Capitulo 14: La chica Dybala.

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Los diarios todos con la misma tapa y la misma foto, se sentía algo intimidada por eso y no quería salir ni a caminar de la vergüenza pero que rápidamente desaparecía ya que Paulo se encargaba de darle los besos que merecía.

Haber empezado la universidad o "facultad" como se dice en Argentina, era algo que le preocupaba pero que también le daba ansias y que también le encantaba, eran muchas sensaciones para una sola persona.

-Quiero bajarme acá –Ordenó Alma.

-No, yo te llevo a la entrada de la facultad o universidad, como se quiera llamar –Reia.

-Paulo dale déjame bajarme – Paulo la ignoraba- No quiero que anden pensando cualquier cosa y llamando la atención, es mi primer día

-No –La ignoraba más y se iba acercando a la entrada de la universidad con más prestigio en Italia.

Alma les rogaba a todos los santos que no haya mucha gente, o más bien que no haya nadie, en la entrada, pero la hora no ayudaba y todavía algunas clases no empezaban salvo la suya y algunas más, que ya estaba por empezar y por ende algunos estaban afuera todavía.

-Basta! Me bajo –Quiso abrir las puertas pero fracasó.

-A dónde vas? –Paulo se reía de su frustración- Sos re vergonzosa Al, ahora vas a ver

-No! Que no se te ocurra hacer algo me escuchaste?

-Uh bueno está bien – levanto las manos rendido y siguió acercándose a la entrada. – Agus y Barbie están adentro?

-Si...-Miraba por la ventana- nunca esperarme, bueno acá está bien Pau ya puedo bajarme

Paulo seguía conduciendo, no la dejo bajar uno metros antes, sino que la dejo justo en la entrada a la vista de todos.

-Acá –Abrió su puerta y salió para abrirle la puerta a Alma que intentaba abrirla pero no podía.

-Acá –Abrió su puerta y salió para abrirle la puerta a Alma que intentaba abrirla pero no podía

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Al salir claramente llamo la atención, a ver era Paulo Dybala, el jugador de la Juventus. Rodeo el auto y abrió la puerta del acompañante donde Alma lo miraba con la peor de sus caras y eso a el le ocasionaba una risa rebelde.

-Menos mal que te pedí no llamar la atención –Le susurro, se soltó de su mano con la que la había ayudado a salir y se fue a la entrada.

-No hay beso? – Hablo en voz alta llamando aún más la atención, y eso le causaba risa ya que a Alma no le gustaba.

Pero le derretía su acento italiano, así que volvió sobre sus pasos y le dio un beso rápido, ya que estaba llegando tarde.

-Te amo amor mío –Dijo en el mismo tono con el que pidió el beso y ella le sonrió cínica, y al fin se fue.

Llego a la dirección donde tenía que pedir sus horarios, muy cortésmente una mujer de unos cincuenta y tantos, de anteojos, vestida formalmente , petiza y retacona la atendió y le brindo una fotocopia rectangular que tenía sus horarios y días que debía cursar, junto con la dirección de donde ir a pedir sus fotocopias, libros y todo material necesario para sus clases.

Offside || Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora