Lissa estaba molesta por la resolución de mi abuela pero no dijo más pues era la mejor oportunidad que tenía para encontrar respuestas, lo entendió de la mejor manera, de todos modos las rabietas eran lo mío, ella era más calmada.
El fin de semana llego muy lento pero llegó al final. Estaba nerviosa y triste, no podía imaginarme revisando cada centímetro de la casa, el sol estaba presente pero no suficiente como para dar calor, estábamos a unos 26 grados, era un clima agradable para mí, escogí llevar unos jeans sencillos y una blusa de tirantes anchos negra con un estampado pequeño de depeche mode, ganándome una mirada de regaño por parte de Dimitri, eran las doce del día - en la tarde hará frío, debería llevar algo más cálido -
- no me interesan tus consejos de moda Belikov -
- no es moda, es supervivencia princesa - rodé los ojos, aún me sentía incómoda y molesta con él pero mis sentimientos seguían ahí haciéndome dudar sobre si era un enamoramiento o algo más
- vamos que mi abuela nos quiere de vuelta antes de que el sol se meta - en camino fue tranquilo mientras yo disfrutaba del sol lo mejor que podía, atrape a Dimitri observándome en varias ocasiones haciéndome dudar de su decisión sobre mantener su posición y no ir más allá conmigo. Mis pensamientos pasaron a otros asuntos cuando vi la calle donde viví durante más de diez años. Respire agitadamente
- ¿estás bien? - se dejó de títulos por la preocupación y cuando lo noto parecía avergonzado
- sí, solo estaciónate - algo cruzo mi mente - ¿cómo sabías la dirección exacta - por los nervios olvide dársela, no... Yo estaba viendo cosas donde no eran, a pesar de todo confiaba en él - mi abuela te la dio - adivine
- no, solo que todos sabemos esta dirección, lo que pasó es conocido-
- ya veo... Al final fue un circo para los demás - dije enojada
- no creo que sea así, solo que fue un ataque muy significativo para nuestro mundo - lo ignore bajándome del auto, saque la llave y abrí el portón negro, a pesar de todo se mantenía cuidado todo, el pasto y las flores seguían, Sonya había dicho que seguían haciendo limpieza pero para mí era como si mis padres siguieran aquí. Suspiré cuando abrí la puerta principal.
La casa seguía hermosa por dentro, cuadros y fotos se extendían por todos lados, me acerqué a uno donde una pequeña niña de cabello oscuro y grandes ojos casi negros hacia una burbuja gigante, estaba alegre, la foto fue tomada por su hermano mayor mientras sus padres acomodaban cosas para el día de campo que tuvieron ese día, tenía siete años. Otra foto donde la misma niña pero ahora de 12 años sonreía mientras abrazaba a sus padres, fue durante su cumpleaños, atrás de ellos sin darse cuenta una niña rubia, su mejor amiga, jugaba en el columpio pero no arruino la foto, ella también era parte de ese círculo.
No quería llorar, no ahora, respire hondo, por instinto me moví como si fuese a chocar con algo pero ahí ya no había nada, ese espacio era el de la mesa de centro, una mesa de vidrio que se hizo añicos cuando mi tío, ante mis ojos, golpeo contra ella al caer del tercer piso. Mire a otro lado, camine a la puerta que daba al patio de atrás, aún seguía mi columpio, ahí sufrí un raspón cuando tenía 10 años, después de que Mikhail me balanceara con fuerza y yo en una muestra de mi indudable poder saltara en el aire, el recuerdo me hizo sonreír. Tenía que dejar los recuerdos de lado, vine por algo específico, entre al estudio seguida de Dimitri, era imposible no acordarme de cosas si cada rincón traía algo consigo, en este lugar yo me sentaba mientras me regañaban por algo que había hecho, como cuando le corte el cabello a Camile Conta después de que ella le tirara a Lissa un bote de pegamento en el suyo, yo pensé que era un castigo perfecto pero mi profesora y mis papás no lo vieron así. También entraba cuando estaba triste, mi tía se sentaba y yo me recostaba en sus piernas mientras ella me consolaba - Sería un día muy complicado-
- que buscaremos aquí princ... -
- yo voy a buscar, tú limítate a cuidar - no quería tratarlo así pero mi genio estaba alterado, en parte gracias a la oscuridad que absorbí de Lissa al enterarse que no podía venir, asintió sorprendido
Arriba de una silla comencé a revisar entre los libros moviéndolos de vez en cuando para ver si salía una llave o algo pero nada.
