Pesadilla

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Los siguientes días de la semana se pasaron como un borrón. No podía creer que siendo la primer semana de universidad, ya me hubieran mandado preparar un proyecto, dos tesis y ya tuviera fecha para los exámenes. Definitivamente esto era una locura.

La hora del almuerzo se volvió mi escapatoria, era el único momento que tenía realmente libre para poder estar con mis amigos. Disfrutaba pasar tiempo con Hani y JungKook.

Había descubierto que tenía muchas clases en común con éste último, lo que hacía que no fuesen tan aburridas. Por las noches caía rendida del cansancio; admiraba la capacidad de Hani de adaptarse a este ritmo agotador.

Como todas las noches, seguí mi ritual, un baño caliente y a dormir. Le di las buenas noches a mi compañera de cuarto y no tardé en caer en profundo sueño.

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La noche era cálida, una suave brisa movía mi cabello. Las olas golpeaban contra las rocas produciendo un armonioso y relajante sonido.

La luna, la cual brillaba alta y clara en el cielo, le daba a todo una iluminación fantasmagórica, pero no daba miedo, no. Eso hacía que esa noche se diferenciara de cualquier otra, le otorgaba un toque mágico que temía romper.

Siento como unas manos envuelven mi cintura. Se sentían cálidas contra la piel de mi abdomen. Relajé mi cabeza hacia atrás, en el torso desnudo de esa persona. Una sensación familiar me inundó enseguida; podría quedarme en esa posición por siempre.

De repente, esas manos me sueltan. Ya no estoy envuelta en esos brazos firmes. Me siento vacía, sola. Un inmenso dolor en el pecho hace que caiga sobre mis rodillas.

A lo lejos, bien a lo lejos veo como se aleja de mi. Intento correr pero mis piernas se sienten pesadas, me levanto pero vuelvo a caer. Mis rodillas duelen por el impacto, pero no me importa, intento seguir adelante una y otra vez.

Grito, grito de desesperación y frustración. Intentó decir su nombre, pero al abrir mi boca, de ella no sale sonido alguno. Su nombre, ¿cuál es su nombre? Intento recordarlo, pero no lo logró, ésto produce un dolor punzante en mi cabeza.

Se aleja, se aleja de nuevo y no he podido evitarlo. Mi cerebro grita que es por mi bien, lo lógico sería dejarlo marchar; pero mi corazón duele, que quedará de mi si no lo vuelvo a ver? No podría soportarlo.

-_____- una voz me llama con urgencia
-_____!- vuelve a gritar.

Me levanto sobresaltada para encontrar a Hani sacudiendome con una mirada preocupada. Estaba sudando, mi pelo se pegaba a los costados de mi rostro.

-Ya pasó- Me envolvió en un abrazo reconfortante, el cual acepté con gusto. Dibujaba círculos en mi espalda intentando calmarme.

-Estoy bien, gracias- dije mientras me limpiaba con el dorso de mi mano una lágrima que se escurría por mi mejilla.

Esta pesadilla, siempre la misma, había empezado a aparecer hacía unos años atrás. Estaba acostumbrada pero últimamente se había vuelto más intensa y detallada. Antes corría sin un propósito o al menos no lo sabía. Ahora estaba claro que perseguía a alguien. Alguien que tenía miedo de perder.

-Sabes que puedes contarme lo que sea- susurro Hani con voz tranquila.

Me separé un poco de ella pero antes de que pudiera empezar a contar lo sucedido, se levantó de mi cama y salió sigilosamente por la puerta. No tardó en volver con dos tazas de té de manzanilla y me entregó uno mientras acercaba la silla que estaba frente al ordenador.

La noche transcurrió tranquila, mi voz llenaba la habitación y Hani escuchaba con detenimiento lo que recordaba de mi pesadilla. Se limitó a asentir en varias partes de la historia y me dejó desahogarme sin interrumpir mi relato. Al terminar, sonrió intentando tranquilizarme aún más.

-¿Sabes lo que creo? Creo, que tu acabas de soñar con tu alma gemela. Me parece que es cuestión de tiempo antes de que se conozcan. Y si dices que el sueño ha cambiado últimamente, hay una gran probabilidad de que ya lo conozcas.- Se paró y no desperdició un segundo en ponerse a saltar de felicidad.

Tenía que admitirlo, Hani me acababa de levantar el animo. Me agarró de las manos y tiró de mi para que me uniera a su festejo, lo cual hice con gusto. Una mala noche había tenido su final feliz.

El Hilo Rojo (Taehyung y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora