Capítulo 7: Las llaves de repuesto

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Un rayo de luz llegaba justo a mi rostro, la cortina mal cerrada, eso me pasaba siempre que salía de fiesta, puesto que pasaba a llevarla y la dejaba entreabierta. Esperen un minuto... ayer fui a dejarle el libro a William, nos besamos, nos reimos como nunca pero... ¿cómo es que justo ahora yo sentía mi almohada en la cabeza? Abrí los ojos dejando que la luz me invadiera y luego pestañeé varias veces, reconocí el techo de mi dormitorio y entonces lentamente comencé a mirar a mi alrededor.

Estaba tapada con mi cobertor y acomodada hacia un lado, pero podía sentir aún esa presión y ese calor en mi espalda, giré lentamente y me encontré con la gran sorpresa. Él estaba ahí recostado durmiendo mientras su mano descansaba en mi cintura por sobre la tela, se veía adorable. Su rostro estaba sereno y tranquilo, su perfecta nariz, sus bellos ojos, sus hermosos labios. No pude evitarlo y sonriendo pasé un dedo por el costado de su cara, era tan suave

-¡al fin!- sentí un susurro desde la puerta en tono de reproche. Ahogué un grito y vi entonces que en la puerta del dormitorio estaba Dev, mi buen y odiado amigo Dev- creo que ya no usaré más la llave del extintor, debería golpear, ¿no crees?- me guiñó un ojo y se dio la media vuelta para ir hacia la cocina. Lentamente yo me fui despegando de la cama intentando no despertar a William, tenía miedo de que lo hiciera y fuera otra vez ese patán que había visto algunas veces.

-¡qué haces aquí!... Dev casi me matas de un susto- lo reproché hablando igual de bajo que él y pasando mis manos por mi cabello le dediqué una sonrisa a mi mejor amigo

-veo que lo han pasado bien...- la voz de Dev era coqueta, parecía de esos que prestan su voz para publicidades porno

-tengo miedo...- ahí estaba la verdad, al fin saliendo de mis labios. No podía mentirle a mi mejor amigo, no cuando era él mismo quien me había ayudado a llevar esta vida sola- ayer fue tan lindo

-Andy –me abrazó y besó mi cabeza- como tu amigo debo decirte que debes pensarlo bien, ve con cuidado en esto...- su voz sonaba ahora con preocupación- pero como tu mejor amigo- remarcó las últimas dos palabras- digo que ¡¡muevas tu culo a la cama y lo hagas gritar tu nombre!!

-¡Dev!

-vine a darte respuestas... pero no es el momento- me soltó y caminó hacia a puerta, dejó la llave sobre la mesa de arrimo al lado de la puerta y se fue sin más.

Dev tenía el afán de dejar a las personas con la duda, sobre todo a mí. Sabía cuánto me desesperaba que no me dijeran las cosas. ¿Qué podía hacer? Dev ya se había ido y yo estaba sola en mi depa con un chico que no podía ser más perfecto. Quizás solo debía aprovechar el momento, era mi turno de jugar también. No había donde perder, si yo no le daba importancia, pase lo que pase iba a estar bien.

Arreglé mi cabello y tomé aire para armarme de valor, caminé a paso firme desde la cocina al dormitorio, me paré justo al lado de la cama donde estaba él y mientras lo miraba me iba acercando un poco más. Luchaba con calmarme en mi interior, "vamos Andy, es un chico, está bueno y es un encanto, un juego... no es nada más que un juego, debes ser capaz de seducirlo, tu puedes nena, tu

-Buen día – su voz fue ronca y profunda, un recién despertado que me había hecho brincar del miedo. No pude evitar y grité muy fuerte haciendo que me enredara con uno de sus zapatos y fuera a dar al suelo.

-¡Por qué me asustaste! – respiraba agitada mientras veía como él se reía y se incorporaba en la cama para ayudar a levantarme

-Lo siento –agregó y tomando mis brazos me levantó con facilidad hasta que caí sentada en la cama a su lado-¿dormiste bien?

Asentí mientras ordenaba mi cabello. De repente recordé a Dev y abrí rápido los ojos mirando los de Will... ¿habrá visto o sentido o escuchado o lo que sea a Dev?- hace cuanto despertaste?

-desde que venías pisando como un elefante... pensé llegaría tu padre o algo así- sonrió de una forma tan exquisita que no pude evitar morder mi labio- hey...- su voz se oscureció un poco y sentí como me tomaba para que ambos nos dejáramos caer en la cama y nos besábamos. Todo era real, lo de anoche había sido real. Sus labios en los míos hacían que perdiera el aire con facilidad, su lengua buscaba más espacio del que había, nuestros besos nos llenaban de calor en el cuerpo, nos hacía sentir vivos.

-buenos días...- susurré entre sus labios y ambos sonreímos. Nos acomodamos en la cama para quedar de frente el uno con el otro- ayer me dormí- murmuré suave ya que mis labios rozaban con los de él sin hacer algún tipo de esfuerzo

-lo sé... ya era tarde- pasó una de sus manos por mi cabello y fue a dar a mi mentón donde lo sujetó- eres hermosa incluso cuando duermes- se acercó tan lento a mis labios que la espera quemaba. Cuando por fin se encontraron el fuego volvió a nacer y mi cabeza se tranquilizó, ya no había mas planes o reproches, solo estaban sus caricias y sus besos. Con una mano me acerqué más a él y jugué con mis dedos en su pecho, mi tacto hizo que su cuerpo se contrajera y soltó mi mentón para bajar sus manos a mi cadera, la apretaba y movía haciendo que no quedara un solo espacio entre nosotros. Con la otra mano rodeé su cuello y justo cuando dejaba de morder mi labio inferior y volvía a llenarme con su boca apreté mi mano en su cabello, no quería que se moviera.

-Andy...- susurró sin apartarse para quedar sobre mi en un solo movimiento, sus brazos eran fuertes y ahora podía ver cómo se marcaban sus músculos y como nuestros besos hacían que el sudor se fuera acumulando en nuestra piel

-Will... -susurré dejando su boca para hacer un camino de besos desde la comisura de los labios, pasando por su oído hasta su cuello. ¿qué estaba haciendo? Ni idea, yo solo me dejaba llevar por el momento, nada ni nadie podía distraerme de estar con William

Lo sentí gemir desde lo profundo, eso me asombró y dejé su cuello. Me quedé inmóvil bajo él manteniendo mis manos unidas a su espalda, hasta que su mirada se conectó con la mía.sé que en mis ojos podía ver la inseguridad, había pasado tanto tiempo, yo no era de aquellas chicas que se divierten así como así. Su movimiento me sacó de mis pensamientos, bajó sus labios hasta mi oído y lo sentí susurrar

-pase lo que pase...- besó mi cuello en forma prolongada y entonces mis inseguridades desaparecieron. Apreté mis dedos en su espalda y arqueé mi espalda como respuesta involuntaria ante su contacto. Nuestras pelvis chocaron, el aire me faltaba y tuve que tomar una gran bocanada de aire para entonces fundirnos en un beso lleno de pasión y necesidad. Nuestras bocas eran una sola, su cuerpo era uno con el mío, su lengua jugaba con la mía y mis labios ya comenzaban a sentir la hinchazón. Una de sus manos recorrió mi muslo, eso me hizo gemir, su boca atrapó mi labio en aquel acto y entonces depositó dos de sus dedos bajo la pretina de mi short de dormir

-¿estás segura? –lo oí decir mientras el tacto de sus dedos quemaba mi cuerpo, de ese lugar salían descargas eléctricas que recorrían mi cuerpo entero. Él me había hecho una pregunta, yo solo debía dar una respuesta para continuar o detenernos. Sus dedos jugaban en la misma dirección de la pretina y cuando recorrieron hasta llegar al centro de mi cuerpo sentí que me iba a desmayar. Bajé mis manos con fuerza por su espalda y comencé a levantar su ropa dejando su torso desnudo, eso debía ser una respuesta.

 Bajé mis manos con fuerza por su espalda y comencé a levantar su ropa dejando su torso desnudo, eso debía ser una respuesta

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Pase lo que pase [DETENIDA]Where stories live. Discover now