·XIII·

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AVISO: Si no vais al día en el manga puede contener spoilers. Ambientado en el 99-103.

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Unos metros más arriba, el resto del grupo continuaba batallando mientras que Mio y Shin-Ah subían por el camino de agua cogidos de la mano.

-Debemos darnos prisa, aguantando el puente no puedo utilizar mi velocidad –informa sin apartar la mirada del frente.

El peliazul no había escuchado a la chica, estaba demasiado ocupado pensando en sus cosas. De vez en cuando posaba su mirada en la unión de sus palmas, de esa única manera podrían subir los dos, ya que antes lo habían intentado y Shin-Ah al no tener ese poder se le había sumergido un pie, sin embargo al estar en contacto con ella podía andar, o en este caso subir por el agua.

La chica nota como cada vez él va más lento y se voltea para mirarle.

-¿Necesitas descansar? Si quieres puedo esconderte en alguna parte para que así nada te vea y te recuperes –propone Mio con una mirada de preocupación.

El enmascarado se queda absorto con la imagen que su vista puede apreciar. Los ojos de Mio no eran los de siempre, cuando se transformaba se les volvían más rasgados dándole una apariencia más canida no obstante esta vez eran distintos..., eran iguales a los suyos pero manteniendo sus característicos colores. Era extraño volver a ver ese tipo de ojos en alguien, sin embargo lo que más le llamaba la atención no era eso sino que aun considerándolos malditos, puestos en ella parecía todo lo contrario.

-¿Shin-Ah? –Insiste al no recibir respuesta alguna.

Justo cuando el chico va a decir algo, los dos sienten al mismo tiempo como si su corazón se hubiera detenido por un momento a la vez que visualizan a Zeno en su cabeza.

-¿Qué ha sido eso? –Pregunta Mio asustada procurando mantener el puente, pues eso le había hecho perder la concentración.

-Ouryuu..., está en peligro.

Tras aquella afirmación, apresuran el paso y llegan a la cima, dejándoles un mal sabor de boca al contemplar la escena que hay frente a ellos.

Zeno se encontraba en el suelo herido de gravedad y Yona lo abrazaba asustada, Yoon estaba cerca suya de rodillas con cara de confusión y delante de ellos un soldado que amenazaba a la princesa.

-Te dije que vinieras –la pelirroja coge más al rubio y lo aproxima a ella, indicando que no lo dejaría–. No te salvarás aferrándote a un cadáver.

Yona aprieta los ojos con fuerza y esto hace que varias lágrimas se le escapen, no podía creerse que volvería a estar presente en el asesinato de un ser querido.

El militar alza la espada para atacar sin embargo, una sombra repentina hace que mire hacia arriba, hasta hacía un momento el cielo estaba despejado. El enemigo alza la vista y al instante es introducido en una gran esfera líquida, en el extremo Mio controlaba el poder acuático con un aura oscuro.

-Desde aquí puedo notar el enfado de la hermanita... –susurra el Dragón amarillo.

-¡Zeno! –Solloza Yona.

-¡Zeno! –Brama Mio con fuerza para que a pesar de la distancia pueda ser escuchada– ¡¿Puedes recuperarte?!

-Sí. Sin duda... debe ser porque el castillo Hiryuu está lejos. Me estoy curando lentamente –gesticula en un tono normal pero Mio al tener la agudeza de un lobo logra oírle.

ℓα ℓσвα ףυє αмαвα α ℓσѕ ∂яαgσиєѕ · AKATSUKI NO YONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora