Reproches

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(He añadido y modificado cosas de la historia para que tenga más sentido).
NO ME LO PUEDO CREER.
TENÍA QUE SER LUCINA.
De todas las personas de este mundo, tenía que vernos la única con la que puede avisar en pocos segundos de nuestra ubicación.
Cuando estuvo finalmente delante nuestro, me di cuenta de que llevaba ligeramente bronceada la cara, y también era un poco más alta.
Los cuatro nos quedamos mirando en silencio hasta que habló:
-Caray, han pasado... ¿Cuantos? 5 o 6 años? Sin una nota, o un aviso, y aparecéis dando un paseo tranquilamente por la ciudad como si nada.
Aunque hablaba con un tono normal, en su cara se notaba la ira de un miembro de la realeza.
Sabiendo que no sería fácil, le contesté:
-Lucina, sé que estábais preocupados, pero no tuvimos elección, nos salió un asunto urgente...
-Y creísteis que la mejor forma de resolverlo fué largaros por la noche sin siquiera avisarnos? ¡Qué grandes amigos que sois!
Eso me afectó más de lo que esperaba, y subí el tono de voz:
-¡¿Crees que nos fuimos porque quisimos, crees que no queríamos quedarnos con nuestras famílias?!
-¡Al menos podríais haber escrito una carta hace años!
Por suerte, Corrin y los demas decidieron dejarnos espacio para hablar, cosa que agradecimos.
Lucina se me quedo mirando con una cara inexpresiva, y entonces hizo la pregunta que más me temía:
-¿Y quienes son ellos?
Señaló a Corrin y los demás mientras hablaban a lo lejos.
Owain, Iñigo y yo no sabíamos por donde iba a ir esa conversación, pero no íbamos a dejar que todos se enteraran de nuestras famílias antes de reunirnos con ellos. Le conteste al final con una voz apagada:
-Son amigos que van con nosotros, les estábamos enseñando la ciudad. cuando apareciste, ya que íbamos a ir al castillo en dos días
Lucina sospechaba que no podía ser solo eso, pero afortunadamente decidió dejarlo así, me dió la mano con una falsa cara amigable, y dijo:
-Bueno, pues os dejo con vuestros nuevos amigos pues nos vemos dentro de 2 días.
Le contesté con el mismo gesto y dije:
-Vale, hasta dentro de dos días.
Y se fué por donde vino, sacando pecho, como si fuera la reina del lugar, (prácticamente lo era).
Nos quedamos en silencio hasta que la vimos desaparecer entre la multitud.

Reencuentro DesastrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora