Recorrimos la zona de tiendas un buen rato lo cual me permitió conocer a Taehyung un poco más.
En determinado momento, los roles fueron invertidos y ahora era yo quien lo guiaba explorando el lugar.
En ningún momento soltó mi mano, lo cual producía una agradable sensación de electricidad y calidez en mi cuerpo.
Pasamos frente a una joyería, y un brillo captó mi atención haciendo que me detuviera repentinamente, lo que tuvo como consecuencia que Taehyung al seguir caminando, chocara contra mi espalda haciendo que perdiera el equilibrio.
Con unos reflejos increíbles, agarró mi cintura antes de que me estrellára contra el piso y me enderezó quedando con nuestros rostros a escasos centímetros.
No pude evitar posar mi vista en sus labios. Grave error.Mi corazón comenzó a latir tan desbocadamente, que creí que se me saldría del pecho en cualquier momento.
Crucé los dedos y recé para que fuera sólo yo la que escuchaba ese intenso martilleo. Se quedó en esa posición por lo que parecieron los segundos más largos de mi vida y luego dio un paso atrás aclarándose la garganta y entrelazando nuevamente nuestras manos.
Sólo en ese momento pude volver a enfocar mi vista en el accesorio que había captado mi atención. Era un colgante de plata con dos alas como dijes. Sencillo pero a la ves era tan hermoso.
-¿Te gusta?- Murmuró Taehyung sacacandome de mi ensoñación.
-Es precioso- Respondí posando mi mano en el cristal de la vidriera.
-Ven, entremos y te lo compro- Dijo dando un suave apretón a mis dedos.
-Oh, no es necesario- Agité mi mano libre restándo importancia. -De todas maneras no me podría dar el lujo de usar una joya tan bonita en mi.- Intenté cambiar el tema de conversación, lo cual pareció funcionar. -Estoy un poco cansada de tanto caminar, ¿por qué no nos sentamos en ese banco?- Pregunté mientras caminaba hacía el mismo.
Taehyung se sentó a mi lado y recostó su espalda contra el frío respaldo de madera.
-Ah, se siente tan bien- suspiró- Hacía tiempo que no me divertía tanto como hoy.- Cerró los ojos y recostó su cabeza en mi hombro. Su cabello se sentía suave contra mi mejilla y desprendía un adictivo aroma a lavanda.
Había comenzado a nevar. Un tímido copo de nieve se posó en la nariz de Taehyung haciéndole cosquillas. Acerqué mi mano a su rostro e intenté quitarlo sin que se diera cuenta, pero abrió los ojos en el mismo instante en que mis dedos hicieron contacto con su piel. Me sonrojé y retiré mi mano rápidamente clavando la vista en el suelo.
Se enderesó y colocó un mechón de cabello que se había escapado de mi peinado detrás de mi oreja, dejando reposar su mano allí por unos segundos. Disfruté del calor que ésta irradiaba.
-Tienes las orejas frías- dijo con un leve tono de preocupación. Acto seguido, se quitó el gorro y lo colocó sobre mi cabeza acomodándolo para que mis orejas quedaran cubiertas.
-Gracias- Sonreí acurrucándome en mi bufanda para esconder mi sonrojo.
Estuvimos un rato callados, pero no era incómodo. Ninguna palabra necesitaba ser dicha para romper la magia de ese momento. Ese silencio se sentía escalofriantemente familiar.
La nieve había comenzado a caer cada vez con más fuerza; parecía que una tormenta se avecinaba. El viento se había intensificado.
-Debemos buscar refugio hasta que la tormenta se calme- Taehyung había elevado un poco el tono de voz para que lo escuchara a través del viento.
-Pero, ¿a dónde podemos ir?- Intenté ocultar la urgencia en mi voz. Le había tenido miedo a las tormentas desde pequeña.
-Conozco un lugar, sígueme. Estaremos bien. Estas tormentas no duran mucho.-
Entrelazó sus dedos con los míos y me guió hasta lo que parecía el exterior de una iglesia en ruinas.Al entrar pude comprobar que estaba casi vacía, a excepción de un par de bancos que habían quedado en el frente de la misma.
Nos sentamos en el primero y fue recién en ese momento que me di cuenta lo agarrotados que se encontraban mis músculos por el frío.
Recosté la cabeza en el hombro de Taehyung como lo había hecho él anteriormente.Comenzó a tararear una melodía desconocida mientras sus largos dedos acariciaban mi cabello con delicadeza. Me sentía tan relajada que mis párpados se sentían pesados.
-Descansa _____, yo te cuidaré- y con estas últimas palabras perdí la batalla contra el sueño
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El Hilo Rojo (Taehyung y Tu)
Fanfic_____, una chica de 18 años que no creía en el amor. Él, un chico que haría cualquier cosa por ella. Almas gemelas destinadas a encontrarse.