Pase lo que pase [DETENIDA]

Capítulo 1: Solo respira

-         Just... Breath- murmuré mientras buscaba en mi móvil aquella canción, no, LA canción de mi vida. Una vez la encontré le di play acomodando los auriculares en mis oídos y...

-         ¡Hey! Andrea- habló con voz fuerte un chico mientras alzaba la mano, su voz era como un graznido sobre aquella maravillosa voz de Vedder que me llenaba el alma- tu portafolio...-ahora podía escucharlo cerca, cerré los ojos con algo de fastidio y volví a abrirlos rápidamente para girar.

-         Ed...Ward?-me giré sobre mis talones y murmuré insegura su nombre, sabía que estudiábamos juntos, pero jamás habíamos cruzado palabra alguna; sonreí.

-         Edgard- aclaró su garganta- Edgard Niemann...- extendió mi portafolio y bajó la mirada, sabía bien que en mí mundo, él no existía- compañeros en  lengua de cuarto año- agregó antes de que pudiera responder algo

-         Edgard! Si.. lo siento, lo siento mucho- tomé mi portafolio y haciendo una mueca con mi rostro a modo de pedir disculpas toqué su hombro con mi mano- soy terrible con los nombres...-le dije esto en un tono demasiado despacio, le estaba confesando un secreto más que sabido, pero que nunca dejaba de avergonzarme.

-         Anda  Ed! No tenemos todo el día- ambos oímos una voz proveniente de un jeep que hacía cambio de luces desde el frente- Si...- respondió Edgard, y antes de que le pudiera agradecer por traer mi portafolio se había dado la media vuelta corriendo hacia el jeep.

-         Gra...- no terminé la frase cuando Edgard ya estaba dentro del jepp, el cual arrancaba a velocidad haciendo que incluso mi cabello se desordenara un poco-  gracias compañero de lengua- reí al verme obligada a hablar sola y, mientras esperaba un taxi, Eddie Vedder comenzaba a despedirse de mí con la última parte de la canción- oh no... no te atrevas- pensé mientras arrugaba el seño y volvía a colocar la canción desde el comienzo- inspírame...- cerré los ojos y sonreí buscando mi paz interior

-         Déjame adivinar...- una voz masculina hablaba justo sobre mi oído derecho, me hizo abrir los ojos de un solo golpe- otra vez olvidaste tus cosas, le rompiste el corazón a otro chico y luego optas por hablar sola...- sentí como sonreía al decir las últimas palabras- no tienes remedio Weiss

-          ¡Mierda Dev!- saqué el auricular derecho de mi oído mientras me  giraba molesta a ver a mi amigo- ¿es que acaso no se puede tener un momento de intimidad con Eddie Vedder?- el sonrió y me guiñó el ojo mientras yo dejaba rápidamente mi enojo de lado y le sonreía de regreso.

Dev Lane, mi mejor amigo desde que entré a la universidad, él me entendía en todo, me apoyaba en todas mis decisiones, me creía a ciegas e incluso me salvaba la espalda en algunas ocasiones. Era el único que realmente entendía que yo era una maldita despistada y que sólo recordaba las cosas menos útiles. Era mi mejor amigo y enemigo a la vez, odiaba que siempre me apoyara en todo sin siquiera debatir un punto de vista; para él todo lo que decía o hacia estaba bien, era lo correcto.

-Andy... ¿Cuándo dejarás a ese viejo tranquilo? Podría ser tu padre- me guiñó el ojo nuevamente mientras me abrazaba por los hombros como acostumbraba-

-Podría ser mi sexy y perfecto esposo. mmm... –pasé la lengua por mi labio superior de la forma más exagerada y provocativa que podía. Todo aquel que me conocía sabía de mi obsesión con el cantante, al igual que sabían que refugiaba todos mis sentimientos en sus canciones-

- me das asco...- Dev hacía una arcada falsa mientras me removía de un lado a otro para que dejara mi perfecta ensoñación con ese perfecto hombre- ¡anda! He venido hasta aquí para pedirte que me acompañes esta noche a la fiesta que dará mi amigo Adam-

-per...- no alcancé a terminar cuando Dev prosiguió- no hay excusas Andrea Weiss, me debes millones de favores, de dinero y cuanta cosa más que ¡sólo dios sabe!- rió exclamando con las manos hacia el cielo de una forma exagerada- paso por ti a las 22 –besó mi mejilla bulliciosamente y comenzó a apartarse lentamente, sabía que igual intentaría persuadirlo para no asistir-

-Dev... tengo examen el lunes entrante, debo estudiar- mentí, pero algo si era cierto, no existía otra chica mas maniática para estudiar, mis calificaciones no eran perfectas, pero eran buenas- en serio...-supliqué, sabía bien por qué Dev quería que lo acompañara, él sabía que ya llevaba cuatro años desde que me habían pateado-

-Andy... vamos a pasarlo bien, solo tú compartes mis locuras cuando estoy ebrio- dio otro paso más hacia atrás sonriéndome de tal forma que se marcaban sus hoyuelos, esa risa la ponía cada vez que buscaba darme confianza-

-Está bien...- murmuré a regaña dientes mientras suspiraba. A eso me refería con tu mejor enemigo, Dev no iba a aceptar un no como respuesta, y sabía muy bien como atraparme; él era quien me sacaba de apuros: me presta dinero, si necesito ayuda la consigue o me la presta, me acompaña a donde yo quiera ir; si digo que algo me gusta, al poco tiempo Dev llega con ello hasta la puerta de mi depa. Es el amigo perfecto para toda soltera despistada, como yo.

Estaba volando en mis pensamientos y opiniones sobre Dev cuando otra voz masculina me regresa a la realidad- ¿vas a subir o no? - un chico alto y delgado con un tono despectivo estaba pasando delante de mí para subir al taxi-

-¡Sí!- rápidamente tomé mis cosas y me metí al taxi cerrando la puerta, el chico había sido desagradable, si no hubiese estado tan metida en mis pensamientos me hubiese detenido a discutir con él, pero ya era tarde- moron- dije en ingles mirándolo por la ventana con el seño fruncido-

-you're a lady- se mofó de mi copiando mi expresión con el seño fruncido. Mierda, el taxi tenía el vidrio abajo y él había podido oírme con claridad. Quise seguir protestando pero entonces el chofer recordó que debía manejar y avanzó.

-A la calle 10 por favor- miré la hora aun enojada,eran las 18:30 tiempo más que suficiente para tomar una buena ducha, depilarme,escoger la ropa para la fiesta y escuchar el umplugged del 92 de Pearl Jam, con esa buena música era imposible seguir gastando mi tiempo enojada con ese estúpido del taxi. Suspiré más que satisfecha de mis planes y apoyé mi cabeza enel respaldo del asiento, quedaba poco para llegar a casa- Solo respira- sonreí.

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C.B.