No llovía.
Era extraño.
El día era gris, las nubes ocultaban el sol, llenando el cielo y sin embargo no llovía.
Solo una leve brisa, húmeda.
-¿Todo bien?-Dareck frunció el ceño, observándola.
-¿eh? –giro el rosto hacia él, le miro durante unos segundos.
-Por favor no –el suspiro –No trates de huir, no llegarías muy lejos y yo tendría que perseguirte, encerrarte y después explicarle.
Siguió mirándole, en silencio.
-¿Por qué? –mantuvo una expresión fría, distante.
-Ya te lo he dicho –Dareck se rasco la cabeza, ni el mismo parecía creer la explicación que daba, suspiro –El Laird piensa que te vendrá bien tomar el aire.
-Lo que me vendría bien es que me dejara libre –hablo girándose, volviendo a caminar por el patio, consciente de la mirada de todos puesta en ella, escuchando los susurros.
-Ya, ...-fue a decir algo mas, pero finalmente cerró la boca y la siguió, camino a su lado observándola de reojo. -¿Puedo hacerte una pregunta? –al no obtener respuesta de ella, alzo ambas cejas -¿Cómo....? ¿Cómo sobrevivisteis? Tanto tiempo, quiero decir.
-Aprendiendo –respondió pensativa, con la mirada perdida.
-¿Aprendiendo? –el frunció el ceño -¿Aprendiendo a sobrevivir?
-Aprendiendo a matar –y cuando ella respondió, el desvió la vista
–No, no estábamos de acuerdo ¿sabes?-hablo incomodo
-Pero no hicisteis nada –Dejo de caminar y se giro hacia el –No trates de engañarte, los que os quedabais aquí, al resguardo de vuestras murallas, erais tan culpables como los que iban a masacrar a familias enteras.
-Era nuestro Laird –Dareck apretó la mandíbula –Pero tienes razón, nos escondimos, esperando a que alguien se enfrentara a él.
-¿Qué pasa entre Gaya y Aclair? –sonrió con ironía al ver la incomodidad de el –Era la esposa de Draco, pero puedo ver el brillo en sus ojos cuando habla de Aclair.
-Es... complicado –Dareck trago saliva
-¡¡Jefe!! –Quinsi se acerco a ellos corriendo –Te necesitan en las caballerizas.
-Quédate con ella –Dareck dio varios pasos y se giro hacia ellos –No la pierdas de vista.
-Si –el asintió y entonces fijo la vista en Freya, observándola fijamente.
Ella se acerco a él, despacio, podía notar el nerviosismo que le provocaba su cercanía y eso le gusto.
-¿Te asusto? –Alzo una ceja divertida
-No eres lo que se dice.... –frunció el ceño un instante –Manejable
-Y me lo dice el que me partió una costilla –hizo una mueca
-Yo... lo siento –la culpabilidad se reflejo en su rostro –Jamás osamos tocar a una mujer ... pero...¡Diablos! ¡Parecías un muchacho! Y me partiste el labio...
-Escapaste mejor que tu compañero –Freya sonrió
-Si, bueno...-el le correspondió a la sonrisa
-¿La observas desde las sombras? –Gaya hablo, observando a Aclair, parado junto a la ventana, observando cómo hablaba con su guerrero.
-¿Y tú a mi? –El se giro hacia ella, no mirándola.
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El Invencible
RomanceAclair MacCarty, Laird del clan del Hielo. Un clan situado en las frías tierras del norte, donde ningún legado antes había sobrevivido y ellos lo han hecho. Todas las tierras del norte les pertenecen. Todos los clanes les respetan, les temen. Son gu...