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Desperté con lagrimas secas en el rostro, me encontraba sola tenía un sensación extraña en el pecho, una sensación de alivio y tristeza, tal vez a causa del sueño que tuve; en el Dimitri me abrazaba y decía que me amaba, también decía que extrañaba mi compañía, mire el brazalete de plata en la mesita de noche, eso explicaba la tristeza y el alivio, deseaba tanto que ese sueño fuera verdad, incluso podía jurar que tenía la sensación de sus labios fresca sobre los míos pero estaba sola en la habitación, eran las seis de la noche ¿cuánto dormí? - catalena - me coloqué el brazalete quedando en blanco de nuevo, salí de la habitación a la cocina
- ¿cómo te sientes? - Dimitri estaba sentado en un taburete bebiendo café
- bien - seguí su ejemplo y me preparé también uno mientras me sentaba
- el uso de poder excesivo te tumbo, deberías tener más cuidado -
- sí, solo necesito encontrar la manera de ser más fuerte, un empujón que no permita mi caída tan fácil - me miro como si estuviera loca
- me refiero a que dejes de jugar con la magia de ese modo - aclaró
- ah eso, no puedo, tengo una pelea muy fuerte en un tiempo y no venceré si me fijo en nimiedades - dije como si fuera lo más simple del mundo
- ¿tu estado anímico es una nimiedad? - estaba enojado - ¿tu vida es una nimiedad? -
- lo será cuando logre aumentar mis poderes porque en ese momento - me acerqué tanto a él que solo bastaba una leve inclinación de él para besarme pero no era lo que yo buscaba, aunque su mirada me decía que él sí - seré tan poderosa que destruiré todo lo que intente lastimarme - lo dije con doble sentido dirigido hacia él - ¿entendiste Belikov? - le sonreí y volví a mi café, me miro de una manera extraña
- cada vez te reconozco menos - rodé los ojos - tú no eres así, no eres tan inconsciente, yo te conozco bien -
- no confundas las cosas Dimitri, tú conoces una parte de mi nada más, tu error es creer que esa pequeña parte me conforma completamente cuando no es ni la tercera parte de mi alma - no estaba molesta pero alce la voz - tal vez solo conociste lo que yo quise para tenerte aquí - le extendí mi palma - pero ahora que ya probaste las babas de Tasha y no sé qué otras cosas más, no me interesas de ningún modo así que no tengo que fingir - era una completa mentira pero su cuento de 'no eres así' comenzaba a ser aburrido. Tome mi taza y salí de la cocina con una sonrisa. Comenzaba a ser genial este hechizo ¿por qué no lo hice antes?
Ahora podía entender lo que sentía un strigoi y no sonaba mal en la práctica sin emociones que nublen el pensamiento... Comprendí que eso era lo que los hacía tan poderosos, ellos no tenían miedo real, ni amor, ni dolor, solo se divertían y se alimentaban, ahí estaba el verdadero poder, sonreí para mí, Alistair sabía que estábamos en Rusia a eso se debió el ataque ¿cómo se enteró? No lo sabia pero lo averiguaría tarde o temprano - Rose, comienzas a darme miedo - Adrian y Sydney se acercaron a mi - estás muy diferente - otro con el mismo cuento, tal vez había llegado la hora de hacer las cosas por mí misma y dejar de escuchar a todos los que parecían añorar mi debilidad
- estoy como siempre moroi, ya búsquense una nueva cantaleta - subí a mi cuarto, mire mi maleta intacta, no la necesitaba solo el mapa que donde indicaba el lugar donde se encontraba el alma de Irina, lo tome y baje de nuevo, lo cheque sentada en el sofá.
