5- La Triste Verdad

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Poco después, los hermanos llegaron a la Isla de Berk durante el atardecer que recién empezaba y los vikingos quedaron sorprendidos al ver a otro Furia Nocturna.

—Bienvenida a Berk, hermana— sonrió Hipo observándola-.

—No puedo creerlo— observó hacia al horizonte impresionada— Este es mi hogar-.

Ambos aterrizaron y Alodia miró a su alrededor con una gran felicidad, pero notó que todos la observaban, lo cual eso la puso algo nerviosa. Luego los vikingos, quienes eran Astrid, Patán y Eret, se acercaron a los dos.

—¡Hola Jefe! Y... ¿Eh?— dijo Patán, quien al ver a la pelicastaña quedó confundido y observaba con rapidez a Hipo y a ella varias veces-.

—Hola Patán, te presento a Alodia, mi hermana gemela— dijo Hipo alzando ambas cejas-.

La hermana hizo una reverencia y todos quedaron estáticos. Patán negaba con la cabeza sin poder decir una palabra.

—¿Qué? ¿Tu... Tu hermana?— apenas pudo mencionar-.

—Así es— sonrió Alodia-.

—Wow... Se... Se parecen demasiado— dijo Eret observándolos y ambos rieron-.

—¡Eret! ¿Dónde está mi madre?— preguntó Hipo al instante-.

—Creo que sigue en el taller— respondió-.

—Ven conmigo— le susurró el pelicastaño a su hermana tomándola de la mano-.

Rápidamente la llevó hacia al taller, donde se encontraba su madre y varios vikingos los siguieron. Al entrar, notaron que en efecto, Valka se encontraba allí, arreglando algunos objetos.

—¡Hola mamá! Ya estoy de vuelta— dijo Hipo sonriendo-.

—¡Hola hijo! Oye, veo que tardaste de lo que creía, ¿dónde has... Estado?— volteó a ver a Alodia y quedó paralizada, aunque apenas pudo mencionar la última palabra-.

Alodia quedó también paralizada al ver a su madre y se soltó del agarre de Hipo, para acercarse a ella con los ojos cristalinos.

—Mamá— dijo la jinete casi en un susurro-.

—Alodia... No... No puede ser... Hija— contestó Valka acercándose a ella lentamente-.

—Te... Te extrañé mucho... También a todo el mundo— sonrió-.

—Sí, pero... ¿Cómo es posible?... ¿Cómo la encontraste, Hipo?— preguntó-.

—Bueno, cuando Chimuelo y yo volábamos, encontramos un territorio nuevo. Allí pude ver a Alodia que estaba bajo el peligro de unos villanos y decidimos rescatarla, pero después supe que éramos hermanos—respondió Hipo-.

—Increíble— dijo Valka en voz baja-.

—Pero mamá... ¿Por qué nunca me mencionaste que tenía una hermana melliza?— preguntó frunciendo el ceño-.

Ella suspiró.

—Porque creí que Alodia había muerto hijo— le respondió-.

Los presentes quedaron en silencio.

—La noche que Brincanubes me atrapó, también ví que a Alodia la raptaron. No pude hacer nada para ayudarla, y después de lo sucedido con Drago Manodura, no quería decirte que ella estaba muerta para no deprimirte más— continuó-.

—Entiendo— dijo cabizbajo-.

—Pero... Lo que importa ahora es que he vuelto... Y el hecho de volver a estar con mi familia, eso me hace muy feliz— dijo Alodia sonriendo-.

Dos Almas de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora