Vampire Academy (Un Nuevo Comienzo)

Capítulo 19

Día treinta y seis.

-No es buena idea - dijo Alana

-La vida está hecha de malas ideas, Alana - le respondió Robert, él estaba muy relajado en el sofá de la sala.

Yo sabía que ya no podía confiar en Robert después de lo que había descubierto pero él no sabía que yo sabía, así que tenía que fingir que todo estaba bien. Él me había citado para hablar sobre mis poderes,Kirchner y Alana estaban aquí y a Robert no le importó que nos acompañarán.

-¿Rose? - Robert llamó mi atención - ¿Recuerdas cuando traje de vuelta a Karp? - asentí, era imposible no recordarlo - Me alegra porque lo que vamos ha hacer tiene mucho que ver eso. Como te dijimos, tus poderes vienen de la transformación de Dimitri a dhampir, esos poderes debieron pertenecer a él, pero tu al tener un vínculo con Lissa cambiaste todo y los poderes pasaron a ti. Con Krap y conmigo fue diferente, al no tener un Shadow Kiss ninguno de los dos el poder debía pasar a Karp, ya que ella era el Strigoi que se trajo de vuelta, pero la magia tiene reglas y una de ellas dice que los usuarios del espíritu no pueden recibir, por lo tanto están atrapados dentro de mi y de ella, ella tiene la mayor parte pero yo tengo una buena cantidad y quiero que tú los tengas y seas más poderosa.

Sus acciones no eran porque él quisiera que yo estuviera bien, él quiere que esté fuerte para poder traer a Víctor, desconocía sus planes, pero estaba segura de que no era nada bueno. Probablemente regresaría y se vengaría de mí por haberlo matado en primer lugar y después vaya detrás de Lissa.

-¿Como vamos ha hacerlo? - le pregunté a Robert, dudosa de sus ideas y de la forma en la que haríamos esto, lo que más me preocupaba era mi bebé.

-Es muy fácil, solo necesitamos a un usuario del espíritu.

-Tu eres uno - le respondí.

-Él no puede ser - habló Kirchner -. Robert no puede ser el que da la oscuridad y el conector para que esta llegue a la otra persona.

-Por esa razón Nicolette nos ayudará - una moroi de unos vientres años entró en la sala y caminó hacia Robert, ella vestía unos vaqueros ajustados de color negro y un top de tiras color blanco con unas botas de tacón alto - Un gusto verte, Nicolette.

-Lo mismo puedo decir - respondió ella, sonriente -. Tu debes ser Rose ¿no?

-Si, soy yo.

-Bien, ahora que ya nos conocemos podemos proceder. - Robert y Nicolette se tomaron de la mano y no ofrecieron, cada uno, una mano - Tenemos que formar un triángulo.

Di un asentamiento y me acerque a ellos tomando sus manos para cerrar el triángulo. Alana se puso detrás de mí y Kirchner detrás de Robert.
En el fondo albergaba la inquietud de si esto podría hacerle algún daño a mi bebé, no había visto a Mitch desde hace desde que volvimos, hace dos días. Mitch se había desaparecido un momento después de que llegamos y lo único que me dijo fue que no le entregara el libro a Robert, que él me explicaría todo cuando volviera.

Nicolette apretó mi mano con más fuerza de la normal y antes de que pudiera soltarme una sensación cálida y poderosa me llenó. Era totalmente inexplicable el placer que sentía, ni el sexo o la droga mas fuerte podía ser comparada con esta sensación. Sentí como si esa sensación cálida me golpeara y me tropecé hacia atrás pero no golpee el piso porque los brazos de Alana me tomaron y me llevaron al sofá.

-¿Estas bien? - Alana sonaba preocupada.

-Si, estoy bien - miré en dirección a Robert que ahora se encontraba sentado con Kirchner a un lado y Nicolette parada enfrente de él.