- ¿ahí se encuentra el alma de Irina? - Demir y Scarlet se acercaron por atrás, asentí - no está tan lejos de aquí -
- exacto, después de encontrarla regresaremos a Estados Unidos para quitarle a Alistair la ultima parte, a Ela Lower - sonreí para mí nuevamente - esto será sencillo desde aquí -
- debemos ir de día para evitar que los strigoi ataquen - ¿de día? Y perdernos la diversión, no está vez. Volví a asentir - ellos saben que estamos aquí -
- sí, quiero saber quién fue el traidor para arrancarle la lengua - dije con una voz que espanto a los presentes, incluso a Demir y a Scarlet, los observe - ¿van a salir? - note que todos parecían listos
- sí, iremos a comprar cosas para la comida antes de que cierren las tiendas de autoservicio - mi oportunidad
- bueno diviértanse y compren algo dulce para mí por favor - regrese a mi tono de antes para no levantar sospechas
- ¿quieres venir? Iremos todos -
- no, estoy desarreglada y ya van a dar las siete, el centro comercial está a una hora... - negué con la cabeza - mejor los espero aquí, a demás aún estoy cansada -
- me quedaré contigo - Dimitri hablo - si ya saben dónde estamos es mejor que no te quedes sola o podrías sufrir un ataque - suspire
- no lo creo camarada, las salas están levantadas - lo mire de manera burlona - ¿no será que quieres flojear y por eso te quieres quedar? - mi tono le saco una sonrisa como si viera a la de antes, a Adrian y a Lissa no los engañe del todo pero mi aura no mostraba nada así que no podían estar seguros - vayan que nada me va a pasar - no logre convencerlos de dejarme sola, Dimitri se quedo sentado conmigo mientras yo veía el mapa
- ¿quieres hacer algo? - dijo después de un rato
- wow guardián Belikov ¿me está haciendo una propuesta indecorosa? - se sonrojó y comenzó a reír nervioso imite su risa
- no me refería a eso - su mirada era dulce, aquella que en otro momento me hubiese vuelto un mar de emociones dulces - podríamos entrenar o no sé -
- no gracias, estoy un poco cansada por el entrenamiento que tuve - mire la puerta, no podría escaparme tan fácil, él me alcanzaría de un momento a otro, sonreí - voy a mi habitación ¿quieres venir a hacerme compañía? - me miro dudando pero asintió. Cuando estábamos ahí él se sentó en el sofá y yo lo imite - tengo sueño - dije con una mueca
- dormiste mucho... -
- ¿en serio? - asintió, me miro fijamente
- estuve aquí contigo todo el tiempo hasta que el sueño casi me vence y baje por café, después despertaste - estuvo velando mi sueño... ¡Qué tierno!.. No la verdad no.
- gracias por ser un guardián tan dedicado - podría aprovecharme de esto, me levante y me senté sobre él, su mirada decía que me deseaba pero su cuerpo rígido aún tenía las de ganar
- Rose no puedo... - lo mire de una manera tan abrazadora que su cuerpo se relajó solo un poco
- vamos Dimitri, es solo un poco de diversión no te estoy pidiendo que regreses conmigo solo quiero un poco de - lo desvestí con la mirada - acción sana y sin compromiso - sin esperar respuesta lo bese, me respondió con intensidad, sus manos recorrieron mi espalda hasta mi trasero y se aferraron  mientras me empujaba a él, mi cuerpo respondió como debía, lo despeine con mis manos, me quite el suéter y la blusa al mismo tiempo, besó mis pechos haciendo que gimiera despacio, me cargo hasta la cama, estaba más que dispuesto a hacerlo, vi el amor y deseo sobre él, esa era su debilidad y mi ventaja, quería librarme de una vez pero mi cuerpo deseaba tanto su cercanía que decidí quedarme. El resto de la ropa salió rápido y él comenzó a moverse sobre mí mientras yo me aferraba a su espalda - Roza, mi Roza - decía con la voz llena de excitación, yo no estaba mejor, cada embestida me hacía gemir deseando más, esto estaba mal, mi cuerpo no debería ceder tan fácil pero ya estaba ahí... Qué rayos. Me giro hasta colocarme arriba de él, me moví sobre él a punto de estallar, mi camarada me miraba a los ojos con mil cosas que decir pero no eran necesarias, se sentó sin bajarme, me besó tantas veces como si quisiera compensar el tiempo lejos, yo le respondía automáticamente, hasta que terminamos, mi sonrisa era de completa satisfacción, él se acostó tumbándome sobre su pecho mientras me besaba la cabeza. Tenía que corregir ese hechizo, tal vez quitar también algunas necesidades como el sexo. Cuando lo voltee a ver el sueño lo había vencido, esa era mi oportunidad - Roza te amo - dijo entre sueños
- yo no - dije convenciendo a la pequeña parte que aún lo deseaba - yo no te amo - volví a repetir, me vestí rápido y salí del cuarto, tome el mapa, corrí al coche y comencé a conducir, era tiempo de hacer lo necesario para vencer y ser más poderosa, tenía que aprovechar este maravilloso hechizo.
                                                    (...)
Al cabo de un cuarto de hora note que me seguían en un intento muy malo de pasar desapercibidos. Continúe a la velocidad normal, quien fuera terminaría muerto, llegue al lugar donde estaba el alma, la pude sentir, guarde el mapa en el brazalete de cobra, entre a una cueva más fría y oscura que aquella donde estaba el alma de Madeleine, la sentí muy cerca, avance procurando no caer como la vez pasada, estuve caminando durante una hora o más 'Rose ¿dónde estás?' Su mente me atrajo, ella estaba preocupada y Dimitri casi se daba de golpes en la pared, note que estaba totalmente desaliñado después de nuestro encuentro, sonreí 'se llevó el mapa, seguro fue a buscarla sola' Scarlet hablaba sería 'les dije que tenía algo raro, no es ella' Adrian se movía desesperado mientras Sydney lo calmaba 'vamos por ella' dijo Dimitri molesto y triste ahora que se había dado cuenta de que lo había usado 'no deben arriesgarse por el juego de una niña' Tasha estaba indiferente 'juego o no, no voy a dejar que le pase nada' Dimitri no espero respuesta y salió con Demir, Scarlet se quedó con los demás. Salí de la mente de Lissa, tenía que apurarme antes de que ellos llegaran si quería largarme sin ellos. Al fin después de mucho tiempo encontré el alma, la libere volviendo a sentir el dolor en el pecho y los escalofríos, la oculte en el brazalete y salí de ahí, justo cuando iba saliendo vi a Demir y Dimitri caminar cerca de mi, no me notaron así que corrí en otra dirección hasta llegar a un puente colgante camine sobre él pero se tambaleaba mucho
- entrégame el brazalete - un strigoi caminaba hacia mi
- ¿cuál de los dos? - dije como si nada - este o este - Levante ambas manos soltándome del puente, el seguía moviéndose haciendo que perdiera el equilibrio pero me dio lo mismo
- los dos o terminaras al fondo de este lugar - mire hacia abajo, no alcanzaba a ver nada hasta donde se tocaba tierra o agua, lo que fuera, la altura era mortal - si me los das tal vez no te mate tan dolorosamente -
- si no te los doy y te mato yo será mejor - me importó un carajo la altura y como se tambaleaba, salte al strigoi haciendo que este se tambaleara de manera peligrosa
- ¡Rose! - la voz de Dimitri estaba del otro lado del puente, escuche cuando él y Demir comenzaron a pelear, volví a lo mío, el strigoi me tiro colocándose sobre mi intentando quitarme un brazalete, el de plata, otro strigoi se acercó a nosotros por el otro lado haciendo que el Puente rechinara desde las esquinas, me moví casi saliendo de este, morirá sí, pero jamás les entregaría lo que me pertenece. La mitad de mi cuerpo estaba afuera, en ese momento sentí un balde de agua fría sobre mi. Abrí lo ojos como si acabara de despertar. El brazalete de plata cayó al fondo, las emociones me golpearon desbocando todo un tumulto de sensaciones lastimeras y otras maravillosas, todo lo que oculte se liberó, ahora sí sentí temor, mucho temor por Dimitri y Demir que luchaban del otro lado y por mí con la mitad fuera del puente, le lance una flama al strigoi, este se quitó pero por obvias razones yo perdí el peso que me mantenía arriba, a duras penas y en vista de un milagro me sostuve de una de las cuerdas. No iba a a aguantar mucho, el strigoi me miro burlándose mire las cuerdas y lo decidí en ese instante, las queme hasta que se soltaron, dejándome en una peor situación, tenía que tranquilizarme antes de seguir actuando imprudente, me solté de una mano y con la otra queme al strigoi hasta que cayó al vacío, hice lo mismo con el otro, los vi caer, sintiendo un poco de alivio pero aún quedaba yo colgada, me impulse hasta colocarme acostada en este, mi respiración estaba agitada, Dimitri se movió hacia mi, mientras Demir estaba observando desde el inicio del puente. Me tomó de la mano y vi en su rostro la decepción que sentía hacia mi, eso me dolió pero ahora tenía que aceptar que esto había sido mi culpa. Si en algún lugar había una esperanza de volver a comenzar su mirada gélida me indicó que eso se había terminado.

Academia de Vampiros - EL LIBRO OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora