Capítulo 7: Sacrificio.

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¡Narra Luke!

- ¿Que mierda? -exclame al ver una horda de podridos acercándose a nosotros. Y delante de ellos venían mis compañeros de viaje.

Mike disparo nuevamente el arma que teníamos para evitar que mordieran a Isabel, ella lo estaba ayudándo a caminar. Demián y Jenny corrieron hacia nuestra dirección. Los niños al no cargar tanto peso se adelantaron.

- ¡Entren, rápido entren! -les dije ambos mientras sacaba mi machete de mango rojo.

Corrí en hacia la horda con la intención de ayudar a Mike para que mi novia pudiera estar a salvo. Atrás de mi me seguía los pasos el oficial Cárter con su arma apuntando a los pies de los podridos.

- ¡Tiene que darles en la cabeza! -le ordene al darme cuenta de su error-. ¡Esas cosas no son gente, ya le explique! ¡Matelos!

Él asintió y disparo al rostro de dos podridos que estaban próximos a Isabel. Mike imito la accion disparando su última bala, dándole a uno que se encontraba a su lado.

Llegue a donde se encontraban y rematando a varios podridos con mi machete, coloque el brazo de Mike sobre mis hombros.

- Corre a la casa de Patty -le dije a Isabel-. Él Sr. Jones te cubrirá.

Ella asintió y corrió hacia la casa con la mochila de las armas. El oficial disparo nuevamente dos balas, acabando con la maldita existencia de desafortunados podridos; él oficial corrió para ayudarme con Mike.

Entramos precipitadamente a la casa cerrando la puerta detrás nuestro. Los podridos impactaron contra la entrada intentando sin éxito llegar a nosotros. Estábamos a salvo y sin rasguño o mordedura, con excepción de Mike que ya estaba mordido.

Los chicos habían logrado traer la mochila con armas, una con ropa, otra con alimentos y la de los niños que tenia juguetes, libros, etc.

- Bien -dije al recuperar el aliento-. Debemos cerrar todas las entradas, ventanas o cualquier lugar donde los podridos puedan acceder a la casa. Tenemos que esperar a que la horda se aleje.

- ¿Como cuantos pútridos hay afuera? -preguntó el Oficial.

- Podridos -corrigió Mike.

- Acaso eso importa -exclamó enojado el oficial.

- Afuera hay como 30 de esas cosas -respondió Isabel a la pregunta inicial del oficial.

- Ok -hable-. Esto no va ser fácil.

(...)

Había transcurrido una hora desde que la horda había atacado y seguían llegando mas podridos, no debimos de haber disparado eso atrajo más. Bajaba por las escaleras regresando por quinta vez de la azotea, ahora en vez de haber 30 podridos había mas de 50 rodeando la casa.

Teníamos que salir de aqui y pronto, las puertas no resistirían para siempre y el ruido atraía a más y más podridos. Pero no había ninguna forma de salir de esta, no teníamos armas y con un revolver con dos balas, un montón de cuchillos y tres niños de carga no nos abririamos paso.

El resto del grupo estaba en el recibidor. Los Jones habían tomado pertenencias de su casa para cuando pudiéramos salir. El oficial se había cambiado de ropas, poniéndose su uniforme color café y un sombrero que usaba la policía de este condado.

- Sr. Jones ¿tendrá mas armas aparte de su revolver? -le dije al llegar al recibidor.

- Si -contesto de mala gana y camino en dirección de la estancia, le seguí junto con Patty. Abrió un armario donde, recuerdo, guardaban los abrigos de sus invitados. Dentro de este saco un baúl mediano color verde con las esquinas color oró.

Dentro de este baúl saco varias armas de fuego. Una semiautomática color gris, que tome yo. Un revolver clásico, que tomo Patty. Una arma muy pequeña como revolver, que quiso Mike, mientras que Isabel se quedo la arma que ya teníamos y el oficial le dio un cartucho para que la cargara. El arma de Isabel se parecia a la mía pero de color negro, y esta misma disparaba 12 balas y la mía solo 8. Le di una daga al oficial, que era de mi padre, él no la rechazo, ademas de portar su Colt Python.