En el escritorio lo mismo, camine hacia una estantería con documentos del trabajo de mi padre y comencé a revisar uno a uno los folders - Belikov, necesito que revises estos folders -
- ¿qué debo encontrar? - estaba enojado y no trato de ocultarlo, me hizo sonreír, al parecer su "trato a la princesa" estaba flaqueando, muy rápido para mi sorpresa
- algo que no tenga que ver con bancos ni familias reales - era vago pero ni yo sabía exactamente qué buscar, asintió. Después de miles y miles ( bueno no tantos, pero sí eran muchos) de documentos aburridos sobre propiedades y dinero de las familias reales estaba tan harta que aventé un folder sobre la familia bádica - princesa mire - un folder de mi familia tenía un papel con la letra de mi tío 'en donde el mal no triunfa ni pierde y las casas de muñecas son destruidas por la realidad, primero fue el ático lleno de flores y al final está él' genial, no estaba para acertijos, llevaba dos horas buscando como estúpida entre libros y nada, ahora me daban esto -¿qué significa? -
- no lo sé - pase mis manos por el cabello exasperada - ático... Esta casa no tiene ático... 'Flowers in the attic' - era tan obvio que la vergüenza de no adivinarlo antes me llegó - pero en el libro no menciona casas de muñecas - flores en el ático de V. C. Andrews, era la única saga de libros que leí por mi gusto y solo fue después de que me castigarán por golpear a un dhampir, mis tíos no me dejaron hacer nada "divertido" durante las vacaciones, por primera vez ni siquiera salir con Lissa así que me la pase en el estudio molestándolos para que me dejaran '¿quieres divertirte? ' asentí pensando que me levantarían en castigo pero en lugar de eso señaló la biblioteca 'lee un libro' solo porque sí hice caso, tome una silla y baje una caja que contenía muchos libros, me agrado la portada del primero, muchas flores pero no era alegre sino oscuro y sin vida, a pesar de las flores vivas que había en ella, sorprendentemente me encanto el primero y así viví mis vacaciones leyendo esa saga sin embargo el último libro, el que narra la vida de la abuela fue mi favorito por mucho, lo leí más de veinte veces sin que nadie supiera (tengo una imagen que mantener)
- habla de jardín sombrío -
- no entiendo - lo mire
-hay un mundo afuera de las historias del viejo oeste camarada, es una saga de libros donde narra la historia de cuatro hermanos que son encerrados en un ático por su madre, bueno en el primer libro, después descubren que la ambición... Bueno no importa, mejor ayúdame a bajarla, estaba en el último nivel del librero - la euforia por tener algo por mínimo que fuera, hizo que me olvidara de mi antigua molestia con Dimitri. Bajo la caja que contenía los libros, cuando los vi me dieron ganas de sentarme a leer, pero oculte mi entusiasmo porque ya lo dije, tengo una imagen que cuidar. Tome jardín sombrío, según lo que entendí hablaba de este libro, comencé a hojearlo hasta que de una hoja cayó un sobre, la letra era de mi tío - por favor que no sea otro acertijo -
' Rose.
Sabemos que te dejamos a ciegas en algo tan importante pero debes entender que jamás pensamos que correrías un verdadero peligro, hasta que tu abuelo murió un año después de que llegaras a vivir con nosotros, él descubrió el poder que tenias oculto y quiso evitar a toda costa que tú lo pusieras en práctica, aunque ahora sabemos que es la única posibilidad que tienes para sobrevivir, todo lo que Anthony descubrió está oculto en el suelo de una de las habitaciones del segundo piso, busca bien y recuerda mirar más allá. Te amamos hija y esperamos que para cuando encuentres esto estés sana y salva. Michael y Grace.'
Amaba la letra de mi tío y me sentía cerca de ellos cuando la leía pero en este momento cruzaba por mi mente algo más: en el segundo piso había cinco habitaciones (sin contar los baños) como se supone que termine de buscar antes de las siete que era la hora máxima que me dio mi abuela para salir, Dimitri miraba en mi dirección confundido - vamos al segundo piso -
- ¿buscamos algo en específico? -
- si lo supiera te lo diría - suspire - espero que seas fuerte como para levantar el piso de la planta siguiente -
- vamos a romper el suelo - dijo preocupado
- ¿acaso no puedes? Hay algo escondido en alguna habitación de arriba, bajo las tablas y necesito sacarlo -
- si está ahí quiere decir que alguien antes las levanto así que deben seguir sueltas, solo es cuestión de encontrarlas -
- y ... ¿Cómo haremos eso? -
- por el sonido de las tablas, el rechinar en ellas -
- entonces crees que será rápido - afirme entusiasta
- sí, eso depende del número de habitaciones y el tamaño de ellas, además debemos suponer que está en donde no haya muebles porque sino tendremos que moverlos-
- gracias por arruinar mi entusiasmo - dije mirándolo mientras el miraba mi brazo izquierdo - ¿qué te parece un 'será sencillo Roza' o un ' no te preocupes, soy ruso tengo la fuerza de mil hombres, levantare el suelo en tres minutos' -
- la segunda afirmación es imposible princesa - rodé los ojos - por cierto que tiene en el brazo izquierdo atrás - me detuve de golpe, atrás tenía una cicatriz delgada y larga, un recuerdo del secuestro por parte de Richelle, Isaac y Stefan - parece una cicatriz... -
- porque eso es genio... No recuerdo de que es -
- no me dejó terminar, parece una cicatriz hecha con una navaja de punto exacto - es porque así era, yo y mi gana de salir con blusas de tirantes
- te confundes, que bueno que eres guardián y no investigador, apúrate - casi corrí para que no siguiera con el tema, entre a la habitación de mis tíos procurando no mirar los detalles en ella, 'estoy en casa mamá, papá' - has tu magia camarada - asintió y comenzó a pisar, las tablas eran anchas, eso me imagine que traería alguna ventaja, sentada en la cama recordé cuando Mikha y yo entrábamos los domingos arreglados y listos, saltábamos encima de mis tíos despertándolos para ir a desayunar a algún lado, cuando cumplí trece, ese lugar lo ocupó Lissa mientras Mikha observaba desde la puerta exclamando con horror fingido ' he creado monstruos', después de que Mikha se fuera a la corte yo seguí haciéndolo con Lissa. Al final del desayuno nos daba igual y pedíamos crepas como postre, yo pedía una rellena de zarzamora y bañada en chocolate, un veneno para diabéticos pero una delicia dulce para mí.
- no hay nada aquí - Dimitri me saco de mi recuerdo feliz - a menos que quiera comenzar a mover los muebles - negué
- vamos a mi cuarto - lo guíe dos habitaciones después, abrí la puerta, no me causo mucho pues antes de irme con Lissa entre aquí, todo seguía igual, discos en un estante, libros escolares en otros y más cosas, salte a mi cama acostándome en ella y mirando la cabecera, mire el atrapasueños que estaba ahí, Mikhail me lo regaló en un cumpleaños, decía que alejaba las pesadillas, estas se atrapaban en la red y por el centro pasaban los sueños buenos, cuando el sol tocaba lo que estaba atorado se destruía, lo descolgué pues ese regalo se iba conmigo, Dimitri estaba revisando las tablas con el pie, parecía que mataba hormigas o bailaba de una manera divertida no pude evitar reír
- sucede algo - levanto una ceja, se veía tan chulo,
- no, guardián Belikov continúe con su labor - intente sonar sería y fría pero la risa se escapaba entre las palabras, se acercó a mí, yo seguía en la cama, estaba parada sobre ella en realidad - guardián Belikov continúe trabajando - sonreí
- debería ayudarme princesa Hathaway, es mucho trabajo para mí - el cansancio fingido regreso la risa
- pero pensé que el dios ruso era todo poderoso -
- ojalá lo fuera - estaba al borde de la cama y yo también, solo que arriba
- vamos camarada, que el día se va y no quiero problemas con mi abuela - no quería que se alejara pero bueno, ya había dejado las cosas claras ¿no?, aunque su comportamiento de este momento me hacía dudar sobre su resolución
- lo que pasa princesa es que ya lo encontré -
- ¿en serio? - dije mientras intentaba bajar de la cama atorándome entre la colcha y apuntó de irme de boca pero el dios ruso me atrapo en brazos, me tenía por la cintura en el aire, sus ojos me miraban con demasiada intensidad y mi mirada estaba segura, no era diferente, pensé que me bajaría como aquella vez cuando parecía que mi piel quemaba pero no, me sostuvo así durante bastante tiempo mientras yo lo abrazaba por el cuello. Por fin me bajo sin embargo en lugar de alejarse y disculparse me abrazo fuerte como si temiera que me llevaran lejos de él correspondí al abrazo
- perdóname Roza, perdóname por tratarte así- se alejó solo para mirarme, yo no tenía modo de responder - si no quieres hacerlo yo... -
- lo haré cuando me digas porque te comportaste así durante esta semana -
- hablemos de camino a casa por ahora, necesitas verificar si es lo que buscas - levanto la tabla y saco una caja más grande que la que contenía el libro oscuro, la mire sentada en el suelo, mientras trataba de abrirla pero no podía, no tenía la llave, tal vez fuera la misma que abría la otra caja, pero esa llave estaba en mi habitación, diablos ¿tanto me costaba traerla?
- necesito la llave pero estoy segura que es lo que busco y sino tendremos que regresar después -
- estarás bien con volver, te he visto durante toda la tarde y no pareces cómoda -
- no lo estoy pero es algo que debo hacer, a demás no está tan mal, este fue mi hogar... mi único hogar y lo atesoro aún con todo lo que pasó, mis tíos y Mikhail me dieron lo que nunca hubiese tenido en ningún otro lado-
- ¿y tu madre? - lo mire
- ¿Janine? Ella nunca formó parte de mi vida realmente, me trajo aquí entre sollozos porque pensaba que no me quería, yo tenía tres años y pensaba que había hecho algo malo, la primera mañana que estuve aquí comencé a llorar, mis tíos se despertaron para ver qué pasaba, intentaron explicarme qué sería solo por un tiempo y que mi mamá me visitaría en vacaciones, yo les creí a medias, hice llorar incluso al fuerte de mi tío cuando le pregunté que si yo era mala, me dijo que no mientras preguntaba porqué decía eso, le dije que yo tenía que ser una niña muy mala porque mi mamá no me quería, los dos lloraron con eso. De Janine nunca volví a saber realmente, salvo por sus llamadas una vez al mes, llamadas que duraban diez minutos y se limitaban a un '¿cómo estás?' '¿hiciste la tarea?' 'No le des problemas a tus tíos' o se alargaban a los quince para darle tiempo y reprocharme algo que había hecho mal, también tenía sus promesas vacías de 'iré en Navidad' 'iré en año nuevo' pero no lo hacía, hasta los trece años le creí ¿sabes? De verdad creía que vendría, me levantaba en cuanto escuchaba un auto pasar o detenerse cerca de la casa con la esperanza de que fuera ella pero no sucedió jamás. Ahorita ni siquiera sé si sabe que ya volví - sonreí forzada, vi algo de culpa en su rostro - ¿pasa algo? -
- Janine ya sabe que estás en St. Vladimir, yo le dije -
- conoces a mi madre - claro que sí, él era novio de Richelle y esa perra era la protegida de Janine, o más específico, la hija que siempre deseó
- lo hice porque pensé que te haría bien verla o hablar con ella, siempre fue tan buena con... -
- ¿Richelle? - sonreí con amargura - lo sé, ella era más hija que yo
- yo no sabia de la relación que tienes con ella - lo dijo en forma de disculpa -
- no importa... Yo tuve una madre, Grace y un padre, Michael, a la mujer que puso el ovulo y al hombre del esperma solo puedo agradecerles el traerme y eso no les costó mucho - sonrió mientras movía la cabeza de un lado a otro
- vamos a llevarnos esto de una vez - asentí, me levante seguida de Dimitri que no quitaba su mirada de mi
- ¿qué pasa camarada? - dije coquetamente
- nada solo que... - sonreí esperando su respuesta - es que... - me tomó por la cintura atrayéndome a su cuerpo mientras me besaba, le correspondí el beso con pasión, mientras sus manos bailaban por mi espalda, mi cuerpo estaba caliente y cada roce de sus manos lo aumentaba más, me apretó más a él como si la distancia mínima entre nosotros fuese mucha, sin pensarlo lo jale hacia mí hasta caer en la cama, no le importo y a mí menos, sus labios rozaron mi cuello haciendo que arqueara mi espalda por el placer, de un momento a otro termine arriba de él continuando con lo que estábamos a punto de hacer, jamás había estado con nadie de esta manera y moría de los nervios pero el saber que era Dimitri me hacía inmensamente feliz, mis piernas descansaban a sus costados, pasó sus manos desde mi espalda hasta mis piernas sin saltarse ningún centímetro de mi cuerpo, volvió a colocarse arriba, una de sus manos entro debajo de mi blusa, apretó mi cintura y trato de calmarse. Su respiración estaba tan agitada como la mía, lo mire con curiosidad - no puedo hacer esto, no aquí ni en este momento - lo mire confundida, no podía volver a su actitud de 'soy tu guardián y nada más' ¿verdad? - no pienses mal - puso su mano en mi mejilla - aún tenemos que hablar de muchas cosas, quiero hacer las cosas bien por ti Roza, es solo eso - asentí.
- entonces vámonos camarada - tenía razón, aún faltaba hablar de muchas cosas, aún tenía que saber lo que sentía por mi, aunque sus acciones hablaran por sí solas.
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Academia de Vampiros - EL LIBRO OSCURO
FanfictionRose regresa a su hogar después de huir por un peligro que nadie entiende, su mejor amiga ha estado siempre con ella y seguirá siendo así. De vuelta en St. Vladimir y protegida como nunca sentirá el peligro más cerca y ni siquiera Dimitri, su guardi...