Supervivientes.

Pecados del Pasado (3)

¡Narra Luke!

El viento soplaba con calma y despeinaba mis cabellos de mediano tamaño, eran castaños y muy usuales, pero me gustaban. Era otoño y el sol caía por el horizonte pintando el cielo de matices anaranjados, rojos y violetas. El humo de mi cigarrillo revoloteaba al compás de la ventisca, mientras descansaba entre mis dedos.

Inhale profundamente, en mis fosas entraron el peculiar olor de la nicotina mezclados con el aire fresco de una parte alta del poblado. Solté un largo y relajante suspiro, mientras que a mi mente venían pequeños recuerdos de los últimos años. Mi vida no podía ser mejor, tenia salud, amigos, familia, inteligencia y, sobre todo, novia.

Linda Patricia Jones, la chica más jodidamente bella con la que pudiera estar. Carismática, inteligente, cariñosa, comprensiva, fuerte, hermosa y me amaba. ¿Qué más se puede pedir?

Mi suerte era genial y parecía estar para largo, al fin y al cabo sólo tengo 18 años ya todo un adulto, podía vivir como quisiera. "Derecho" pense sin apartar la vista de la puesta de sol, tal vez sea una carrera muy común y sin chiste para el potencial con el que me catalogan, pero me gustaba. Ser un héroe que meta a la escoria al agujero en el que pertenece, es muy apasionante y valeroso.

"- Luke -me había dicho con su dulce voz mientras descansabamos en una banca del parque-. ¿Sabes cuanto tenemos de relación?
- Claro -le respondí con seguridad-. Jamas me olvidaria de algo tan importante. Faltan tres meses para cumplir cuatro años, el 20 de diciembre.
- Cuatro años de felicida.
- Cuatro años estando a lado de la chica más linda sobre la faz de la tierra.
- Cuatro años..."

- Eso tan sólo fue ayer -dije con una sonrisa infantil en mi rostro, ya que el solo recordar el tiempo con el cual me he relacionado con Linda era una verdadera fuente de satisfacción. ¿Quién diría que duraríamos tanto juntos?

Todo era color de rosa y esperó que no se torne negro, no podía vivir sin ella, seria una verdadera tortura que después de tanto tiempo se arruinara todo. Un escalofrío recorrio mi cuerpo, de una u otra manera era muy intuitivo (cosa heredada de mi madre). Siempre presentía si algo se iba a poner feo o todo iba a irse al carajo, así era y no me gustaba que lo estuviera sintiendo ahora. Algo andaba mal.

"Escuela cien por ciento libre de humo" leí mentalmente en el letrero de la pared en la cual estaba recargado, mire mi cigarrillo con ironía y le di una calada. Sabia que no era bueno fumar, pero era tan jodidamente satisfactorio y emocionante, moriré de cáncer pero no lo dejaba. ¿Qué mas da?

Gire mi rostro a la dirección contraria de donde de encontraba el cartel, exactamente a mi siniestra, y la vi. A lo lejos se acercaba ella, la chica que amaba, sonreí de oreja a oreja. Pero no duró mucho mi felicidad cuando devise su rostro con nitidez, estaba aterrada y triste. ¿Sera esto lo que provocó mi escalofrío? De seguro que si.