Solo conocía el nombre de esa arma por que el oficial no paraba de mencionarla cada vez que visitaba su casa, cuando salia con su hija.

Nuevamente estábamos en el recibidor sentados en silencio. El oficial y su hija sentados en las escaleras, Mike y yo sentados junto a la puerta principal e Isabel se encontraba junto a la estancia con los niños, quienes se encontraban hablando de cosas de infantes. Nicholle y Demián tenían la misma edad (10 años) y Jenny era la menor (8 años).

- No logro comprender -comento en voz baja mi debilitado amigo-. Los padres de Isabel en menos de 15 minutos cambiaron, y yo llevó más de tres horas con una mordida en el hombro y todavía sigo siendo humano.

- Creo, no estoy seguro -respondí-. Esas cosas están muertas. Tienes que morir para ser uno de ellos. Las mordidas, al parecer te enferman -lo señale como ejemplo-. Al parecer te producen fiebre y al morir te reanimas como uno de ellos.

- Entonces ¿Como murieron los padres de Isabel?

- Por las mordidas, se desangraron.

- Lo bueno que evitaron que me desangrara -hizo una mueca que intentaba ser sonrisa.

- Lo bueno -repetí mirando al suelo.

- Tengo una idea -dijo en voz alta poniendose de pie, cargo su pequeña arma con seis balas y a duras penas comenzó a caminar hacia la estancia.

- ¿Cual? -cuestiono él Sr. Jones poniéndose de pie.

- Señor, ¿usted tiene algún vehículo? -pregunto Mike ansioso.

- Si, ¿por que? -respondió confundido.

- Bien este es mi plan -dijo Mike sonriendo-. Esta arma dispara 6 balas, así que saldré por esa ventana -apunto con su arma una ventana de la estancia-. Y con 5 balas alejare a los podridos de la cochera.

"Y con la ultima bala me volare los sesos -apunto el arma a su cráneo-. Así no sufriré al ser devorado mientras ustedes huyen de aquí al oír el ultimo disparo, ok".

- No te dejare hacerlo -me interpuse en su camino-. Dije que no te dejaría morir. Todavia hay esperanza, en el centro de refugiados debe de haber una cura para esto -señale su mordida-. No te dejare morir.

- Amigo -dijo colocándose a mi lado-. Dile a mis padres que los amo.

- No, tu se lo dirás -replique furioso-. Te prometí que llegarias al centro de refugiados, es mi responsabilidad llevarte.

- Ahora tienes otras responsabilidades -sonrió y miro a Isabel y sus hermanos-. Cuidate, te veré del otro lado.

Mike comenzó avanzar hacia la ventana, yo trataba de detenerlo pero el oficial impidió mi paso repitiendo "Es su decisión Luke, es su decisión". Mike abrió la ventana y le disparo a un podrido que le bloqueaba el paso (primera bala).

- ¡Aqui malditas porquerías, aquí estoy! -llamo la atención de los podridos, disparo nuevamente (segunda bala).

Comenzó a huir de los podridos que lo seguian. Nosotros tomamos nuestras cosas y fuimos velozmente a la cochera (tercera bala).

Subimos a una Van color tinto que le pertenecía a Sr. Jones, (cuarta bala). El oficial encendió el motor esperando la señal de Mike (quinta bala).

Después de unos segundos abrió la cochera automática, no habia mas que dos podridos, el plan funcionaba. Un silencio insoportable se hizo presente, solo se escuchaba el motor y los quejidos de los podridos. El silencio y la espera se rompió con estruendoso y alejado disparo (última bala, Mike esta muerto).

Isabel y Patty solotaron un leve soyoso. Los infantes quedaron sumidos en silencio. El Sr. Jones arranco el vehículo en dirección contraria a la horda. Y yo quede en shock, no había cumplido mi promesa, pero Mike tenia razón, debo proteger al grupo. Es mi responsabilidad.
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Siguiente Capítulo: Centro de Refugiados.

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