Me pasé la tarde del sábado tendida en la cama. Ropa cómoda, mi cabello recogido en una coleta. Hani había salido por lo que aporveche para zambullirme en la lectura.
En algún punto, Taehyung se había deslizado en la habitación sigilosamente y se había acomodado contra el respaldo de la cama. Recosté mi cuerpo contra el de él como si fuese una almohada. Sus manos descansaban sobre mi abdomen. Podía sentir su mentón apoyado sobre mi cabeza y su respiración tranquila y acompasada contra mi cabello.
Nos mantuvimos así por varios minutos. Minutos en los que sólo se escuchaba el ruido de mis dedos al cambiar de página.
-¿Qué estás leyendo?- Finalmente la voz de Tae rompió el silencio.
-Un libro- Contesté distraída. Podía imaginarlo poniendo los ojos en blanco.
El agarre de sus brazos se había hecho un poco mas fuerte y ahora descansaba su mentón en la curva de mi cuello. Su respiración me hacía cosquillas y disipaba mi concentración. Tuve que releer varias veces la misma oración intentando comprender cada palabra.
-Ese libro es aburrido- Su voz profunda resonó cerca de mi oído.
-No...no lo es- Contesté luego de una pausa. Sus labios trazaban de arriba a abajo mi cuello y hombros.
-Entonces porque has estado leyendo la misma página desde hace quince minutos.- Mierda. Se dio cuenta.
-Porque yo...quiero decir...tu- Mi voz se apagó incapaz de formular respuesta alguna. Podía sentir su respiración en mi nuca.
-Conozco algo mucho más divertido- Su voz grave erizó mi piel y envío esescalofríos a través de mi columna vertebral.
Una de sus manos alcanzó mi coleta y tiró de ella haciendo que mi cabello cayera en cascada. Me giré para poder besarlo. Sus labios se sentían suave contra los míos y generaban en mi una adicción desconocida.
Con un poco de valor mordí su labio inferior en un intento por tomar el control de la situación pero solo logre sacarle un quejido. Lo había mordido más fuerte de lo que pretendía.
-Lo sient...- No terminé de completar la oración. Sus labios cubrieron mi boca nuevamente. Podía sentir sus cálidas manos recorrer mi abdomen por debajo de la ropa.
Me separé un poco para quitarme la blusa. Aprovechando el momento, Taehyung giró rápidamente haciendo que cayera sobre el colchón con él arriba.
Ambos reímos. Se enderezó para quitarse la camisa y fue en ese instante que noté el leve temblor de sus manos al desabrochar uno a uno los botones. Sus mejillas estaban levemente enrojecidas. ¿Taehyung poniéndose nervioso de mi? No lo podía creer. Era algo que me resultaba extremadamente tierno.
-¿Te ayudo?- La pregunta pareció desorbitarlo. Cubrió su rostro con una mano y se detuvo por unos instantes.
-_____- Pronunció mi nombre como si fuera sagrado. -Eres tan hermosa que no puedo evitar ponerme nervioso. Apuesto que me veo como un idiota.- Bajó su mano y observo mis ojos.
-El idiota más tierno del mundo- Dije al tiempo que mis labios se estrellaron contra los suyos en un beso cargado de sentimientos.
Su lengua se abrió paso hacia el interior de mi boca. Mis brazos descansaban en su espalda. Podía sentir el peso de su cuerpo contra el mio y calor, mucho calor. Mi cuerpo ardía con el roce de sus manos.
-¡_____! ¡_____!- La puerta de la habitación se abrió haciendo que ambos pegásemos un brinco.
Hani se detuvo en seco. Le llevó unos milisegundos darse cuenta de la situación; en cuanto lo hizo, sus ojos se abrieron como platos y su boca formó una enorme "O".
Hani tosió dándose vuelta en un intento por disimular.
-No hay de que preocuparse. No he visto nada.-Mi rostro se había vuelto un tomate de la vergüenza. Taehyung nos cubrió a ambos con el edredón y al ver que era incapaz de pronunciar palabra alguna, habló dispuesto a disipar la tensión del aire.
-¿Hani que se te ofrece?- Su voz salió como un hilillo apenas audible.
-¿Qué se me ofre...¡Tu! ¡Taehyung fuera!- Dijo con tono firme señalando la puerta.
Taehyung saltó de la cama, se vistió como pudo y ambos abandonaron la habitación dejándome atónita.
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El Hilo Rojo (Taehyung y Tu)
Fanfic_____, una chica de 18 años que no creía en el amor. Él, un chico que haría cualquier cosa por ella. Almas gemelas destinadas a encontrarse.