- Kija... – lo nombra tras recorrer por su mente miles de recuerdos vividos junto a él.
Retrocede sobre sus pasos sin dejar de mirarse al espejo y se pregunta a si misma si él era realmente su decisión final. Agarra su cabeza y se revuelve el pelo de los nervios a la vez que suelta un rugido de vergüenza.
- Está bien... – se dice suspirando y poniéndose recta – Iré a decirle mi respuesta.
Mio sale de la habitación y anda por los pasillos buscando al elegido. Mira por todos los lados y no encuentra su paradero. Lleva ya 15 minutos sin hallar al joven peliblanco y se está desesperando, ¿cómo podía ser que tan poco tiempo le pareciera eterno?
Se sube a la barandilla para llegar al patio de un salto, sin embargo, una voz llama su atención.
- ¿Mio? – Pregunta una fémina.
- Harta de no saber que hacer con 4 lagartijas decide quitarse la vida... Lo siento, pero te recuerdo que eres inmortal – manifiesta un moreno con cierta burla.
- Esa no era mi intención, imbécil – se da la vuelta para observar a los reyes de Kouka.
- ¿Entonces? ¿Buscabas a alguien? – Continua la pelirroja.
- Así es – baja para ponerse al lado de la pareja –, a Kija.
- ¿A la serpiente albina? – Se queda pensativo y después eleva las cejas repetidamente – Oh, ya veo...
La peliazul chasquea la lengua y desvía la mirada al suponer que Hak había entendido el motivo.
- Bueno – tose ella – ¿sabéis por donde puede andar?
- Me parece que últimamente pasa bastantes horas en la biblioteca... – dice Yona llevando un dedo a la comisura de sus labios.
- En la biblioteca... – repite Mio – Vale, muchas gracias. Nos vemos luego – se despide apresurada.
- ¿Hm? ¿Por qué corre? – Cuestiona la reina sin comprender su actitud.
- Digamos que... se ha percatado de algo.
- ¿El qué?
- Ya nos lo dirá – pasa un brazo por el hombro de su amada.
...
La biblioteca estaba a la otra parte del castillo, de camino se topaba con gente y se entretenía, por eso tardó un rato. Con su poder podría haber arribado en seguida, no obstante, no lo utilizó para no generar destrozos.
Cuando por fin llega al portón que le llevaría al mundo de los libros, apoya ambas manos en él y comienza a hablar consigo misma.
- "Mira Kija, lo he estado pensando y tú eres el elegido" – menciona con una voz seductora y al instante sacude la cabeza – No, no, así no, suena prepotente... – piensa – "Kija, he decido entregarme a ti, acéptame..." Tampoco, parece que sea una orden... ¡Demonios!
Harta de no saber las palabras exactas, se envalentona y abre las puertas, ya le diría lo que le saliese en ese momento. La sala era enorme y en forma circular, las estanterías se extendían a muchos metros tanto de largo y ancho, habría miles y miles de libros.
Comienza a andar por el pasillo principal, al final del todo ve al peliblanco sentado en una silla de espaldas a ella, parece no haberse percatado de su entrada. Casa paso que da para acercarse a él es una palpitación fuerte, lo único que puede escuchar son los latidos de su corazón.
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ℓα ℓσвα ףυє αмαвα α ℓσѕ ∂яαgσиєѕ · AKATSUKI NO YONA
أدب الهواة" -¿Por qué? ¿Por qué? - Se preguntaba ella con un hilo de voz - ¿Por qué la vida es tan injusta? ¿Por qué deben morir los buenos y vivir los villanos? Una joven peliazul de ojos verde esmeralda se encuentra en las ultimas de su corta vida. No qui...