¡Narra Luke!
- ¿Qué mierda vamos a hacer? -dijo Barry mientras con los puños golpeaba la mesa.
- Dejarlo -hablo Dimitri desde una esquina de la habitación-. Es muy arriesgado y no tenemos muchas armas.
- No pienso dejarlo -lo mire desde el otro lado del lugar con odio-. Rick me salvo la vida y ha mantenido al grupo a salvo todo este tiempo. No te atrevas a pensar eso.
- ¡Tú! -dijo alargando la vocal y con el cinismo del mundo-, no me mandas. Ni él -concluyó refiriéndose al sheriff.
- Deberían hacerle caso a su amigo -intervino nuestro rehén, quien estaba amarrado a una silla a la mitad de la habitación, su rostro estaba golpeado por Barry. Su nombre era Miguel, un chavo de diecisiete de origen latino, ya que medio hablaba el inglés.
- Están bien pendejos -continuó el chico- si creen que pueden con nosotros. Raúl los matara y...
- Mira pedazo de basura -lo tome de su camiseta de resaque y le dije en español- tú no...
- Esto no nos lleva a ningún lado -hablo nuestro mas reciente miembro del grupo, el Sr. Obama.
- El Sr. Obama tiene razón -habló finalmente Jonny-. No tiene caso que peleemos.
- Ya di mi opinión -dijo Dimitri caminando hacia la puerta-. No perderé mi tiempo.
El maldito salió de la habitación dando un tremendo portazo. Poco después de que Barry llegara sin nuestro líder buscamos un refugio regresando a la ciudad. Una pequeña casa a las afueras es nuestro escondite, nuestros transportes afuera y una soga nos han bastado.
- Chico -le hable al prisionero de guerra en su lengua madre-. Ya sabemos donde esta tu grupo, no es necesario que seamos hostiles, solo ocupamos saber porque atacaron a nuestra gente y llegaremos a un acuerdo.
- Los medicamentos -indico cabizbajo-. Son nuestros.
- ¿A caso dice sus nombres?
- No, pero por derecho a antigüedad son nuestros.
- ¿Cuántos son? -cambie de tema.
- Cincuenta -fanfarroneo.
- Barry -mi amigo se paro a mi lado-. Cubrele el rostro.
Barry atendió mi pedido y le puso un saco en la cabeza. El Sr. Obama, Barry y yo salimos de la habitación dejando a Jonny costudiando al prisionero.
- Tendremos que negociar con ellos -dije en un suspiro con resignación-. Aunque dudo que haya tantos en el grupo del chico...
- Quieres evitar problemas -complementa West-. Yo igual, pero estos medicamentos nos harán falta Blake y lo sabes.
- Es la única opción.
- No -dice el presidente firmemente-. ¿No funcionaria rehén por rehén? Es un trató justo.
- Si son como el chico -aclare- no son personas muy amistosas y no les bastará.
- Rick y yo encontramos unos cuantos bebés de paso al hospital -intervino el castaño sacando de una valija dos rifles con mirilla de francotirador-. Dos de nosotros podríamos estar en azoteas de casas contiguas al refugio de ellos y si las cosas se ponen feas le volamos la cabeza al tal Raúl.
- No apruebo mucho eso pero es la única opción chico -secunda el Sr. Obama a mi amigo.
- ... La única opción -susurré y a mi mente vinieron un mar de recuerdos. El sacrificio de Mike, el oficial matando a sangre fría a los hombres de Joé en la estación de policía, a Patty en el nosocomio siguiendo los pasos de su padre, la mentira que le dije a Conors, la destrucción de Atlanta. Todas y cada una de ellas se creyeron que era la única opción, pero no, había otras opciones. ¿Esta vez habrá otra opción?
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Supervivientes.
Sci-fiMatar o Morir, es la ley básica de la supervivencia, la regla fundamental en el nuevo mundo, un mundo azotado por un extraño virus que trae a los muertos de regreso a la vida. Estos "podridos" rondan por cada confín del globo alimentándose de carne...