>3

2K 156 35
                                    

Desperté de un salto al haber soñado con Taissa quedando sentado en la cama con mi respiración agitada mirando a todos lados como maniático. Ya era de día, Alex al verme solo comenzó a reírse.
—Es quinta vez que te sucede lo mismo desde que estamos aquí. – dijo. – Será mejor que relajes tu mente, te afectará con el tiempo si no logras dejar los malos pensamientos.

—No es momento de pedirme que hacer, Alex. – fregué mi rostro con mis manos.
—¿Tú de verdad no has dormido?

—Claro que si, necesitamos energía para hoy... Ya sabes. – guiño su ojo con esa sostenida sonrisa en su rostro.

—¿De verdad lo harás?

—Lo haremos, Josh. Ya no hay vuelta atrás. Ayer me dijiste que lo harías y lo harás. ¿está bien?. – un gendarme pasó cerca de nuestra celda, rápidamente Alex guardó silencio.

El gendarme se quedó parado frente a nosotros mirándonos con una terrorífica sonrisa en su rostro. Alex jugaba con sus manos y ratos me miraba con preocupación. —¿Ocupados? – preguntó con su voz grave y profunda.

Rápidamente negué levantándome de mi cama. Quería lucir despreocupado pero al intentarlo parecía más que preocupado.
—¿Qué hora es? – pregunté nervioso, tratando de acabar con la tensión del momento.

El gendarme río y abrió la reja de la celda.
—Tienen que desayunar. – exclamó. Alex y yo suspiramos aliviados. No hubiésemos metido en un gran problema si nos hubiesen oído hablar sobre aquella fuga.

Nos metieron a la fila de reclusos por un ancho pasillo color gris. Todos caminaba en perfecta coordinación hasta el comedor. Alex zamarreo mi hombro levemente.
—Los siete chicos de ahí son parte de todo el plan. – dijo cerca de mi oído. Los mire, uno me parecía algo familiar, pelo negro, piel casi pálida. Alex apuntó a otro grupo. –También los de allá...

Alex hablaba y hablaba mientras caminábamos por los grises pasillos de la carcel pero yo solo me preguntaba una y otras vez. ¿Cómo estará Taissa? ¿Estará mejor? Esas preguntas giraban por mi cabeza.

"Prometo estar junto a ti siempre"
"Prometo protegerte"
"Prometo que te amare cada día más"

Todo eso se fue a la basura cuando le dije que ya no la amaba.
—Dios, Josh... Hoy amaneciste muy despistado. – exclamó Alex.

Rápidamente volví a la realidad. Tome una bandeja para poder echar el desagradable desayuno de este lugar. Alex reía contándome sus anécdotas pero solo lo ignoraba, a ratos le mostraba una sonrisa desinteresada.

Caminábamos por el gran lugar buscando alguna mesa para poder desayunar tranquilos, también para poder conversar sobre todo este plan apartados de todos los guardias que cuidaban las puertas.

Entre buscar alguna mesa y ver que nadie estuviera cerca, con la mirada me topé a un chico bastante conocido, demasiado diría yo. Ese chico me devolvía esa mirada con maldad y una sonrisa que me desesperaba.
—¿Quién es él? – pregunté a Alex. Sabía la respuesta, pero quería estar seguro.

—Zach... Llegó hoy. – respondió. Entre pregunta y otra pudimos encontrar una mesa lejos de todos los guardias.

—¿Qué hace aquí? – Alex me miró, luego volteo y miro al chico, Zach.

—Por lo que se, intento de homicidio. Intentó asesinar a una joven. Y ahora lo vez aquí. – respondió. Alex quedó en silencio mientras comía su desayuno tranquilo.

Solo lo miraba con odio. Con solo mirarlo la ira corría por mis venas, quería levantarme de este asiento e ir a golpearlo una y otra vez. Quería calmarme, necesitaba calmarme, si lo golpeaba me castigarían en este lugar.
—Hey, amigo ¿Estás bien? – preguntó Alex. Baje mi vista limitando responderle a Alex y Seguí tomando mi desayuno tranquilo. —¿Vez a ese guardia de al fondo?. – Voltee para observarlo y rápidamente volví la vista a Alex.

—Mierda... – maldije a mis adentros al verle la cara. –¿Qué sucede con él?

—Es el viejo más corrupto que e conocido, él nos ayudará con todo esto, con la fuga.

—Dime que es una broma. ¿tú crees que nos ayudará?

—Claro que si, me dio su palabra. Además sabe que lo puedo delatar si nos juega feo.

Deje mi desayuno de lado. Cada minuto más perdía el apetito dentro de este lugar y con rostros tan familiares que revolvían mis estómago. Mire a Zach, se había levantado de su asiento, él aún me miraba con odio como yo a él, veía como él se aproximaba a mi con la bandeja en sus manos. Maldicion, empuñaba mis manos fuertemente mientras movía  mi pierna nervioso.
—¡Josh! Que agrado saber que también estás metido en esta mierda. – exclamó Zach. Apoyo sus asquerosas manos en la mesa. – ¿Sabes por qué termine aquí? Encontré a una linda chica con la que pude  haber acabado... Lamentable solo está en hospital luchando por su miserable vida. Tal vez ya te imaginas quién puede ser.

—¡Te mataré maldito! ¡Juro que acabaré contigo! – grite levantándome de mi asiento alterado.

—¿Cómo lo hiciste con mi tío?. No me asustas, Josh. – rió, me provocaba repulsión tenerlo frente a mi. Alex tomaba mis brazos para evitar que me lanzará encima y lo golpeara. –Saldré antes que tú, y esa chica que tanto te preocupa ya no estará contigo para decirte tanta mierda.

—Suéltame Alex, por favor. – murmuré furioso.

—No lo haré, te castigaran la noche que te necesitamos, Josh.

—Debo hacerlo... Lamento lo que haré, Alex. – golpe a Alex en su estómago para sacarlo de encima lanzándome con todas mis fuerzas a Zach.

Plantaba fuertemente mis puños en la cara de Zach, él solo reía para provocarme más, aumentaba la velocidad de mis golpes, quería que sufriera, que sufriera por lo que hizo.

Cuatro guardias nos separaron, mi cuerpo estaba sumido en la adrenalina con mis músculos absolutamente tensos. Mire a Alex quien negaba con su cabeza frustrado.
—Lo lamento... – susurre mirándolo suponiendo que me podría oír.

Forgive Me|| Josh dun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora