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N.josh.

No sé si sea seguro volver aquí, Josh. Aquí no solo la policía está dando vueltas, también están los otros.

—No te preocupes, no dejaré que me atrapen tan fácilmente. - asegure.

—Espero que así sea... Ahora me tengo que ir, ya sabes que no puedo dejar a Taissa sola por tanto tiempo. – rápidamente sonreí al oír su nombre.

—Por favor, dile de mi parte que lo que sea que le haya dicho su padre tiene una explicación... También dile que la amo mucho y que no la dejare sola. – Tyler me dio leves palmadas en mi espaldas mirándome sonriente.

—Le diré. – me despedí de Tyler y baje del auto con Alex y el mal hablado de Brendon, apenas bajamos del auto Tyler se fue del lugar.

—¿No piensas tocar la puerta.?

—Cierra esa boca, Brendon. – cada vez más me molestaba su presencia sin embargo tenía que soportarlo a pesar de todo los tres estamos metidos en todo esto. 

Toque la puerta y el timbre unas tres veces y Debby no salía a atendernos. En ese lapso Alex comenzó a mirar los autos estacionados, de seguro estará pensando en robarse otro nuevamente.

—Veo que esta chica tiene cosas mejores que hacer en vez de tenerte de nuevo en casa. – comentó Brendon.

—Deja de ser pesimista por un instante...

Alex nos chiflo a los lejos y luego apuntó a una negra camioneta haciéndonos señas, cuando se dio cuenta de que no entendíamos en lo absoluto lo que trataba de decirnos se acercó a nosotros casi corriendo.

—Hermano, Es una camioneta de lujo... enserio, podría desactivar la alarma y luego pongo manos a la obra y tendríamos auto nuevo ¿Que dicen? – exclamó emocionado.

No quise responderle al instante, tampoco se oía mal tener un auto. Alex nos guió hasta el auto mientras nos hablaba de las maravillas que podríamos hacer con él.

—¿Tu otra chica no abre la puerta? – rió Alex.

—No es mi chica, imbecil. – nos detuvimos frente a una camioneta algo grande. —¿Este es el auto? – pregunté. Alex asintió. Comencé al caminar alrededor mirando cada detalle, cuando llegue hasta el otro lado del auto me detuve acercando mi vista hasta la puerta del copiloto. –Está camioneta me es familiar.

—¿Enserio? - preguntó Brendon, desinteresado. –Entonces no des más rodeo y ayúdanos a prenderla.

—Espera un momento... No se si sea bueno. – mire el lugar de la patente y estaba vacío, alce la vista mirando a mi alrededor. —¡Mierda!

—¿Que pasa? – preguntó Alex.

Habían tres camionetas iguales estacionadas en diferentes puntos de la calle, cada una cerca de casa de Debby.
No le di explicaciones a Alex ni a Brendon solo corrí hasta la puerta de la casa de Debby y la golpee fuertemente.

—¡Debby!, ¡Debby sé que estás ahí! – grité desesperado. Alex me tomo de la remera echándome para atrás.

—¿Que pasa, Josh? – preguntó asustado.

—¡Son ellos, Alex! ¡Son ellos y están con Debby adentro! – grité en su cara tomándolo de los hombros.

—Relájate, amigo no te entiendo.

Empuje Alex a un lado para nuevamente golpear la puerta, ya tenía mis manos completamente rojas ante la insistencia de golpear la puerta para que alguien atendiera.

—Josh... A lo mejor ella no está, salió a comprar simplemente. – Supuso Alex.

—¡Está ahí aden....

Debby abrió la puerta lentamente. Me miró a mi, luego a Alex y a Brendon—Lamentó la demora. – dijo casi susurrando.

—¿Está todo bien? – pregunté preocupado.

Ella sonrió, pero con una sonrisa asustada. – Si, todo bien, pasen...

Le pedí a Alex y a Brendon que entraran primero porque necesitaba hablar con ella.
—¿De verdad todo está bien? – volví a preguntar.

—Si...Todo está bien, no te preocupes. – Algo me decía que ella estaba mintiendo, algo marchaba mal. Entre a la casa, todo parecía tranquilo adentro.
—Lo siento... – murmuró Debby. —¡De verdad lo siento! – dos hombres tomaron a Debby bruscamente.

—No es cierto...

Decenas de armas se escucharon cargarse en el lugar. —Que bueno verte, Joshua.... y veo que nos traes visitas, eso significa más diversión.

—¿Que hacen aquí?

—Sabes perfectamente porque estamos aquí, así que no hagas preguntas estupidas.

Forgive Me|| Josh dun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora