Es miércoles por la tarde y se me ha hecho asquerosamente infinito este día.
Recojo mis cosas de la taquilla y suspiro cansadísima, al cerrarla me encuentro con la sonrisa de William frente a mí. Me echo para atrás del susto.
― ¿Qué tal, Abby? ¿Todo bien? ―sigue sonriéndome tan falsamente que lo noto en seguida.
Pongo mis ojos en blanco y apoyo mi cabeza en la taquilla de al lado, en seguida noto el contacto frío de ésta y me sobresalto un poco.
― Te prometo que estaba genial hasta que tu presencia se ha situado en mi entorno. ―respondo rápidamente con otra sonrisa sarcástica y cierro la taquilla.
Él frunce el ceño y ladea su cabeza. ― No sé que has dicho pero espero que sea bueno. ―se encoge de hombros.
Río, es tan sumamente imbécil.
― ¿Qué quieres, Will?
― Necesito tu ayuda.
Sabía que vendría por eso o para gastarme una de sus bromas. Pero frunzo el ceño y me cruzo de brazos.
― ¿Qué te hace pensar que yo vaya a ayudarte? ―arqueo una ceja.
― Bueno, el hecho de que tu amiga del alma sea Valeria Shiffer, y...tenga que ver con ella. ―responde tranquilo y sonríe triunfador. Hago una mueca.
― ¿Y bien? ―contesto resignada. Él sonríe orgulloso y se inclina un poco hacia mí.
― Me han dicho que te has vuelto toda una gamberra, y que te han castigado el viernes. ―ríe en mi cara y me molesto.
― ¿Y que te influye a ti todo eso? ―digo de muy mala manera.
― Bueno, el caso es que yo también soy todo un gamberro. ―dice como si se sintiera satisfecho de aquello.
Le interrumpo.― No hace falta que lo jures.
― Y también estoy castigado el viernes, pero no puedo limpiar el aula. ―se rasca la cabeza descaradamente.
― ¿Por qué? ―pregunto intrigada y me extraño al ver esa reacción en mí hacia él.
Se ríe seductoramente.― Bueno...es que tengo que cumplir con las órdenes de una amiga tuya, ésto...¿Valeria? ―asiento.
― No limpiaré tu parte también, ya tengo bastante con lo mío. Así que no voy a ayudarte, ¿qué te hace pensar que lo haría? ―digo y en ese mismo momento me incorporo y comienzo a andar hacia la salida del instituto.
― Porque tu amiga se sentirá muy mal si le digo que no puedo estar con ella. ―me guiña el ojo.
Gruño entre dientes, se da la vuelta y se va. Está claro que tendré que hacer ese trabajito...pero por mi amiga, no por él.
― Capullo. ―murmuro y observo su figura desaparecer poco a poco, alejándose.
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Las reglas del juego ©
HumorTodo el mundo en el instituto de North River, sabe que Abby y Will no son precisamente compatibles en ningún aspecto. Así que cuando Will se vió en el aprieto de entre elegir si conllevar su reputación por encima de Abby, o arriesgarse a unos desa...