Capítulo 44: Nunca Más

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¡Narra Luke!

El dolor no había desaparecido, a pesar de mi inconsciencia lo sentía y el dolor solo significaba una cosa, seguía vivo. Con dificultad moví mis párpados y mis pupilas pudieron ver el triste y sombrío concreto, seguía boca bajo como me habían dejado, solo que ahora mis muñecas estaban amarradas tras mi espalda. Solté una leve risa, seguía con vida.

- Miren chicos -escuche la voz de Ronald-. El maldito traidor sigue con vida. Creo que me deben un par de cervezas.

Reaccioné, era como si un balde de agua fría cayera sobre mí. La pequeña sonrisa se borró de mi rostro y como loco intenté ponerme de pie, estaba desesperado, no tenía tiempo que perder y debía salvar a mi grupo. Ronald al ver mis vanos esfuerzos de ponerme en otra posición menos vulnerable sin ayuda de mis manos, me tomo del cuello de la camisa y me puso de rodillas dándole la espalda a él.

- Más te vale que no intentes nada, idiota -me ordenó.

Sin responder nada gire mi cabeza para buscar a Danielle con la mirada, estaba a mi derecha, atada y detrás suyo estaba Joy. La pequeña sollozaba con miedo y tristeza, de seguro se imaginaba lo peor. Tuve un arranque de rabia al verla así y, haciendo caso omiso a la amenaza de Ronald​, intenté ponerme de pie. En consecuencia recibí un fuerte golpe por parte del hombre con el bigote más mal cortado que he visto, él golpeó justo por debajo del cuello en la espalda alta.

- ¡Te dije que no te muevas escoria! -me reprochó. Ronald era un tipo de piel blanca y bronceada, era más bajo que yo, tenía un abundante bigote en su rostro cansado y delgado. Quede quieto y temblando de rabia, ¿por qué le harían esto a una pequeña niña? Ella no tenía la culpa de nada. Al igual que mis amigos, debía salvarlos pero no sabía cuánto tiempo había pasado, ellos podrían estar muertos en estos instantes.

- ¿Cuánto tiempo a pasado? -pregunte si mirar a nadie.

- Cállate -se limitó Ronald.

- ¿Cuánto tiempo a pasado? -elevé mi voz.

- ¿Qué no escuchaste? Cállate -repitió Ronald

- ¡¿Cuánto tiempo a pasado?! -grite ignorando a Ronald.

- ¡Bastardo! ¡Que cierres el maldito...! -gritaba Ronald intentando golpearme.

- Cinco minutos -hablo Simón que estaba a mi izquierda. Sorprendido, gire mi rostro para verlo, el me miraba melancólico y hablaba con tranquilidad y rudeza-. Solo han pasado cinco minutos desde que te desmayaste -dijo mirándome fijamente.

Yo asentí repetidas veces para volver mi mirada al suelo, el golpe que iba a darme Ronald nunca llegó, quede en silencio. "Cinco minutos" repetí mentalmente, mi mirada parecía la de un desquiciado que observa la nada. Tenía muy poco tiempo para poder llegar a donde estaba mi grupo y salvarlos de Joé, muy poco tiempo; además de la tercia de idiotas que me mantenían bajo custodia.

"Podrías matarlos" sugirió la molesta voz en mi cabeza, su presencia de había vuelto muy recurrente este último mes. "Pondría en peligro a Danielle y los dos quedaríamos muertos" le respondí a la voz, sinceramente parecía un loco. Pero podría intentar convencerlos de que nos dejen ir, si, esa era una buena idea porque Simón y Joy eran buenos sujetos, "Te olvidas de Ronald".

Ronald, ese era un verdadero problema que debía resolver lo más pronto posible y tal vez tendría que matarlo, aunque detesto matar, deberé hacerlo para poder salvar la vida de mis amigos y de Danielle. "Haré lo necesario para proteger a mi familia, aunque me convierta en un asesino"  las palabras del padre de Patty retumbaron en mi mente, pero ahora como si él mismo me lo estuviera aconsejando, por lo tanto lo haré, mataré a quien me impida salvar a mí grupo. Pero ¿cómo? ¿Cómo me podré liberar de mis ataduras? ¿Cómo?

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