Capitulo 3: Preocupante, pero no para el.

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-Buenos días –Respondió ella dudosa, no salía del trance y no podía con la sonrisa de este chico, pero quería preguntar como llego ahi- Quería saber cómo termine acá...

El joven que la miraba, sentado en un lugar al lado de ella, le corrió la vista echando una leve risa.

-Bueno empiezo, anoche fui a un pub de acá a festejar mi cumpleaños y nada en un momento me harte de la música y quise salir afuera a tomar aire, cuando te vi que no podías mas de tanto que habías tomado y me daba pena dejarte ir con terrible esta...

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-Bueno empiezo, anoche fui a un pub de acá a festejar mi cumpleaños y nada en un momento me harte de la música y quise salir afuera a tomar aire, cuando te vi que no podías mas de tanto que habías tomado y me daba pena dejarte ir con terrible estado de ebriedad, entonces te seguí para ver hasta donde llegabas –Pauso para recordar y siguió- Bueno después paraste en una avenida e ibas a cruzar cuando el semáforo dio paso a los autos, te salve la vida - Su ego hablo con diversión- te pegue un grito y te agarre para que no cruces, te pregunte de donde eras y me dijiste de Argentina y que viniste acá con unos amigos que no sabías donde estaban –Recordó a Barbie y Agustín- después fuimos a mi auto y te pregunte donde era tu hotel y me respondiste que no tenías la más mínima idea entonces te traje acá, a mi casa –Alma escuchaba atenta, mientras el miraba a su alrededor para confirmar el "mi casa" - Después llegamos, te traje a mi cama y te quedaste dormida y yo dormí en el sillón como un desgraciado –Apuntando al sillón que estaba enfrente de la cama.

No sabía si pedir perdón, o si irse corriendo, no tenía la más mínima idea de que hacer. Tenía vergüenza de lo que había sucedido, pero que más podía hacer lo hecho, hecho estaba y no podía remediarlo.

El joven la seguía mirando y ella seguía en un estado de shock por no saber qué hacer.

-Me olvide de decirte, yo soy Paulo Dybala, pero podes decirme Pau –Sonrió- Y vos borrachita, cómo te llamas?

-Sí, te conozco Paulo – Salió del trance y sonrió ante la amabilidad del muchacho- Me llamo Alma Vialleri, pero podes decirme Al y te agradezco por no dejarme ir en ese estado –Rieron- Perdóname por las molestias que te cause, seguro estas ocupado por el equipo y eso, necesitabas descansar bien y por mi culpa dormiste en el sillón, perdóname

-No pidas perdón che, no fueron molestias, de todas formas tampoco te hubiera dejado ir –Se le escapo el comentario y empezó a sentir la sangre acumulada en sus mejillas. –Desayunamos? Estuve dos horas tratando de hacer bien las tostadas así que espero que te guste...

-Gracias Pau, muchísimas gracias –el jugador la miro enternecido.

Lo sorprendía el trato de Alma, generalmente él está acostumbrado a el trato por conveniencia digamos. Desde que llego a Italia solo tenía sus amigos en el club, ya que obviamente se sentían igual que el, pero para cada italiano fuera del club siempre era "Dybala, el jugador de la Juventus" y eso por así decirlo ya te había hartado hace mucho.

-Y tus amigos? –Alma abrió grandes los ojos, se había olvidado de avisarles. – Tu celular esta debajo de la almohada igual que tu cartera...- sonreía Paulo comiendo una tostada.

Offside || Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora