Supervivientes.

Capítulo 31: 30 Días sin accidentes.

¡Narra Luke!

Introduje mis manos a la cristalina agua del puro lago, levantando un poco del líquido vital que llevo rápidamente a mi rostro mojándolo. He dormido poco estos últimos dos días, tengo un mal presentimiento que se ha acrecentado mas hoy.

Siento como si algo estuviera a punto de pasar, algo que no podre evitar y que pondrá en duda la seguridad del campamento. Lo que mas quiero es evitar volver a vagar por el bosque y carreteras, llevamos un mes en estabilidad y no quiero que eso se arruine.

"30 días sin accidentes" me dije en un susurro mientras me ponía de pie. Mi responsabilidades habían aumentado y a la par con mi edad, ya que hace tan solo cinco días fue mi cumpleaños (2 de Enero), o eso creo.

- Ya todo un ventiañero -me dijo Isabel esa mañana-. Me siento toda una niña junto a ti.

- Isabel... -bufé- te superó por solo diez meses, tampoco exageres.

- Deja me sentirme joven y bella -dijo fingiendo ser ofendida.

- Eres joven -coloque mis manos sobre su cintura y atraje su cuerpo al mio-. Y muy bella -uní sus labios con los mios en un apasionante beso.

Ahora que lo recuerdo ese día fue bastante peculiar y fuera de lo común, el día estuvo soleado y ni un sólo ruido del exterior molesto. Pero eso ya no importa y a quedado en el pasado.

Parado en medio del campamento como siempre listo con mis armas esperaba al sheriff y al resto que iría a la lección de tiro. Hoy solo iríamos Shane, Mina, Jonny, Isabel, Eli, Steven y yo. Estas últimas semanas mi habilidad con las armas de fuego, que de por si eran buenas de forma espontánea, se habían acrecentado y parecia un verdadero pistolero. Aunque había mejorado, prefería el uso de las armas cuerpo a cuerpo, son más divertidas y creativas en su uso.

En estos últimos días se nos habían unido una pareja de muchachos de 14 años, una mujer joven y su hija, y un viejo taxista. El pequeño grupo llego en uno de los taxis de Atlanta, trayendo consigo la noticia de que no toda la ciudad fue destruida. Había esperanzas pero ya estamos en un lugar estable.

- ¿Estas listo chico? -dijo Rick pasando a mi lado.

- Siempre -me limite a responder eso. En pocos minutos todos ya estábamos a punto de partir y solo faltaba esperar a las chicas, como siempre.

- Vamos -dijo él sheriff al ver que llegaban los que faltaban. Isabel, Mina y Eli iban juntas hablando ignorando por completo mi presencia, Rick hablaba con su hermano y Steven con el mio. Sólo, como es costumbre últimamente, camine un poco apartado del resto para observar mi ambiente y practicar lo que me ha enseñado Elizabeth.

Siempre nos alejábamos del perímetro del campamento para evitar que los podridos llegaran a el. Hoy fuimos mas lejos de lo común donde el camino era algo rústico y lleno de obstáculos. Además de mis armas traía conmigo un pequeño radio para comunicarme con Demian, quien tenia el otro, por si había problemas. Estoy demasiado paranoico.

El ambiente era frío y el viento soplaba con fuerza, las nubes de color gris profundo tapaban cualquier visión del astro rey, amenazando consigo una nevada. El bosque parecía decaído, oscuro, misterioso y con pocas señales de vida (o muerte) en sus alrededores.

- Realmente es un día triste -una melódica voz capta mi atención-. ¿No crees tigre?

- Sí -le respondí a mi "mentora" quien se había alejado de las chicas para venir a mi lado. No puedo adivinar sus intenciones.

- Seria un buen momento para que apliques lo que haz aprendido.

- ¿Con qué? -le pregunte sin interés.