Capitulo 23: Fin

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-No sé a dónde quieres llegar con esto Mia!

-A dónde qué? – Dijo la pelirroja- Admite que estas feliz en el fondo, que puedes estar con ella luego que el la deje por mí, además es un hombre ya el merece una mujer y no una niña que ande llorando por los rincones, por favor Samuel!

-Por favor que Mia, dios santo será que no tienes limites! – Gritos se escuchaban en la biblioteca.

-Y si no los tengo que?

-Pareces una despechada, solo porque Gian no ha volteado ni si quiera a verte estos meses porque también se ha encantado con ella, solo por eso le quieres sacar a Paulo? Eres una mujer como tu dijiste y andas con chiquilinadas como estas, vaya mujer

-Como sabes eso? – Pregunto.

-Que como lo sé? – Hizo una risa burlona- Te conozco lo suficiente como para saber que tú también lo sabes, viste como la mira cuando pasa y como cuando habla se queda como tonto viéndola y si resolvemos la incógnita y pasamos lo que resta al otro lado sumando y despejamos equis, llegamos a la conclusión de que Gian también se ha enamorado de Alma pero no más que yo

-Que como lo sé? – Hizo una risa burlona- Te conozco lo suficiente como para saber que tú también lo sabes, viste como la mira cuando pasa y como cuando habla se queda como tonto viéndola y si resolvemos la incógnita y pasamos lo que resta al otro...

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A pesar de la reconciliación, prometieron pensar que harian con su noviazgo pero las noches eran más amigas de Paulo que cualquier otra cosa, el alcohol y la gran compañía de su amiga Mia, la joven entrevistadora de la institución de Alma.

Nunca se sabe cuándo la relación esta arruinada de una sola parte, que claramente la de Alma no era. Paulo sabía que estaba haciendo mal las cosas pero tampoco sentía deseo de evitarlo, si sabía cuánto amaba a Alma y que ninguna mujer podrá reemplazarla nunca pero es que se da cuenta cuando la cagada ya está hecha y ahí es cuando la culpa pesa y no se sabe qué hacer.

Había estudiado toda la noche pero era imposible cuando él estaba en su cabeza, pensó tanto en su relación que hasta llego a dudar en irse, se dio cuenta que a pesar de todo lo quería, a pesar del desastre que podía llegar a ser, ella lo amaba, lo amaba con locura tanto que decidió a las cinco de la mañana ir a buscarlo para decírselo, a la mierda el orgullo de mina pero cuando llegó todo se cayó al piso.

Y vio que era una buena decisión irse lejos de este lugar y que él no sepa nada.

Había muerto en la guerra y ya no había de resucitar y volver a pelearla cuando ya era la única de su ejército contra miles de guerreros del otro lado.

Se escondió lo suficiente para ver el auto de Paulo estacionar en la calle sin que él la viera, bajo el del auto y la puerta del otro lado se abrió haciendo la espera de alguien que iba a bajar pero tardaba, y después de unos segundos se dignó a aparecer y tuvo la suerte de cruzar miradas con ella, a lo que la pelirroja abrió grandes los ojos y luego sonrió burlona, ella se dio vuelta para caminar secando sus lágrimas, supo que tomo la decisión correcta en aceptar.

Offside || Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora