Sabor A Cielo♡|Terminada|

Capítulo 50

-¿Cuál es el nombre de su compañero?

-J-José, José Miguel Canela Rivera.

-Correcto.

Fui a mi asiento maldiciendo por lo bajo, no podía creer que entre todos los alumnos de segundo grado me haya tocado precisamente él.
Cuando todos tuvieron un compañero, la señorita se retiró.

-Bien jóvenes- habló el profesor- cuando el tiembre suene saldrán en busca de su compañero y comenzarán con la actividad.

Y así fué cuando el timbre sonó todos salieron muy animados en busca de su compañero para comenzar a trabajar, excepto yo.

-Alon ¿no irás por tu compañero?- preguntó Alan.

-Si, ya voy- salí del aula para buscar a Jos. Cuando llegué a su salón lo escuché platicando con Freddy.

-¿Por qué no solo te arriesgas a ser feliz?

-No es tan fácil hacerlo como decirlo.

-Solo ten presente que ninguno de los dos esperará toda la vida.

-Lo sé, pero no quiero que ninguno de los dos sufra.

-Pero si no te decides pronto el que sufrirá serás tú.

-Lo sé, pero prefiero sufrir que verlos sufrir.

-Pues como digas- se acercó a su banca a guardar sus cosas y fué cuando me vió- Alonso ¿qué haces ahí?

-P-perdón por interrumpir- Jos me miró sorprendido.

-No te preocupes, ya terminamos de hablar ¿escuchaste algo?- preguntó el risado.

-Eh? No, no para nada.

-¿Qué haces aquí?- me preguntó Jos ladeando la cabeza.

-Soy tu compañero- mostré el papelito con su nombre.

-¿Enserio?- sonrió levemente.

-Hay Jos que preguntas haces ¿no ves que trae un papelito con tu nombre?

-Es verdad.

-Bueno chicos yo voy por Jason, no se quien sea pero será mi compañero. Nos vemos alrato, que se diviertan- guiñó un ojo antes de salir del aula.

-¿Así que compañeros?- sonrió ampliamente.

-Si, compañeros- dije algo serio.

-¿Cómo has estado?

-Bien, gracias ¿qué libro quieres que leamos?

-No lo sé. Te parece si vamos a la biblioteca.

-Si, vamos.

Salimos rumbo a la biblioteca. Íbamos en silencio ninguno de los dos hablaba, solo pensaba en la conversación que había escuchado. Él aún no se decidía y decía que no quería que ninguno sufriera pero el único que sufría era yo.

Cuando llegamos a la biblioteca casi no había nadie, la mayoría habían pasado ya por su libro.

-¿Cómo qué quieres que leamos?

-No lo sé, algo sencillo talvez. Así no tendremos que tardar mucho.

Jos se fué a los últimos estantes yo me quedé sentado en una de las mesas. Los demás chicos comenzaron a salir, ya casi no quedaba nadie en la biblioteca y Jos no volvía, me levanté y fuí a buscarlo.

-Jos! ¿dónde estás?

-Aquí- salió de la nada, parándose frente a mí dejándome ver sus hermosos ojos miel, esas perfectas pestañas y sus enormes cejas.

-Me asustaste- me aleje un poco.

-Perdón, mira encontré este- tomé el libro de sus manos.

-¿"Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo"?

-Si- sonrió.

-¿No crees que será un poco complicado?

-No es un libro mágico con las soluciones del mundo, es más bien acerca del universo de cada uno.

-Oh! ya. Esta bien, pues comencemos ya para acabar pronto.

-¿Por qué?

-¿Por qué que?

-Es la segunda vez que dices eso, tenemos todo el día para hacer esto.

-Si, pero tenemos tres actividades.

-Pero no es necesario acabarlas todas ahora, podemos terminarlas despúes de clases.

-No puedo, mis padres no estan en la ciudad y tengo que ir por Diego y Braulio al colegio.

-Puedo acompañarte por ellos y luego hacemos el trabajo.

-En vez de estar platicando mejor vamos a comenzar con el trabajo- me dí la vuelta y comencé a caminar.

-Espera- dijo y volteé de nuevo, pero él estaba muy cerca de mí que terminamos chocando, perdí un poco el equilibrio y para no caer solté el libro y me colgué de los hombros de Jos y él me sostuvo por la cintura. Nuestros rostros quedaron a escasos centímetros, nos miramos fijamente a los ojos y en un leve movimiento nuestros labios se unieron en un beso.