Forgive Me|| Josh dun

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N•taissa
La casa había sido invadida por decenas de hombres todos vestidos extrañamente iguales, todos formales y con armas en sus manos.

En un acto desesperado comencé a zamarrear a Josh para que despertara, Tyler quería sacarme de aquel lugar pero yo sé lo impedí, no iba a dejar a Josh solo con todos estos tipos extraños.
—Deja al chico solo. – dijo una voz gruesa atrás de mi. No le hice caso sin embargo él tomo mi brazo bruscamente tirándome lejos. Dos de ellos rodearon a Josh y comenzaron a golpearlo sin razón.

Las lágrimas no dejaban de caer por mi cara, pedía a gritos desesperados que por favor no lo golpearan más. Alex y Tyler interfirieron a los brutos golpes que ellos le estaban dando a Josh de pronto ya no era a Josh quien estaba siendo golpeado. Los tipos se centraron en golpear una y otra vez a Tyler y alex, en más de una ocasión intentaron defenderse, todo fue en vano.

Los dos quedaron inconsciente tirados en el piso, pero había a uno que no habían golpeado de hecho ni lo habían mirado.
—Brendon... Ayuda a llevar a ese imbécil al auto. – exigió un señor -el mayor de todos estos hombres- apuntando a Tyler.

—Está bien.

Lo mire incrédula, era increíble ver que Brendon actuaba como uno de ellos. Al momento de llevarse a Tyler, Brendon me miró y luego bajo su vista formando una sonrisa en su rostro.
—¿Ya podemos acabar con él? – se escucho una voz del otro lado.

Rápidamente voltee mi vista a Josh quien estaba siendo apuntado con una pistola.

—¡No! ¡No!... ¡No lo hagan! – grité asustada. – Ya lo golpearon lo suficiente no hay por qué matarlo.

—Taissa, tú no pones las reglas aquí. – respondió el hombre mayor, mientras arreglaba su saco con delicadeza.

—¿Como sabe mi nombre?

—Pregúntale a Josh... Oh cierto, está inconsciente... lo siento. – rió.

—¿Ya podemos acabar con él? – preguntó el chico nuevamente. El hombre asintió sin pensarlo dos veces. Él ya estaba listo, iban a matarlo sin pudor alguno.

Mire al chico que traía el arma y corrí hasta él empujándolo con toda la fuerza de mi cuerpo logrando que este cayera al suelo.

—¿¡Que haces!? – gritó el hombre molesto. Rápidamente me levante del piso tomando el arma de aquel chico que empuje.

—Podemos arreglar esto, podemos llegar a un acuerdo... Pueden desquitarse conmigo, pueden llevarme a mi... no me quejaré, no intentaré huir... puedo ayudarlos pero por favor, dejen a Josh aquí, con vida.

—Dios, que valiente eres... podemos llegar a un arreglo pero baja la maldita arma, no me gusta que me apunten y menos si es una chica, por favor. – rió con sarcasmo.

Baje el arma lentamente con mis manos temblorosas, todo mi cuerpo temblaba y mi pecho se aprisionaba del miedo que había en mi.

—Bien. – murmuré. Me quede silenciosa esperando a que el hombre frente a mi hablara.

—Aún trato de procesar todo esto... déjame ver si entiendo, Taissa... ¿Prácticamente te estás arriesgando por culpa de ese imbécil?