Eterna Inocencia.

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Perdidos en nuestra eterna inocencia de niño explosivo,
ambos nos enloquecemos al compás de los acordes
que esas dos bandas que amamos
expulsan.

Notas cortas, tempo rápido,
batería acentuada,
pero letras combativas,
cada estrofa te cuenta un poco de historia.

Compartir un recital con la persona que amas
debe ser una de las maravillas del mundo,
algo que no se puede explicar con palabras,
se desprende de todo sentimiento alguna vez captado.

Enviciarse entre ese sonido que tanto te representa,
y los abrazos del amor de tu vida
es como levitar, desprenderse del mundo,
ni siquiera el tiempo tiene ánimos de pasar.

Ya vivimos juntos a Boom Boom Kid,
la banda por la cual nos conocimos,
y aún hasta el día de hoy
seguimos recordando la belleza de compartirlo.

Y el próximo fin de semana
nos toca otra de las bandas que amamos,
otra de las que deseábamos compartir
y aquí estamos, esperando el tiempo corra.

Eterna Inocencia,
nunca pensaríamos que pasaría.
Aún recuerdo cuando nos enteramos que vendría.
Estábamos completamente exaltados.

Al igual que cuando conseguimos las entradas.
Tú no podías caer en que estaríamos por cumplirlo.
Y hoy menos; ni yo puedo entender
que falten sólo cuatro días.

Tú eres mi mejor compañera,
y espero que lo seas siempre.
Gracias por compartir mis locuras,
gracias por estar siempre conmigo.

Besos entre líneasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora