Crónicas de un hombre angustiado (ChanBaek, KaiSoo, HunHan)

Pelea de gatas

—Joy... —pronunció BaekHyun con una voz que parecía ahogada, demostrando lo sorprendido que se encontraba. Sentía su corazón acelerado.

—Todo esto es tu culpa, maldito idiota.—gruñó la muchacha.—Pero, ¿sabes qué? Te estás comiendo mis sobras.

—Las cosas no son...

—¡A ver, perra!—LuHan tiró del cabello de Joy.

—¿¡Qué demonios te pasa!?—gritó la chica, girándose rápidamente.—¡Ya déjame en paz! ¿Por qué mejor no sigues fingiendo que no le has hecho nada a SeHun?  Manipulador. Todos saben que su madre no te acepta.

—¿¡Y a ti eso qué te importa!?

—¡Lo mismo te pregunto, maldita zorra china!

—Joy, por favor.—ChanYeol suspiró con frustración.—Basta.

—¿Basta?—bufó.—Eres un idiota.—caminó hacia su reciente ex novio y le propinó tremenda bofetada que resonó en todo el campus.—¡Mejor quédate callado antes de que te empareje el otro lado!

—Qué mujer tan básica.—se burló LuHan.

Joy no lo soportó más. En un movimiento rápido, se lanzó sobre el chino, haciéndolo caer al suelo de espaldas. Se sentó encima de LuHan para inmovilizarlo, colocando una pierna a cada lado de sus caderas. Estaba harta de sus comentarios, así que comenzó a arañar el rostro del muchacho con aquellas uñas acrílicas más falsas que el amor que sentía por Park ChanYeol.

LuHan y Joy arrastraban una riña pendiente desde hacía varios años atrás, cuando en una ocasión, el chino le ganó en un famoso concurso de "Miss Simpatía" gracias a sus femeninas y delicadas facciones. Sin embargo, debido a que era realmente un chico, su participación no fue considerada válida. Le quitaron el trofeo y se lo entregaron a Joy. LuHan, muy enfadado y en un intento de venganza, se infiltró en la mansión de la muchacha y le cortó el cabello mientras dormía. "Por perra", había dicho en ese entonces. Sin duda, un comportamiento infantil.

—¡Aleja tu existencia de mi cuerpo, loca! ¡Me quemas!—gritó, levantando sus manos hacia el rostro de Joy para empujarlo.—¡No me toques!

—¡Saca tus pezuñas de mi cara!—le mordió la mano y LuHan chilló, adolorido.—¡Maldito chino roba premios!

—¡Zorra chismosa!—se removió, intentando quitársela de encima.—¡Sal, estás gorda! ¡Aplastas mi figura!

—¡Figura es lo que no tienes!—se burló, dándole un manotazo en el rostro.

—¡Esta maldita... ! ¡Ya es suficiente!—agarró a la muchacha del cabello y lo jaló con fuerza, arrancándole las extensiones.—¡No me toques, maldita sea!

—Aleja a esa tipa de mi ciervo, ahora.—demandó una voz femenina. Suave, pero lo suficientemente firme como para ser tomada en cuenta.

Dos hombres robustos y morenos alzaron a Joy de ambos brazos y la apartaron a un lado.

—¿Qué sucede aquí?

—¡AbueTae!—de un salto, LuHan se puso de pie y corrió con los brazos extendidos hacia la pequeña muchacha rubia.—¡AbueTae, tiempo sin verte!

—No puedes con tus desquiciados impulsos pasivos, ¿verdad?—regañó la otra.–Deberías cuidar tus acciones, LuHan, sabes que eres una figura pública.

—Sí... —hizo un puchero y bajó la cabeza, apenado.—¡Pero esa suripanta se lo buscó!

—¡No hablo de eso!—sacó su celular y le mostró los titulares de diversos periódicos virtuales.—En todos lados dicen que tu novio te engañó con un negro. ¿Cuándo piensas aclarar eso?