Park ChanYeol, un estudiante universitario de 20 años, lleva largo tiempo en una relación con la chica más hermosa de High Gangnam University, Park Joy. Él jamás había cuestionado su sexualidad, ni por un momento. Aunque veía a sus mejores amigos y...
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Se envió por equivocación. Una foto de cuando andaba con ChanYeol.
Claro, Joy.
Sabes, te daré un consejo. Deja a ChanYeol. Él solo está emocionado contigo. Fuiste una presa fácil, BaekHyun.
No voy a discutir sobre eso contigo.
Eres una zorra fácil.
Por favor, Joy. Tú no eres quién para decirme eso.
Yo no me metí en una relación, puta.
No? Entonces, ¿por qué besaste a SungJae? Sabes que tiene novia.
Visto. 5:36 p.m.
En un prestigioso sello discográfico, en algún lugar de la ciudad...
—Nananana... Whyyyyy, whyyyy.—cantaba TaeYeon, acompañando la melodía con unos pasos de baile.—Es una mierda.—musitó, y cambió la pista por otra.—¡Wuh! Yo solo quiero tijera hasta el amanecer, tortilla comer sin saciarme, cabras morder y que digan: ¡Wuh!
—TaeYeon oppa... —llamó tímidamente alguien desde la puerta.
—¿SeHun?—la joven cantante dejó de retorcerse en el suelo y volteó a ver al menor.—¿Oh SeHun?
—Sí.—sonrió con mucha timidez y se rascó la nuca.—¿Has visto a Lu?
—¿LuHan? No, no está aquí. Se fue a Miami con Kris, su nuevo novio... Es que lo embarazó.—suspiró dramáticamente.—¿Quién hubiese adivinado que LuHan era en realidad un travesti espía del gobierno africano?
—¿¡Qué!?
—Está en el baño.—contestó, encogiéndose de hombros.—Trolleado por mal cuidador de ciervos.
—¡Hunnie!—LuHan salió corriendo de una habitación con los brazos extendidos, listo para darle un abrazo.—¿Viniste por mi?
—Lu... ¿Qué haces vestido así?
El muchacho chino vestía una falda negra y un sostén rosado pastel, además de unos altos tacones dorados.
—Mi ciervoseñal se activó. ¡Sabía que vendrías!
—Pero, Lu...
—Creo que esa es mi ropa... —balbuceó TaeYeon, anonadada.
—Hun, vamos. Necesito que me ayudes con la falda, no puedo quitármela yo solo.—con una sonrisa emocionada dibujada en sus delgados labios, tomó de la mano al más alto y lo arrastró al único baño en aquella sala de baile.
