Me quedé unos minutos sentada en la cama, incapaz de creer lo que acababa de suceder. Tenía miedo que al moverme me despertase de este hermoso sueño.
Cuando logré convencerme de que era la realidad, caminé hacia el armario y lo abrí de par en par. Lo que saltó primero a mi vista, fueron unos estantes vacíos en el lado izquierdo, parecía que no habían sido ocupados hace ya un tiempo.
Luego caí en la cuenta de que quien fuera que fuese el compañero de habitación de Tae, no había vuelto para pasar la noche, lo cual agradecía y a la ves me parecía raro. Hice una nota mental para preguntarle al respecto.
Agarré lo primero que encontré, no queriendo ser más curiosa. Una camiseta blanca que tenía un corte en el hombro izquierdo y unos shorts deportivos que llegaban a la rodilla. Increíblemente, este último se ajustaba a mi cintura pero no pude hacer nada con respecto a la camiseta varios talles más grande.
Busqué mi vestido hasta localizarlo. Se encontraba cuidadosamente tendido en la mampara del baño. Pequeñas gotas caían de él, y al sostenerlo entre las manos, pude notar que desprendía una deliciosa fragancia a jazmín.
Una sonrisa se escapó de mis labios, Tae debía de haberlo lavado la noche anterior. Tenía que encontrar una manera de agradecerle en cuanto lo viera nuevamente.
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-Hani tenemos que hablar- dije al tiempo que abría la puerta de nuestra habitación.
Esperaba toparme con la ropa de la fiesta esparcida por todos lados y a ella durmiendo pesadamente, pero no contaba con que el cuarto estuviera vacío.
Su cama se encontraba tendida tal cual la había dejado el día anterior y no había señales de que hubiera pasado la noche aquí.
-Eso mismo- respondió detrás de mi mientras entrelazaba nuestros brazos y me guiaba por los pasillos hasta el patio.
El invierno estaba llegando a su fin, la nieve se había derretido casi por completo, a excepción de los pequeños rastros que quedaban en algún que otro lugar. Ambas pasamos la mano sobre un banco quitando la nieve para poder sentarnos.
-Tu primero- Hani se veía entusiasmada -¿Por qué no volviste a la habitación la noche anterior?- inquirió.
-¿Y que hay de ti?- me atajé -dormiste fuera- sus ojos se abrieron como si se le fueran a salir.
-E-eso no es cierto!- dijo con un leve tono ofendido. -Si lo hice tu no estabas para corroborarlo- Entrecerré los ojos ante su mentira tan poco elaborada. Nos miramos fijo y en silencio varios minutos hasta que ella no aguantó la presión.
-Aish, de acuerdo no lo hice- se pasó la mano por el cabello rendida. La miré con ojos victoriosos.
-En estos pocos meses que hemos convivido juntas, he aprendido a diferenciar cuando mientes.- nos reímos al unísono.
Me alegraba de poder darme cuenta de eso y de muchas cosas más; desde detalles insignificantes, como su costumbre de levantarse temprano, hasta lo más profundo, por ejemplo cuando baja su mirada cada vez que se encuentra triste.
Todos estos elementos sean grandes o pequeños, contribuyen a crecer y fortalecer nuestra amistad. Hace ya algunos meses que nos conocemos y en éste tiempo, he encontrado una gran confidente. Nos apoyamos la una a la otra y es gracias a eso que pude superar el sentimiento de soledad que me abrumaba cuando llegué a este lugar.
Había perdido a mis viejas amigas, pero había ganado una que sabía que no me abandonaría jamás. De nada servía seguir lamentándose por hechos del pasado que ya no se podían cambiar, ahora debía ocuparme de mirar hacía el futuro.
-Bien, tengo una idea para que no sea incómodo y sea justo.- Hani interrumpió el hilo de mis pensamientos. -A la cuenta de tres diremos que pasó la noche anterior.-Asentí. -Uno...dos...tres...-
-Dormí con Taehyung-
-Me acosté con Jimin--¿QUÉ HICISTE QUÉ?- Exclamamos a la misma vez.
-¿Dormiste con Taehyung?- dijo maravillada -Wow, no me lo esperaba- Aún estaba sorprendida.
-NO!...bueno, si pero no en ese sentido.- Me aclaré la garganta.
-Quiero decir, dormimos en el mismo cuarto pero en camas separadas.- Aún se veía confundida por lo que pasé a realatarle todo lo sucedido la noche anterior. Desde lo concerniente con Suga hasta cómo terminé en la habitación de Taehyung.La decepción cruzó sus ojos pero rápidamente fue sustituida por una mirada de entendimiento.
-Si no te hubiera dejado sola en la fiesta, no habrías tenido que pasar ese mal trago con Suga- dijo mordiendose el labio pensativa -pero a la vez, ¿el desenlace fue bueno, no? Quiero decir Taehyung y tu necesitaron de éste empujoncito para avanzar, sino me volveré vieja para cuando ustedes lleguen a tercera base...-
Mi mano cubrió rápidamente su boca interrumpiendola mientras miraba hacia los costados cerciorandome que nadie la había oído.
Dos estudiantes pasaron por al lado nuestro, una de ellas sostenía un libro mientras la otra le hacia preguntas. Al parecer estaban estudiando por lo que dudaba que hubieran escuchado nuestra conversación. Suspiré aliviada y retiré mi mano de la boca de Hani.
Los rumores se esparcían rápido dentro del campus de la universidad y muchas veces iban cargados de una sobredosis de mentiras. Eran capaces de destruir a una persona y si ésta lo resistía, quedaría marcada hasta que se graduara. Por lo que prefería prevenir que enfrentarme a un montón de idiotas hambrientos de encontrar una nueva mascota para molestar.
-Está bien reconozco que no hemos avanzado mucho, llevamos las cosas con calma a diferencia de alguien que conozco- Le dediqué una sonrisa torcida. Hani soltó una carcajada.
-Es que, ¿cómo te explicó sin dañar tu inocencia? ¡Jimin me trae loca! Cada vez que lo veo no puedo evitar sentirme atraída y lo digo en los dos sentidos.- Se cubrió el rostro. Pasé mi brazo sobre sus hombros.
-Tienes que calmar esas hormonas.- Dije en broma para luego agregar en un tono más serio -Sólo digo que no quiero que te apresures con él sin conocerlo por completo, no quiero que te lastime.- Hani hizo de cuenta que se secaba una lágrima imaginaria de su mejilla.
-Por eso me siento segura que si lo hace, al menos se que estarás ahí para golpearlo- Levantó su puño en el aire.
-Cuenta con ellos!- Dije chocando el mío contra el de ella.
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El Hilo Rojo (Taehyung y Tu)
Fiksi Penggemar_____, una chica de 18 años que no creía en el amor. Él, un chico que haría cualquier cosa por ella. Almas gemelas destinadas a encontrarse.