Capítulo 17

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Narración de Ema:
Estoy cansada del maldito Marte. No lo quiero aquí ni ahora.

-Vuela-digo extendiendo mi mano a él y haciendolo salir volando de la casa.
-¡Ema!-exclama Liz sorprendida ante lo sucedido.
-Necesito hablar contigo, sin bellos durmientes cerca-digo enarcando una ceja y registrando que Marte comprendió lo que pense más alla de su trance de reponerse en energía.
-Pero no puedes volar a las personas como si nada-reclama escondiendo una pequeña sonrisa.
-Odio que hagas eso, ademas no es una persona y yo tampoco como tienes claro según supongo-digo sentándome en la silla frente a ella.
-Es cierto-ríe-¿Hacer qué?-pregunta.
-Esconder tus sonrisas, lo odio-reclamo y me echo a reir al ver que un leve color rojizo tiñe sus mejillas.
-No te rías idiota-Liz se cubre la cara.
-No temas-me acerco a su rostro, corriéndole las manos-no muerdo tan fuerte-digo.

La acerco tomando su cuello, besandola de nuevo, al finalizar el beso muerdo su labio inferior.

-Ema...-ella se cubre la cara de nuevo, como supongo esta completamente roja.
-Bien-digo tratando de no volarle mas la mente a la pobre Lizzie-Dime qué recordaste-ordeno.
-El día que nos conocimos-ella descubre su rostro-o eso creo la pequeña niña oscura tenía pecas.
-Oh...eso-digo recordando como las perdí.
-¿Por qué ya no las tienes?-dice con curiosidad en sus calidos ojos almendrados.
-Debería explicarte qué soy para aclararte eso nena-sonrío ante su atropello de curiosidad.
-Dime todo entonces-dice cruzando sus perfectas pálidas piernas.
-Soy tu guardiana cósmica-digo seriamente pero ella cree que bromeo-es en serio.
-¿Qué?-dice tomándome en serio ahora.
-¿Recuerdas los ángeles de la guarda y esos "cuentos"?-pregunto-Bien-digo al verla asentir-es similar a eso, solo que no se alaba un dios, se alaba un destino y al gran Cosmos-termino mi explicación básica, ella parece comprender.
-¿Y qué es Marte?-dice aún mas curiosa.
-Marte miente, es parte de su trabajo, él no es un producto de tu mente-me pauso pensando en el rencor que le tome a mi compañero-él existe para aliviar el dolor que genera la vida, lo alivia con la muerte-bajo la vista pensando en mi frágil Lizzie-él es tu "angel de la muerte".
-Entonces...-ella me ve notando mi dolor.
-Desde niña querías morir, es decir dejar vagar tu alma libremente por el universo y acompañar a Cosmos.
-¿Por qué no tienes tus pecas?-reclama la respuesta prometida ignorando el mal momento.
-Cuando eres guardiana, proteges de dos formas a tu encargado-pauso observandola-puedes intervenir y ser una parte material en su vida o puedes ser sólo energía-me inclino sobre la mesa.
-Eres material-afirma.
-Si eres material te regalan alrededor de cien oportunidades de salvarlo de nuevo a tu maravilloso encargo de la muerte-sonrío-las oportunidades de "nueva vida" se representan con pecas-digo.
-Y ya no puedes salvarme de nuevo-dice con un gran brillo en los ojos.
-Exacto cariño-acaricio su mejilla.
-Entonces las pecas de Marte...-intenta decir.
-Son las vidas que toma por su cuenta-interrumpo completando su frase.
-Emy...-dice bajando su vista con su expresión triste-¿Cosmos te castigará si tuerces el destino?
-Cosmos no es cruel, Cosmos mantiene el equilibrio.
-¿Pero es mi destino morir?-dice con su mirada vacía.
-Es tu destino lo que desees con más fuerzas.

Seis Horas De MarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora