Pecados del Pasado (2)

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¡Narra Elizabeth!

El frío calaba mis huesos, se notaba que el invierno se acercaba. Caminaba a lado de mis "amigas" desde la central de autobuses. Otro día mas en la universidad había terminado.

Asistía a la universidad de King, la mas cercana a mi hogar. Vivo en el pueblo de OrangeVille a media hora del pueblo antes mencionado y a unos cuantos días de Atlanta.

Las chicas hablaban de temas frívolos y aburridos para mi interés, así que decidí perderme en mis pensamientos. Si soy sincera nunca he considerado a nadie como amigo, nadie a llegado a ganarse mi verdadera amistad. Mis compañeras son muy estúpidas e inútiles.

¿Por qué estoy con ellas? Sencillo, son una verdadera mina de oro. Son hijas de gente influyente y rica, en pocas palabras son mi boleto de salida de la pobreza. Son una palanca que me ayudara a abrirme las puertas en esta sociedad.

Suena egoísta, pero yo soy una egoísta. Mi forma de ser no es como la del común denominador, de pequeña me consideraron una prodigio en todo lo que quisiera. Yo me auto considero una genio, ya que comencé a leer a los tres años, se por lo menos diez idiomas a la perfección, estoy a nada de encontrar un nuevo elemento en la tabla periódica, se hacer el calculo integral de forma mental, y muchas otras cosas mas.

Pero mi mejor cualidad es mi capacidad de deducción. Al leer a muy temprana edad los míticos libros del ficticio y famoso detective inglés Sherlock Holmes, del autor Conan Doyle, aprendí a usar sus métodos deductivos por medio de la observación que me a permitido saber mucho de las personas con tan solo verlas.

De pequeña hice un juramento al igual que mi primo Dimitri, que también es muy inteligente pero no me llaga a los talones, y es que solo pensaríamos en nosotros mismos y nos apoyariamos en nuestros proyectos futuros. En mí sigue presente la promesa pero no le tomo importancia.

- ¿Y qué dices Eli? -esta pregunta me desconcierta un poco, con tan sólo verlas me doy cuenta que hablan del capitán del equipo de Basquetbol. Un idiota bien parecido.

- No esta mal -les respondo segura de mi conclusión.

- No esta mal -repite mis palabras-. Por Dios niña es súper sexi.

Todas comenzaron a reír y parlotear sobre el chico, simplemente me limite a reír un poco y oírlas. Este era su tema preferido de conversación, los chicos. Constantemente hablaban de sus ex novios y sus aventuras, bla bla bla.

A comparación de ellas nunca he tenido novio, ni nada intimo con nadie. Siempre he preferido la soledad, esas banalidades del amor son cosas que no aguanto y prefiero mantenerme lejos de ellas.

Entramos a mi casa, las había invitado a comer muy a mi pesar, tenía que ser amable y ganarme su confianza para poder sacarles todo el dinero que pueda. Mi madre las recibo de forma amable y muy hogareña, ellas aunque respondieron de forma educada se les notaba una gran incomodidad al estar en una casa no tan lujosa como las suyas, son demasiadas consentidas y soberbias.

Subimos a mi habitación mientras mi madre terminaba la comida. Al entrar continuaron con los falsos halagos a mi casa y cuarto. ¡Que hipócritas!

- Arde -dijo mi amiga, en si nunca me tome la molestia de aprenderme los nombres ya que nos decimos "amiguis", vaya tontería-. Ese idiota me rasguño mucho.

A la salida de la Universidad un extraño sujeto se le abalanzó a la otra rubia del grupo lográndola solo rasguñar su delicado cuello de princesa. Si no fuera por mí ese sujeto la hubiera... ¿mordido?, o eso creo que quería hacer.

- Ven vamos al baño -le dijo la morena del grupo-. Eli ¿dónde esta?

- Al fondo de este pasillo -le indique abriendo la puerta de la habitación y apuntando a una puerta de madera al final del largo pasillo del segundo piso.

Supervivientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora