CAPÍTULO 8

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  A la mañana siguiente cuando baje a desayunar me encontré con mamá y la Sra. Posse tomando un café, junto con ellas estaban Valeria y Lourdes muy emocionadas y hablando a diez mil por hora. Mamá tenia a Lucas en sus piernas, él jugaba con unas hojas que parecían importantes porque mamá trataba de sacárselas a cada rato. En cuanto Lucas me vio salió corriendo a saludarme y pedirme que lo alce, cada vez estaba más grande y me costaba más alzarlo, pero había salido a mi; era menudito no parecía un niño de 4 años, parecía de menos, así que aproveche que lo tenía en brazos para saludar al pasar sin detenerme y me dirigí a la cocina.

Cuando estuvimos ahí, baje a Lucas y le prepare unos cereales iguales a los míos y nos sentamos en la isla que había en la cocina y le pedí que me cuente que estaba pasando en el comedor. Estas eran unas de las ventajas de tener como aliado a mi pequeña ratita, él podía escuchar todo y venir luego con toda la información, y como yo, era su preferida nunca iba a jugar en mi contra.

Entonces Lucas me conto que la Sra. Posse trabajaba para un colegio súper súper súper importante, según sus palabras, para chicos de la nasa, lo cual hizo que me riera tanto que me salió un poco de leche por la nariz, bueno ese era el lado malo de tener que escuchar la información de mi ratita informativa, siempre iba a agregarle partes extrañas y sacadas de su vasta imaginación.

Una vez que me calme y me seque, y él también dejo de reírse a carcajadas por lo que me había pasado, continuo con su historia, la cual masomenos ya me imaginaba por donde iba. Pasando en limpio pude concluir que la Sra. Posse era una especie de preceptora o algo así del colegio al que asistía Lourdes y también Ezequiel, el cual era un año mayor que nosotras, y había traído los papeles para que mamá pueda inscribirnos así iniciábamos el año que viene en el mismo colegio que ellos.

Íbamos a ser compañeras de Lourdes!!!! Me iba a cruzar con Ezequiel todos los días de mi vida no solo en este barrio sino que ahora también en el colegio.

Mientras Lucas estaba contento y me contaba cómo iba a ser su salita porque la Sra. Posse le había mostrado fotos, y mamá le había prometido llevarlo mañana a conocer y que no veía las horas, mi rostro estaba sin expresión, no sabía si esto era bueno o malo, nuestros caminos cada vez se cruzaban mas, era lo que siempre hubiera querido, pero el tenia una novia y esa novia estaba en medio de ese camino. Que tenía que pensar de todo esto? Como iba a aguantar todo el año viendo a un amor que era imposible? Acaso vine a este lugar a sufrir? No era suficiente ya con lo de papá? Quizás tenía que vivir en carne propia lo que mamá estaba sintiendo para poder ayudarla a superar este momento o empatizarme un poco con ella y salir un poco de ese mundo en el que vivía tan encerrada, tan egoístamente en mi durante estos 16 años?

Estaba tan metida en mis pensamientos que ni escuche cuando las chicas entraron a la cocina y comenzaron a hablarme:

_Como? –dije

_Tierra llamando a Julia, te estamos contando que ya estamos inscriptas en el colegio al que van los chicos vamos a pasarla muy bien! Si vieras las fotos tienen muchos verde y lo mejor de todo es que es mixto!!! _ dijo Valeria con una sonrisa de oreja a oreja.

_ Qué bueno! Por lo menos no tendré que preocuparme de ser la nueva porque ya te conoceremos a ti Lourdes – dije tratando de sonreír.

_ EHH bueno error! Ya sabes que nunca nos anotamos en el mismo curso Julia así que yo estoy en el mismo curso con Lourdes que es el A y vos vas a estar en el B, así que si te toca hacer de la nueva, lo siento!!!- dijo Valeria mientras se apoyaba en la isla y se comía una galleta sin ninguna preocupación ni remordimiento en su rostro.

_ No te preocupes Juli conozco a las chicas del B no es un colegio de muchos alumnos por aula, puedo presentártelos no va a ser difícil que te integres así que no te preocupes si? – dijo Lourdes

_ Gracias Lourdes! Bueno veo que el día esta medio nublado así que las dejo voy a salir a andar un rato en bici – dije fingiendo una sonrisa.

Tome mi tazón lo puse en el fregadero tratando de disimular la bronca que sentía hacia mi hermana, no podía tan solo hacer una excepción solo porque estábamos en otra provincia? Sabía lo que me costaba adaptarme tendría que haberme puesto en el mismo curso que ellas. Pero no, todo tenía que girar sobre su mundo, no soportaba estar un segundo más en el mismo lugar donde estaba ella, respirando su mismo aire, así que salí de ahí lo más rápido que pude y me fui a mi habitación, cuando llegue pegue un portazo y me deslice apoyada en la puerta hasta que caí sentada en el suelo derrotada.

No soy de las que lloran pero creo que me habían pasado muchas cosas en este tiempo y en algún momento iban a explotar, y ahí estaba el bendito momento en que todo explotó, la mudanza, papá, el hacerme cargo de Lucas, una mamá despistada, una hermana vengativa..... y las lágrimas empezaron a correr, sin que me diera cuenta una tras otra hasta que pude sentir su sabor amargo en mis labios y fue ahí que me di cuenta que estaba llorando. No podía llorar, ella no iba a hacerme llorar, yo no lloraba maldita sea, empecé a patear cosas, a tirar mis libros, a golpear los almohadones, hasta que vi mi ipod, y entre el llanto y la rabia que tenia me lo puse y coloque la música bien fuerte.

Me senté en la cama y abrí mi computadora, necesitaba sacar todo lo que tenia dentro, pero no iba a demostrarle a Valeria como me había dañado esta vez. Así que fui por otra persona, abrí mi mail y puse la dirección de papá, y empecé a escribir todo lo que nunca le había dicho porque no quería que nuestra relación se arruine para siempre.

Papá: si es que todavía te consideras eso, porque es fácil querer a alguien y tener hijos que luego son desechables, es fácil cambiar a tu esposa por una chica diez años más grande que tus hijas, así no tengas que encargarte más de nosotras. Crees que pagar la tarjeta y un mje de vez en cuando es ser padre? Porque no me preguntas a mí que tengo que estar cuando Lucas no duerme en las noches o tengo que cuidarlo día y noche porque vos hiciste check-out de esta familia, dejaste que mamá nos trajera a la punta del país para que no podamos molestarte y puedas revolcarte con tu zorra cuantas veces quieras y por cualquier lugar de la casa, pues solo una cosa te pido, en mi pieza no Gerardo, Búscate tu propio hogar con esa mujerzuela y si en tu billetera todavía llevas fotos de que tienes hijos hazme el favor de cortar la parte en la que salgo yo, porque venir al culo del mundo me hizo darme cuenta que yo padre ya no tengo.

                                                                                                                                            Enviar.

Mis ojos eran un mar de lágrimas tenía que secarlos a cada rato y las gotas caían sobre el teclado, me quedé unos segundos mirando el icono de enviar y cuando estaba por apretarlo alguien me abrazó muy fuerte de atrás, tanto que no podía moverme. Asustada empecé a patalear, así que me sacaron los auriculares y era Ezequiel.

_ No quieres enviar- dijo

_Suéltame! Que haces acá? Como entraste?- dije

_ Por la ventana, vi tu numerito de destruir todo a tu paso y supuse que necesitabas alguien con quien hablar- dijo, y sin preguntar nada borró el mail

_ Porque hiciste eso? Acaso estás loco? Porque te metes en mis cosas?_ dije

_ Porque me importas... y no me gusta ver que mis ojos favoritos lloren.

_ No puedo importarte, no me conoces, deja de jugar conmigo, acá abajo esta tu novia, ve con ella y déjame en paz, vuelve a tu casa y no entres a mi habitación si no te lo pido.- dije casi gritándole

Pero él no hizo caso a mi berrinche, solo me abrazo fuerte y entonces me dejé llevar y lloré en sus brazos mientras me daba besos en mi coronilla, y lentamente yo me iba calmando. Cuando deje de llorar y ya estaba mejor el me dijo:

_ Perdona si te moleste solo quería ayudarte a sentirte mejor, espero haberlo hecho, y no te preocupes no volveré a entrar a menos q me lo pidas. Adiós Peti.


Una mirada al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora