengo es
que continúe por favor.

Dejar mis marcas
en tu sensible cuello,
tan visible,
que casi me matas.

Tan sólo desabrocho,
 y dejo
que mi cordura
se pierda en tus pechos.

Rasguñar el cielo,
es lo más parecido que encuentro
para poder describir
eso que tanto deseo.

Privilegiado me siento
al tú decidir 
querer compartir
sólo conmigo esto.

En cuerpo y alma
me entrego a ti,
tú eres la única capaz
de enloquecerme y encontrar mi calma

de la noche a la mañana.