Ya no creo en los hombres (VONDY)

Capítulo 56

*Narra Dulce*

- Bueno señorito, cuál es el menú de esta magnífica noche?

- De entrante, una ensalada de arroz y vegetales. De segundo, carne con pasta y de postre una rica tarta de chocolate, todo esto cocinado por el chef Alexander Uckermann, osea yo.

- Bueno, espero no acabar en el hospital por el chef Alexander, oye y ese tal chef, es guapo?

- Oye! Soy tu novio! No ligues con el chef.

Me río y veo como cambia la voz para volver a hablarme.

- Me podría dar su número de teléfono preciosa?

Me río al notar como pone voz de pito.

- Eres un idiota, pero estoy con mi futuro esposo, no creo que le haga mucha gracia que le de mi número a chefs, tal vez a famosos si...

- Ah si? Vale vale.

- Eres un idiota, tengo hambre.

- Ya va, no puedo ligar y servir a la vez, no soy un pulpo.

Se va y observo toda la terraza, la noche está de testigo de la espectacular cena que me espera.

- Aquí está el entrante señorita. Que desea tomar?

- Un buen vino, por favor.

Me sirve vino en la copa y empezamos a comer.

- Brindo por esta magnifica noche a tu lado.

- Y yo brindo por lo perfecto que eres, y por nosotros.

Bebemos y seguimos comiendo, una vez servidos los segundo seguimos hablando y disfrutando de la noche, entre risas, bromas y un par de mimitos.

- Te está gustando esto?

- Me está encantando.

- Pues ya verás los postres... Creo que mi especialidad son eso de hacer postres.

- Hiciste tu la tarta?

- Bueno... Haber...

- La compraste verdad?

- Vale vale, lo admito. Sí, compré la tarta ya echa, pero es que habían señoras muy malas... Me querían pegar porque sin querer me colé, yo no sabía que tenía que cojer turno para pedir...

- Jajaja ya me imagino tu cara.

- Oye, casi me violan y me matan allí mismo.

- Porque piensas que todo el mundo quiere violarte?

- Porque soy irresistible nena.

Dicho eso me guiña un ojo y empiezo a reírme.

- Yo creo que deberías ir a un psicólogo, yo te lo pago. A veces me das miedo, jajaja.

Después de reírnos y pasarlo bien, comemos la tarta y bebemos vino.

- Yo creo que el chef Alexander Uckermann se merece un 10. Esto ha estado súper rico, y súper sabroso todo.

- Oh gracias! Jajaja.

- Sabes que te toca lavar los platos no?

- Pondré el lavavajillas, hay muchos trastos.

- Esta bien, pero luego recoges tu los platos del lavavajillas.

Nos reímos y seguimos bebiendo vino.

- Te tengo una sorpresa increíble. Pero... Tienes que esperarme aquí, en cuanto te avise te llamo para que entres a la habitación vale?

- Vale, pero date prisa.