Mi necesidad.

94 10 6
                                    

No son lo mismo
las caminatas nocturnas sin ti,
sin el contacto de tus manos con las mías,
sin tu dulce voz enloqueciéndome
con cada palabra.
Sin poder fundirnos en un abrazo
haciendo nacer la envidia en el frío.

¡Rayos!
Desearía poder ver tus ojos ahora.

Perdón por mi avaricia,
pero tú te has transformado en necesidad.
No es furor,
es que sin ti no soy yo,
y mi yo no quiere estar sin ti.

Con sólo oír tu risa por teléfono
me robas una sonrisa.
Realmente eres lo que no quiero que me falte jamás.

Ansío en que llegue el momento
que para verte
sólo tenga que girar mi cabeza
y que estés allí, recostada sobre mi brazo.
Todas las noches.

Cada día me sorprendo más.
De mí mismo, y de ti.
De mi extrema necesidad de verte,
sentirte, tocarte, besarte,
mi incansable necesidad de escucharte,
abrazarte, sonreirte.

Y bueno, tú...
Tú haces que a mis días grises
se les escapen arco iris.
Tú haces que mis domingos
sean viernes.
Tú haces que lo cotidiano
se vuelva novedad.
Tú haces que sonría.
Tú me haces.

Pensé que mis ganas de no encontrar a nadie
serían indestructibles.
Pero llegaste.
Lo resquebrajaste.
Lo pisoteaste.
Y bailaste sobre él, burlándote.

No me imagino continuar sin tus caricias,
sin tus deseosos besos, sin tus cálidos abrazos,
sin tu hermosa sonrisa, sin tu dulce voz,
sin tu tierna mirada, sin tu poca cordura,
sin tu hechizante silueta, pero sobre todo,
sin ti.

Tú llegaste y aquí te quedas,
a mi lado, o dentro de mí,
y espero que sea la primera.

Besos entre líneasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora