10- La Noticia y Una Amenaza

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Pasó tiempo después de la batalla contra Asborn y los protagonistas fueron con Gothi para obtener resultados acerca de la salud de Astrid. Hipo se encontraba más preocupado por ella, se sentía culpable de no haber impedido que se lastimara.

—Ojalá esté bien. Todo esto fue por mi culpa, pude impedir que ese imbécil la lastimara— dijo Hipo-.

—Ella lo estará, hermano. Astrid es una persona muy fuerte y Asborn solamente fue un cobarde— le respondió Alodia colocando su mano sobre su hombro-.

—Lo sé... Pero... Antes de lo que pasó, ella intentó decirme algo importante y nunca terminó la oración— añadió-.

—Eh... Sí...— dijo con una sonrisa falsa-.

—¿Tú sabes algo sobre lo que Astrid quería decirme?— preguntó al ver la reacción de su hermana-.

—¿Qué? Claro que no... Pero ojalá no sea nada grave... Bueno... Para tí— contestó-.

Éste asintió no muy convencido y se escuchó un ruido proveniente de la puerta. Eran Valka y Gothi saliendo de la habitación.

—Ella está bien. Gothi pudo curar el dolor del vientre de Astrid— dijo Valka sonriendo-.

Eso fue un alivio para el pelicastaño.

—Gracias a Thor— añadió Alodia alegremente-.

—Ya no tendrás que preocuparte hijo, porque ella está bien al igual que su be...— antes de terminar la oración tapó su boca con la mano-.

Entonces Hipo la observó confundido.

—¿Al igual que quién?— preguntó-.

Valka no respondió y junto con Alodia quedaron paralizadas.

—¿Alodia?... ¿Qué ocurre?— cuestionó observándola-.

Ésta hizo un gesto a su madre indicando que iba a decirle la verdad, para después suspirar profundo.

—Es respecto a lo que Astrid quería decirte antes de la batalla contra Asborn... Y estuvo esperando el momento adecuado para decírtelo— añadió— Ella está embarazada-.

La reacción de Hipo fue de impresión y quedó paralizado. Poco después, volteó a ver a Valka y a Gothi.

—Porfavor díganme que el bebé no se lastimó— dijo preocupado-.

—¡No hijo! Ella y el bebé están bien, afortunadamente ambos no se lastimaron ante la caída— respondió Valka-.

Éste suspiró de alivio nuevamente y hubo un silencio entre los presentes.

—Hablaré con ella— añadió el pelicastaño-.

Dicho eso, entró a la habitación en donde se encontraba Astrid, y Alodia y Valka se miraron.

—Vamos con él— le dijo Alodia-.

Valka asintió y ambas entraron con Hipo. Ahí vieron que Astrid se encontraba recostada en la cama dormida. Luego, el pelicastaño se sentó a lado de ella y la tomó de la mano, la cual ella despertó.

—Hipo— una medio sonrisa se formó en su rostro-.

—Hola Mi Lady... ¿Cómo te sientes?— preguntó devolviéndole el gesto-.

—Bien, debo agradecerles mucho a Valka y a Gothi— respondió-.

—Igual yo hermosa— volteó a ver a Alodia y a Valka-.

—Es verdad... Hipo... Respecto a lo que te iba a decir antes de la batalla contra Asborn— añadió la pelirubia-.

—Lo sé, Alodia y mi mamá me lo dijeron—  interrumpió-.

—¿Qué?— dijo sorprendida— Yo... Lo-lo siento Hipo... Quizás e-esto no fue l-lo que tú querías-.

Una sonrisa apareció en el rostro de Hipo.

—Mi Lady, ¿por qué lloras? No te sientas triste... De hecho... Es la mejor noticia que he tenido en toda mi vida, aparte de saber que tenía una hermana gemela— bromeó, la cual los presentes rieron-.

—¿En serio lo es?— dijo Astrid-.

—Claro que sí... Ahora lo único que deseo en estos momentos es protegerte a tí y a nuestro bebé— colocó su mano sobre el vientre de la pelirubia-.

Ésta sonrió y abrazó fuertemente a su esposo, la cual correspondió al abrazo y Alodia y Valka sonrieron ante la escena.

—Hablando de eso... No sé si el nombre de "Tía Alodia" me quede muy bien— dijo cruzando los brazos-.

—Lo mismo digo con el de "Tío Derek"— dijo Derek, quien se encontraba a lado suyo con una sonrisa pícara-.

—¿Ah sí? ¿Y se puede saber desde cuándo te proclamaste "Tío Derek"?— le preguntó la pelicastaña alzando una ceja-.

—Eh... Eso lo sabrás pronto— alzó ambas cejas el pelinegro-.

—Claro... Sigue soñando tonto— se dio la vuelta-. [...]

Pasaron varias horas y llegó el anochecer. Mientras que Hipo y Valka cuidaban de Astrid, Alodia se dirigió a la casa de su familia, donde decidió pasar la noche.

Al llegar, colocó su arma sobre la mesa y tomó una toalla para limpiarla, luego de la batalla que tuvo contra Asborn. De pronto, una hoja doblada cayó al suelo y ella se percató de eso, la cual la tomó.

—¿Qué es esto?— se preguntó-.

Abrió la nota y la leyó. En ese momento sus ojos se abrieron por completo, dejando mostrar el impacto que sintió.

"SI NO QUIERES QUE TU HERMANO Y TODAS LAS PERSONAS QUE AMAS MUERAN, TENDRÁS QUE ENFRENTARTE A MÍ EN LA CUEVA DE LA MUERTE ROJA. MÁS TE VALE VENIR SOLA...

TE DIJE QUE ESTO NO HABÍA TERMINADO.

ASBORN"

Dos Almas de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora