·III·

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AVISO: Si no vais al día en el manga puede contener spoilers. Ambientado en el 64.

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Comienza un nuevo día y el grupo se dispone a desayunar aun faltando 2 personas.

-¿Dónde se habrán metido Mio y Zeno? –Pregunta Kija removiendo los restos de la fogata.

-Tal vez hayan madrugado –Supone Hak dándole un mordisco a una manzana.

-Antes de eso... Ya no estaban –dice Shin-Ah con su monótona voz.

-Es cierto, cuando la luna aún estaba alta me desperté por culpa de Jae-Ha –Yoon mira al peliverde con recelo–, el cual no paraba de intentar manosearme llamándome "Mio" –el acosador ríe sin preocupación– y ya no estaban.

-A lo mejor habrán salido a conversar –habla Yona y todos se giran para escucharla–. Por como reaccionaron al verse parecía que en mucho tiempo no sabían nada del otro, así que es normal que se hayan apartado para charlar.

-¡Que lista es, señorita! –Dice alguien de repente y el grupo se voltea para ver la procedencia de esa voz.

Zeno y Mio venían de la montaña junto con los zorritos revoloteando por sus piernas. El Dragón amarillo era quien había hablado y tenía los brazos detrás de su cuello. La peliazul todavía con la túnica pero sin la capucha puesta los sonreía al lado de este.

-¿De dónde venís? –Pregunta Kija.

-De la montaña –contesta Zeno.

-¿Y qué hacíais allí? –Les cuestiona Jae-Ha levantado una ceja.

-Mio y Zeno no podían dormir, así que se fueron a dar una vuelta para contarse sus cosas.

-Lo que sea –Yoon les lanza una fruta a cada uno, Zeno con torpeza la coge y Mio la agarra al vuelo–, comer algo y ayudarnos a desmontar las tiendas, partiremos en breve.

Y eso hacen, al poco los dos terminan de desayunar y colaboran en guardar el material. Los Dragones y Hak se han encargado de desarmar el campamento y las chicas con Yoon se disponen a guardar las telas en el equipaje. Mio lleva tantos tejidos que no logra ver por encima de estos pero de pronto alguien aparece y toma varias, dejándola casi sin peso.

-No te sobre esfuerces, no hace falta que cargues con todo –dice Kija sosteniendo el gran montón de mantas con su gran mano derecha.

-Bueno, quería sentir que era útil –ríe y el peliblanco la observa con curiosidad.

Ella se fija en su garra y recuerda que el día anterior la entrelazó entre sus dedos, aquel momento le genera nostalgia pues ya lo había hecho anteriores veces en algún momento de su vida. Kija se percata que tiene la mirada puesta en su zarpa.

-¿Quieres volverla a tocar?

Mio levanta la mirada de golpe para encontrarse con los ojos azules de este. Él se pone nervioso pensando que quizás había sido indecente y los colores se le suben a su cara.

-Olvida lo que he dicho, perdóname por ser tan indebido –trata de ocultar su rojez con su mano humana.

Como si no hubiera escuchado lo último, se acerca a él y comienza a acariciar la parte externa de su garra. Kija se siente excitado y su corazón late muy deprisa, el contacto con esa chica le genera una marea de emociones y pensamientos, lo que más le confunde es que siente como si ya hubiera pasado esto antes.

ℓα ℓσвα ףυє αмαвα α ℓσѕ ∂яαgσиєѕ · AKATSUKI NO YONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora