Offside || Paulo Dybala

Capitulo 5: Verona, la ciudad del amor.

-A dónde vamos? -Pregunto ella en el asiento de copiloto.

-Vamos a un lugar que te va a encantar -Paulo le respondió mientras manejaba, y con la mano derecha le toco la pierna descubierta ya que era un día caluroso y ella vestía un short.

Ya eran como tres horas de viaje, y la pasaban bien, cantaban canciones de rock nacional ya que los dos vestían los mismos colores, todo el camino cantando o riendo por los tonos que Paulo lograba.

-Cuando volves?

-Vuelvo en siete semanas o seis, no sé cuántas quedan perdí la cuenta -Observo por la ventanilla del auto.

-Y no hay manera que te quedes más tiempo?-Pregunto.

-Tengo que volver por mis estudios, trabajo y la familia -Ella respondió, pero quería preguntar a que se debía esa pregunta igual ignoro eso y siguieron hablando.

-Claro -Paulo sonrió apenado y miro por la ventanilla.

-Porque? -A la mierda ignorar.

-Porque quería pasar más tiempo con vos -Soltó.

-Porque?

-Porque me gusta, sos divertida, sos tranquila, sos normal- Alma sonrió vergonzosa-Me haces sentir sin presiones y cómodo, y es algo que hace tiempo no sentía- la miro- sos distinta y tenes una chispa única que resalta entre todos los demás.

Alma se sentía especial por ello, nunca había recibido este tipo de halagos pero la hacían sentir especial y no importaba lo demás. Siempre los halagos importan mas depende quien los diga, y este chico estaba capturando el corazón de Alma poco a poco pero rápido a la vez, en unos días lograron cosas que nadie hubiera podido. 

Amores fugaces, o de verano hay millones, todo pasa rápido cuando sabes que tenes que volver a casa en poco tiempo. Solo queda disfrutar de esto.

-De nada -Estaciono.

Entraron en una calle de piedras, en la cual al final tenía dos entradas enormes.

-Alma -Ella lo miro sorprendida- Bienvenida a Verona

-Verona -Afirmo- Me trajiste a la ciudad de romeo y Julieta -Sonreía fascinada por semejante lugar.

-Nunca supe su historia, pero bueno, es la ciudad del Amor dicen y yo dije "Porque no traerla a conocer la hermosa cuidad del Amor conmigo?" -Le dijo y ella quito la vista de semejante ciudad para ver sus ojos verdes.

Alma empezó a contarle la célebre y tan reconocida obra de William Shakespeare

-la historia de amor de Julieta Capuleto y Romeo Montesco- Suspiro- a ver por donde empiezo...dos jóvenes que se enamoraron en el siglo XVI y por oposición de ambas familias ese amor termina en tragedia de ambos lados, la muerte de ellos dos pero esa tragedia sirvió para que las dos familias hagan las pases, me entendes?

-O sea que ellos dos murieron porque sus familias se odiaban?

-Murieron porque romeo se enveneno pensando que Julieta había muerto, pero en realidad no, Julieta estaba viva gracias a una pócima que le dio el sacerdote que los caso clandestinamente, en realidad no se hubieran muerto si sus familias no se odiaran y los hubieran dejado estar juntos... entendes?

-Algo...-Paulo reía, luego ella lo hizo también.

Veían un montón de gente entrar a un lugar y no lo ignoraron, había llegado a la mayor atracción de la ciudad. La casa de los Capuleto.

La gran casa de los Capuleto, es más conocida como la casa de Julieta, allí miles y miles de personas dejan sus cartas de amor para Julieta. Le dejas una carta y ella te ayuda dándote un consejo, aunque ella murió hace siglos pero no parece importarles.

También está el balcón donde los enamorados recrean la tan romántica escena en la que Romeo se trepa al balcón robándole un casto beso a Julieta.

Paulo tomo la mano de Alma y entraron a dicha casa, había un montón de gente y cartas en las paredes, ellos miraban las escenas del balcón que recreaban algunos enamorados o como otras personas le tocaban el pecho izquierdo a la estatua de Julieta pidiéndole suerte en el amor.

-Ustedes suban -Una mujer de una edad que no llegaban a los 60 les hablo.

Alma la miro confusa, pero la mujer la tomo de la mano y ella siguió junto con Paulo que también la tenia de la mano.

La mujer reía como si esto diera un empujón a algo, ellos no sabían bien pero que tan lejos podrían llegar en una casa llena de gente. Subieron a una habitación y fueron al balcón, observaron como toda la gente los miraba y sonreían esperando algo que Alma no entendía pero que Paulo si, y lo hizo. La beso delante de toda esa gente que no conocía, pero no le importaba el ojo chismoso de la prensa, no le importaba nada, la beso y eso era lo que más quería. La gente enloqueció y ellos rieron en el medio del beso, era la mejor historia de amor que ella hubiera imaginado, estaba siendo besada como fue esa joven en el siglo XVI, y él estaba siendo envenenado por algo tan dulce como los labios de la joven.

Paulo recordó semejante y tan dramática historia que Alma le había contado, sin duda esta que Alma acaba de vivir no se comparaba con la de Shakespeare.

"No se Shakespeare, manéjala" -Pensó el futbolista.

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Hola espero q les haya gustado este capítulo, saben q cualquier opinión es bien recibida ❤