Capítulo 47: El Centro de Control de Enfermedades.

572 42 4
                                    

¡Narra Luke!

Era el día numero 100 después de que Georgia fuera plagada de podridos, el sol estaba en lo alto azotando con fuerza en la gran y muerta ciudad de Atlanta. Tan solo hacia menos de 24 horas que por fin comprendía el verdadero valor de los que me rodean, de lo importantes que son para mí. Eran mi familia. Y ahora... como si el destino se quisiera burlar de mí, mi amigo Barry West había sido devorado por una gran horda de muertos.

Ya habíamos dejado muchas calles atrás a aquel valiente acto de amor y amistad, pero el dolor nos seguía como una sombra cruel y burlesca, que nos recordaba constantemente lo sucedido hacia un par de horas. El llanto silencioso de la amada del joven miembro de las fuerzas SWAT era evidencia suficiente del dolor por el que pasábamos varios, nadie hablaba, acompañados de las penumbras de una casa abandonada recargábamos fuerzas e intentábamos... ¿A quién carajos engaño? No superaríamos esto con facilidad.

Ocultaba mi rostro entre mis manos, estas tenían un ligero temblor que me enloquecían. Seguía sin poder aceptar que Barry haya tomado esa decisión, hubiéramos podido escapar y tal vez en el CDC... tal vez hubiera una cura.

"- No te dejare hacerlo... dije que no te dejaría morir. Todavía hay esperanza, en el centro de refugiados debe de haber una cura para esto... No te dejare morir."

Barry pudo haberse salvado... él lo pudo haber logrado... Mike...

"- Ahora tienes otras responsabilidades... Cuídate, te veré del otro lado."

No los salve, a ninguno de ellos... Varias lagrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas, me carcomían los recuerdos de mis errores, yo debía proteger a todos, siempre fue así desde un inicio. Fracase, y muchas veces, perdí a mucha gente que no logre salvar y extinguí muchas otras vidas inocentes. Era un total fracaso...

- Luke... -el susurro de Isabel me toma por sorpresa.

- Dime -respondí con voz grave sin mirarla, no quería que me viera así de débil, maldición, me comportaba como un niño.

- Mírame, Luke -pidió con voz preocupada pero cariñosa. Yo solo me limite a negar.

Ella dio un largo y pesado suspiro, con voz dura pero comprensiva comenzó a hablar-. Sé que no quieres que te vea así, destrozado y en tu momento de vulnerabilidad, ya que piensas que todo se irá al carajo si vemos a nuestro líder débil. Lo entiendo perfectamente, Luke. Pero debes recordar que yo soy distinta.

- ¿A qué te refieres? -cuestione con voz ronca.

- Antes tú me dabas fortaleza -dijo-. Tus acciones, tu confianza, tu inteligencia, tú me dabas la fuerza que yo no tenía. Solo pocas veces vi tu debilidad, tu lado vulnerable y destrozado, pero jamas lo compartiste conmigo. Nunca me buscaste para que te diera apoyo moral o emocional, siempre fui la que buscaba eso de ti.

- No entien...

- Lo que trato de decir es que conmigo no siempre debes ser fuerte. Sé que debes serlo frente al grupo, para que ninguno de nosotros pierda la esperanza y se contagie de tu valentía como siempre lo hice yo. En este tiempo separados aprendí a encontrar la fuerza que me faltaba y ahora ya no me acobardo tan fácil -levante levemente el rostro, a pesar de la oscuridad pude notar que varias lagrimas cruzaban sus mejillas para terminar en su mentón. 

- Y ahora tú necesitas de alguien que te apoye. Necesitas encontrar fuerza para poder compartir con el resto. Y sabes, me tienes a mí, siempre me tuviste. Amor, no debes temer el llorar frente a mío, también era mi amigo... también me duele, pero debes aprender a compartir tu dolor con los que te aman, para que te puedan ayudar...

Supervivientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora