CAPITULO 6

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       Ese cartel había sido lo más tierno que algún chico había hecho por mí, porque tenía que estar de novio!?!?! Quería dejar de sonreír porque a cada rato me venía a la cabeza la sonrisa amigable de Lourdes, así que me tapaba la cara con la almohada y trataba de deja de pensar en lo feliz que sería si yo fuera su novia en lugar de ella.

Como iba a pasar todo el verano viéndolos juntos, compartiendo con ellos, tratando de ser su amiga? Esto iba a ser una verdadera tortura, pero una tortura muy dulce porque iba a tenerlo cerca. Aunque mi cabeza de tonta enamorada se estaba olvidando de algo muy importante....Valeria! Ella no iba a permitir que forme parte de su nuevo grupo de amigos por muy simpáticos que los chicos sean, a quien quería engañar, este verano no iba a ser ninguna colonia de vacaciones para mí. Valeria no iba a permitir que me acerque ni a 3 metros de ellos así que mejor iba pensando en un plan b para este verano.

Al día siguientes los chicos estuvieron todo el día en la casa de Lourdes por lo que yo no pude ver a Ezequiel, lo cual me causo una decepción demasiado fuerte, creo que me estaba enganchando demasiado rápido. Así que para distraer mi mente le pedí a mamá que me llevara al shopping así compraba algunas cosas para decorar mi habitación. La idea le gustó y se sumo con Lucas.

Cuando estuvimos en el shopping fuimos a varias tiendas donde compramos varios adornos tanto para la casa como para mi habitación. Por primera vez acompañe a mamá a comprarse ropa e hicimos cosas de chicas, le compramos juguetes a Lucas y hasta entramos al cine y tomamos un café. Cuando nos estábamos yendo vi al pasar, en el patio de comida que en el puesto de Mc Donalld's había un cartel donde decían que estaban buscando gente para trabajar durante el verano, algo que me llamo la atención.

Cuando llegamos a casa, tome la bolsa con mis adornos y subí corriendo a mi habitación, había comprado una luces de colores en lamparitas redondas, las cuales puse alrededor del cabezal de mi cama y unos esténcil de dientes de león los cuales pegué en una de las paredes de mi cuarto.

Ahora solo faltaba colocar los estantes que había comprado para poner la cantidad de libros que tenia los cuales eran muchos, así que baje por el taladro eléctrico y las mechas y me dispuse a trabajar, esto lo había hecho mil veces, ya que siempre era yo la que ayudaba a papá con esas tareas en casa.

Estaba terminando de colocar el primero de los estantes cuando escuché que alguien me silbaba, mire para todos lados hasta que obviamente mire a la ventana, y vi que Ezequiel estaba sentado en el techo de su casa. Me acerqué a la ventana y lo saludé:

_ Así que ahora te dedicas a espiar a las personas en sus casas? Pero no muy discretamente por lo que veo- dije

_Es que quería dormir un poco y parece que en mi vecina están trabajando unos albañiles muy ruidosos. –dijo Ezequiel.

_Bueno pues me faltan 3 estantes así que tendrás que esperar un rato, si quieres te presto mi ipod así no tengas que escuchar el ruido.

_Mmm no creo que tengamos los mismos gustos musicales, Peti así que porque mejor no me dejas que te ayude a poner esos estantes así pueda volver a mi sueño rápido.

_ Muchas gracias pero si sé hacerlo.- dije

_ Ayyyy! Vamos ojos hermosos, nadie dice que no sepas hacerlo si vi como pusiste el primero, pero creo que mis brazos son muchos más fuertes que los tuyos así que voy a poder hacerlo más rápido! ( dijo mientras me mostraba sus brazos musculosos)

En el acto mi rostro se puso de color fucsia y me empecé a reír, lo cual el tomo como un sí y en un instante entró en su cuarto sacó una tabla de esquiar que tenia y la apoyo entre su techo y el mío.

_Pero que haces? Acaso estás loco de remate eso se va a romper en cuanto pises el medio!!!! No va a resistir tu peso.- dije exaltada

_ Siempre tan optimista? Pues no voy a pisar el medio voy a saltar esa parte y si llegara a caer, caería en los arbustos que separan nuestras casas, los cuales te diría que son hasta más acolchonados que mi cama.

_ Esto no es broma es peligroso!!!!- dije

_ Vamos peti, ten un poquito de sentido de la emoción, estira tu brazo así me agarras, que ahí voy.- dijo emocionado.

Mi corazón latía a mil, y mis manos estaban todas sudadas de solo saber que Ezequiel venía a mi cuarto, así que pase las manos por mi vestido para secarlas y me preparé para agarrarlo. Tomé sus manos y lo jalé hacia mi ventana cuando cruzó, lo había jalado tan fuerte que los dos caímos al piso y el cayó encima mío. Nos quedamos un rato mirándonos hasta que los dos empezamos a reírnos al mismo tiempo.

_ Veo que esta vez llevas un vestido apretado, así que voy a tener que adivinar de qué color es tu bombacha. _ dijo

_ No seas un degenerado o ya mismo te tiro por la misma ventana que te metí.

_ Bueno bueno Peti solo vengo porque quiero recuperar mi sueño._ dijo

_ Bien ahí lo tienes Sr. Musculoso espero que seas más rápido que yo.

_Hey tan rápido me quieres correr?!? Has dejado muy linda tu habitación, que flores son esas? ( dijo mirando los dientes de león)

_ Son dientes de león, dicen que cuando las soplas tienes que pedir un deseo, es mi flor favorita.- dije

_ A esta la están soplando (dijo señalando a una que estaba con sus hojitas flotando)

_Así es! – dije

_ Pues tengo que pedir mi deseo. – dijo

_ Es solo un esténcil, no es una flor de verdad – dije

_ Acaso no crees que si deseas algo con todas tus fuerzas, puede cumplirse? ( cerro sus ojos y soplo en dirección a donde estaban pegadas las hojas) Luego al abrirlos me miró y me dijo igual creo que parte de mi deseo ya se cumplió, porque volví a encontrar a alguien que creí casi imposible que se cruce en mi camino otra vez, me miro fijamente, me sonrió y comenzó a acercarse a mi lentamente, mi corazón estaba desbocado, prácticamente podía sentir su respiración, no podía creer lo que estaba viviendo, cuando estaba a solo centímetros de mi rostro y con su mirada perdida fijamente en los míos dijo casi suspirando:

_Bueno Peti manos a la obra vamos a colocar esos estantes a la velocidad de un rayo, así puedas poner toda esa pila de libros que tienes en tu cama y los dos podas dormir tranquilos esta noche.


Una mirada al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora