Parecía que el tiempo se hubiese detenido. Las personas que antes ocupaban todo el espacio, se habían dispersado. Todo rastro de lo que había acontecido hacía unos minutos, había desaparecido.
La única evidencia de lo que había sucedido, era JungKook quien se mantenía inmóvil en el medio del pasillo justo donde Hani lo había dejado. Mantenía su brazo estirado y la mirada pérdida como si se negara a creer lo que acababa de pasar.
Dudé si correr detrás de Hani, pero sabía que enojada como estaba, no escucharía ni una palabra de lo que le tuviese que decir, por lo que concluí que la mejor opción sería ayudar a JungKook quien se veía como si estuviese a punto de romperse.
Dirigí una mirada por arriba del hombro a Suga quien se mantenía detrás. Cuando nuestros ojos se encontraron, asintió comprendiendo la situación y se alejó dándonos privacidad.
Despacio y con mucho cuidado, me acerqué a JungKook y pasé mi brazo sobre sus hombros en un intento por sacarlo de su desorientación. Esta pequeña acción hizo que se sobresaltara, y como si la realidad lo hubiese abofetado nuevamente, sus ojos me observaron llenos de dolor.
Mientras guiaba a JungKook hacia el patio interior del recinto, ninguno de los dos habló en todo el camino. Los pasillos se sentían extrañamente vacíos y fríos como si la gente al vernos se alejara con la intención de evitarnos.
Al atravesar una de las puertas hacia el exterior, me senté en uno de los escalones de la entrada y palmeé el frío suelo invitándolo a que me acompañara. JungKook se despotricó al lado y fue en ese momento que empezó con la verborragia. Lo dejé hablar sin interrumpir, sabía que lo necesitaba a modo de catarsis.
-No se ni por donde empezar- Jugueteaba con sus manos intentando ordenar sus ideas -No planeaba que las cosas salieran de esta manera. Es decir, si es verdad que estoy celoso de Park Jimin pero era algo que estaba dispuesto a sacrificar si es lo que hace feliz a Hani.- Soltó una risa pero la emoción no llegó hasta sus ojos -Pero ésto cambió el día que decidí comenzar a investigarlo. Si estaba dispuesto a dejar ir a Hani, quería hacerlo con la seguridad de que ella estaría en buenas manos.- Apretó sus puños recordando algo que le producía una sensación de enfado e incomodidad -Sabes que en la universidad corren rumores de lo playboy que puede llegar a ser Jimin, no?-
Asentí, había escuchado varias veces distintas historias pero al fin y al cabo eran rumores, difíciles de creer cuando era uno de los más prestigiosos e inteligentes de todo el campus.
-Se que ésto puede sonar como una locura o como si fuera paranoico, pero tenía que comprobarlo por mi mismo. Por lo que una noche me escondí cerca de su habitación con la intención de seguirlo.-
Hizo una pausa como si esperara recibir una mirada acusadora pero al darse cuenta de lo concentrada que estaba analizando con cuidado sus palabras, continuó con el relato.
-Alrededor de la 01:00 lo vi abandonar la habitación y dirigirse hacia su auto. Decidí que para mantener una distancia rigurosa y no levantar sospechas, lo mejor sería seguirlo en un taxi. Temía que si tomaba el auto de Hani, el lo reconociera-
O peor aún pensé, ella se volvería histérica cuando se enterara que lo había tomado sin permiso. Recordé la vez que alguien había rayado por accidente una de las puertas, Hani sin piedad le había hecho pagar hasta el último centavo para que la pintura volviese a estar en excelente estado.
-Luego de 25 minitos de viaje, se detuvo en un bar llamado "Red". Esperé y esperé hasta que al fin, luego de varias horas lo vi salir.- Había bajado considerablemente su tono de voz por lo que tuve que hacer un esfuerzo para escucharlo claramente. -E-el llevó a una chica hasta el interior de su auto. Se estaban besando y ella comenzó a quitarse la ropa- Escondió su rostro entre sus piernas -No pude hacer nada aún sabiendo que eso lastimaría a Hani, soy un cobarde.- Su voz se quebró en la última palabra.
-No había nada que pudieras haber hecho para impedirlo- Dije segura. Entendía la impotencia que sentía JungKook pero lo cierto era que conocía a ese tipo de personas, y rara vez cambiaban su actitud.
-¿Sabes que es lo peor?- Levantó su rostro dejando ver sus ojos llorosos llenos de frustración. -Luego de eso lo seguí por varias noches más con la esperanza de que mi mente me hubiese jugado una mala pasada por el cansancio la primera vez, pero el resultado fue el mismo.-
Nos mantuvimos varios minutos callados, ambos sumidos en nuestros pensamientos. Mi mente maquinaba un plan tras otro.
-Por lo visto no servirá de nada intentar convencer a Hani, ella se encuentra demasiado enamorada como para ver las fallas que tiene Jimin.- Suspiré -Hablaré con ella pero no creo que eso cambie nada a menos que lo vea con sus propios ojos.-
-No hay peor ciego que el que no quiere ver- murmuró JungKook -pero ella se encuentra privada de todos los sentidos. Tengo que hacer algo antes de que sea demasiado tarde, incluso aunque eso signifique que ella me odie.-
-No estás sólo en ésto.- Apoyé mi mano encima de la suya -Haremos lo que sea necesario.-
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El Hilo Rojo (Taehyung y Tu)
Fanfiction_____, una chica de 18 años que no creía en el amor. Él, un chico que haría cualquier cosa por ella. Almas gemelas destinadas a encontrarse.