CAPITULO 16

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   Me acerqué a Lourdes para preguntarle que iba a pasar con Ezequiel porque ya quería irme a dormir, pero sin darle mucha importancia al tema me dijo que me vaya acostando, que ellos cuando se fueran lo irían a buscar. Iba a tener que dormir con Ezequiel hasta que a Lourdes y Valeria se les apague la batería. No es que la idea me desagradaba tanto, pero si me ponía bastante nerviosa. El solo hecho de saber que iba a estar acostada al lado de él sintiendo su respiración tan cerca mío me aceleraba el pulso a tal nivel que subía las escaleras que llevaban a mi habitación como si estuviera subiendo a la habitación donde iban a darme mi eutanasia. Las piernas me temblaban y sentía los brazos entumecidos tenía miedo que de un ataque de ansiedad así que respire hondo y me dije: Julia es solo Ezequiel y está dormido tu puedes hacerlo!

Cuando llegue a mi habitación Ezequiel estaba completamente dormido, tal como lo imagine, solo por las dudas tome mi pijama y me cambie en el baño, cuando estuve lista, volví a respirar hondo y a hablar conmigo, me prepare para acostarme a su lado. Se que no era lo más romántico que podía esperar, él estaba completamente desmayado, pero para mí esto estaba siendo lo mejor que me había pasado en mis 16 años, si lo hubiera planeado, no hubiera salido mejor. Levante la sábana y me acosté en mi cama, tratando de no moverme mucho así no lo despertaba, no quería que se diera cuenta de lo que estaba pasando y se fuera a su casa. Quería disfrutar de ese momento, por mas desmayado que este, por más que el no sea consciente de lo que estaba pasando, solo quería sentir su cuerpo cerca mío, su pulso, su respiración en mi cuello.

A medida que el cansancio me iba ganando, iba perdiendo la noción de donde estaba y con quien, hasta que quede profundamente dormida.

Cuando llegaron a buscar a Ezequiel, César prendió la luz, pero yo no lograba despertarme, así que Ezequiel tuvo que sacudirme un poco para poder despertarme. Estábamos abrazados y yo dormía apoyada en su pecho. Cuando logro despertarme y vi la situación me separe lo más rápido posible, aunque por mi cabeza pasaba, que les iba a costar separarme si había estado durmiendo en los brazos de Ezequiel y apoyada en su pecho con nuestras respiraciones sincronizadas al mismo ritmo. Por suerte César estaba borracho y no le dio importancia a la imagen que se encontró en la habitación, y estaba agradecida que no haya sido Lourdes la que subió a buscarlo. Creo que no hubiera sido un despertar tan amigable si ella nos hubiera encontrado así. Ezequiel al despertarse ya se encontraba completamente bien, me miro y me dijo:

_ Lo siento Peti, pero vas a tener que seguir abrazando a la almohada porque a este osito de peluche le llego el taxi.- dijo sonriendo, yo le pegue con un almohadón y le dije:

_ Vete ya! quiero seguir durmiendo.- se agacho, me dio un beso en la mejilla y me susurró al oído_ No me olvido y no cambio de parecer, que descanses esos ojos preciosos. (Y se fue sonriendo y acomodándose el pelo, al llegar a la puerta me guiño el ojo y salió de mi habitación) Yo abracé mi almohada lo más fuerte que pude y con una sonrisa gigante pegue un grito ahogado en ella, quería salir corriendo detrás de él y pedirle que no se vaya que se quede conmigo para siempre, tal cual estábamos. Mi cama se sentía tan vacía sin él! Acaso se podía superar esta noche?!

Al día siguiente mamá nos levanto de los pelos a Valeria y a mí para que acomodemos la casa. Estábamos muertas prácticamente éramos zombies tratando de dejar esa casa nuevamente en condiciones mientras nos rehusábamos a que el sol nos dé en nuestros cuerpos. Ninguna dirigía ni una palabra, lo cual me beneficiaba, no quería escuchar ningún reproche de parte de Valeria por haber llevado a mis amigos y porque Micaela había sido su competencia toda la noche.

Lucas quería jugar pero me partía el corazón decirle que no, apenas tenía 4 horas de sueño y mis pies todavía suplicaba que los amputara de mi cuerpo. Pero nada de todo este sufrimiento me importaba, porque me acordaba de lo que había pasado anoche y una sonrisa se dibujaba automáticamente en mi rostro. Sonría al acordarme de Ezequiel y de nuestro beso, sonría al acordarme de Nacho y su declaración, sonría al pensar como había dormido con Ezequiel, sonría al recordar lo que me dijo cuando se despertó.

_ Bueno, vamos larga todo que paso con ese chico tan lindo que trajiste, porque estamos acá cual esclavas con solo unas horas de sueños y a vos no se te va la sonrisa de la cara.- dijo Valeria parándose delante mío con una mano en su cintura y la otra apoyada en la escoba con la que estaba barriendo. Me miraba tan fijamente que vi que no me iba a dejar pasar esta, abrí mi boca para contarle pero pensé que Valeria se burlaría de mí, no podía decirle lo que había pasado, que iba a hacer? Como podía salir de esta?

_ Vamos desembucha todo, que todos nos dimos cuenta de la escenita que se montaron antes de irse a la cocina, y seguro que ahí paso algo, no te hagas la santurrona! Al final, tanto tiempo pensando que mi hermana era una Don nadie y mira, se está comiendo un bombón en solo unos días que llegamos a esta provincia!- dijo y continuo barriendo mientras se ría.- Es tan obvio que lo que cerró el trato fue la forma en la que te pinté y vestí, o no muñequita?- dijo mirándome nuevamente y esperando una respuesta.

_ Pues si, a todos les encantó como me vestiste y les sorprendió verme así. Así que muchas gracias Valeria, pero no paso nada con Nacho, te lo juro no es lo que piensas.- dije sonrojándome y volviendo a acomodar las cosas.

_ Vi como te miraba Julia es obvio que a ese chico le gustas, obvio que podría robártelo, pero solo por esta vez voy a dejar que te lo quedes, lo mío con César creo que está bastante cocinado jajajajaj, pero créeme ese Nacho se paso la noche mirándote como un perrito baboso.- dijo despreocupadamente mientras seguía barriendo.

_ Es mi jefe Valeria, no puede haber nada con él, no quiero ser el tipo de chica que es Sofía, y andar con él solo me recordaría lo que papá nos hizo.- dije despreocupadamente.

_No vuelvas a tocar ese tema (dijo acercándose a centímetros de mi rostro y dejando tirada la escoba de manera torpe)_ lo que papá hizo quedo en Buenos Aires, ok? Y ese chico no tiene ninguna familia que estarías rompiendo solo por andar con él, así que no dramatice....por dios Julia ya tenias que arruinar este año!.- dijo muy enojada y se alejo llamando a mamá para pedirle algo para tomar mientras yo me quede en la galería pensando en lo que me había dicho y en como afectaba tanto a Valeria el tema de papá que había decidido enterrarlo y hacer como que nunca había pasado, para poder seguir adelante.

No podía juzgarla, éramos 4 personas en esta casa y cada uno manejaba el dolor y el luto de una familia unida de distintas maneras, y lentamente iba dándome cuenta cual era la forma de cada uno. Y tenía que respetarlos, porque yo no tenía la bola de cristal para decir cuál era la correcta.


Una mirada al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora