Capítulo 39: Caso Resuelto.

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La farmacia estaba totalmente sola, las moscas revoloteaban sobre el fresco cadáver de Derek. Dimitri se había ido del lugar y los ruidos de lucha en la habitación de los podridos habían cesado. Todo parecía muerto y desolado.

Un quejido, ¡humano!, es escuchado por la nada, proviene de la habitación que minutos antes sería catalogada por Dimitri como la tumba de Steven. El ruido se intensifica y ahora se escuchan golpes y movimientos erráticos, para dar paso de nuevo a un silencio, esta vez no un silencio de muerte y desolación, sino uno de confusión y reincorporación. Uno, la puerta se sacude con violencia ante el golpe del zapato del chico. Dos, los goznes comienzan a flaquear ante las patadas increíblemente fuertes del superviviente. Tres, la silla que evitaba el escape del asiático se separa del picaporte, dando posibilidad de escape. Cuatro, la puerta sede y se desploma por la fuerza del último golpe. Una nube de polvo es levantada y entre ella una figura humana se yergue con cautela. Steven esta vivo.

- Malditos -dijo en voz baja saliendo por completo de la pequeña habitación. Su rostro y ropas estaban salpicadas por sangre oscura y podrida, apenas podía soportar la peste que lo rodeaba. Agradeció a la nada que la sangre no haya entrado en su boca u ojos. Limpio un poco su cuchillo con el que se había encargado de los muertos y lo guardo en su cinturón.

"Ahora entiendo a lo que se refería Luke. Espero que este bien" pensó el chico mientras que inconsciente busco un lavabo para desmancharse su rostro. A los segundos encontró el cuarto de baño que solo contaba con un inodoro y un lava manos.

Giro la llave del agua y el vital líquido corrió con fuerza hacia el desagüe. Paso sus manos y las lavo, siguió con su rostro y un poco su ropa. Lo hacia con calma, lo tomaba como una forma de relajarse después de un susto de muerte. Paso por encima ves sus manos por su rostro y tallo con fuerza para luego quedar mirandose al espejo.

"Saori" se dijo mentalmente, el agua seguía corriendo y solo se miraba al espejo. Su rostro, ya más limpio, se veía pálido, más de lo normal. Lo único que lo hacia mantenerse con vida era ella, su hermana era motivo suficiente como para arriesgar la vida, inclusive estaba dispuesto a matar a quien sea por ella.

- Debo buscar a Luke -dijo volviendo a la realidad-. Y salir de aquí con vida.

Salio del cuarto de baño y regreso sobre sus pasos. Tomo la balija de medicinas. Dimitri jamas contó con que Steven saldría con vida así que dejo atrás la valija para completar su plan. El chico asiático miro por unos instantes el cadáver de Derek.

- Maldición -murmuro-. Este tipo si que esta loco. Luke siempre tuvo razón.

Camino por las estanterías dispuesto a salir cuando recordó algo. Su gorra. La había perdido al momento de ser empujado a la habitación. Así que sin prisa regreso y la junto del suelo, estaba intacta, la coloco sobre sus cabellos y sonrió instintivamente, ahora estaba listo. Cruzo la puerta en busca del chico Blake.

(...)

Sus ojos abiertos como platos miraban, atónito, al chico. Su mente no daba crédito a las palabras de Luke y su mano dudaba en jalar el gatillo o no. Su mano temblaba y su voz trataba de soltar palabras coherentes, aunque solo emitía pequeños ruidos. El chico gruñía de dolor y poco a poco perdía la compostura. El oficial jamas lo había visto así, roto, con miedo y destrozado. Él no mentía, realmente había pasado eso.

- N... no -tartamudeo mientras se retiraba de encima de Luke-. No es posible... ¿Cómo...? No, ¡no! ¡No es posible!

- Es cierto -respondió con dificultad el chico-. Ella estaba... Estaba embarazada. No quería que lo abortara, no quería... Pero... Lo hizo... Aborto.

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