El reloj frente a la cama indicaba el paso de los segundos y el paso de las horas, todo parecía ir tan lento y tan rápido a la vez que con cada sonido del segundero avanzando parecía ser una eternidad sin poder compartir con la mujer de mis sueños, la madre de mi hijo... mi hijo.
La gente iba y venía de la habitación, mi hermano, algunos colegas del trabajo que se habían enterado de la situación y habían decidido ignorar el hecho de que era evidente la relación que mantenía con una alumna. Se los agradecía, estaba realmente agradecido de su gesto, de su apoyo y su constante preocupación respecto a lo que sucedía... pero nada podía salir de mi cabeza, quería pedirles que me dejaran solo y mi boca no se movía. La madre de Andy se había pasado todo el día en el hospital, me obligaba a comer, a distraerme e incluso a dejar de pensar.
"Ya no te tortures más, hijo... desde acá no podemos hacer nada", "Will, debes cuidarte por ellos", "No puedo dejar que el padre de mi nieto sea un idiota, come Will"
Tantas frases a lo largo del día que no lograban hacer otra cosa que torturarme una y otra y otra vez. mi hijo, mi hijo, mi hijo y la madre de mi hijo, mi Andy. ¿Dónde están? cómo pudo pasar algo sin que lo notara, cómo puedo saber dónde están. El reloj sonó para indicar que una nueva hora había pasado, eran las 20 horas y las visitas terminaban en ese momento.
- William, hijo...- la voz de Andy me sobresaltó provocando que abandonara mi estado de reflexión y centrara mis ojos en el rostro del cual provenía el sonido. La decepción era evidente, la mamá de Andy seguía luchando por sacarme una palabra que parecía nunca querer ser dicha.- dime algo, Will... los médicos están comenzando a preocuparse por tu estado y no te dejarán salir- pasó una avejentada mano por mi cabello, sentí el calor de su tacto en mi parte superior y cerré los ojos quise sentir lo mismo que me provocaban las caricias de Andrea, pero no. era simplemente una caricia vacía de la persona equivocada.
-Señora, lamento interrumpirla pero el horario de visitas ya acabó- una amable enfermera con voz dulce estaba procediendo a retirar a los familiares que acompañaban a los internos del hospital. su rostro era triste, sentía lastima por lo que veía en mi, por lo que sabía de mi caso y lo que seguramente inventaba por su parte- ¿aún no habla?- murmuró en un tono suave, muy suave desde la puerta de la habitación.
-No...- negó la interpelada con un deje de amargura en su voz y deteniendo las caricias por unos segundos.
Quise decirles "estoy aquí, los escucho" pero parecía imposible enviar aquella orden a mi lengua para que procediera a formar algún sonido. quise saber si tenían novedades respecto a la investigación y cuánto maldito tiempo me quedaba por estar encarcelado sin buscar a Andrea... ella me necesitaba.
-Hablaré con el doctor- murmuró disculpándose antes de retirarse de la habitación dejando la sala en completo silencio
- Will...- comenzó nuevamente la mamá de Andy pero fue interrumpida por la puerta que se abrió de manera brusca. Sólo había una persona ( o dos) capaz de interrumpir la tranquilidad de un hospital con su actitud
-Baker, más vale y abras la boca, puede que nuest...- dejó de hablar en cuanto notó que la habitación no se encontraba de la forma en que él quería. sólo con el enfermo- ¿y usted quién es? dio tres pasos al frente para interponerse ante la mujer y sacarla de ahí lo antes posible
-La señora Weiss, mamá de
- Oh...- agregó Travis alzando las cejas lo más alto que pudo antes de comenzar un divertido juego con su boca en donde se abría y se cerraba sin tener algo claro que decir o expresar, no sabía qué hacer en frente de dicha persona.
- He de suponer que usted es el hermano de Will, el parecido es innegable- murmuró acercándose lentamente hacia la cama y tomando la mano que se encontraba ligada a una manguera dejó un suave beso a modo de despedida- vuelve con nosotros Will, te necesitamos- ignoró el hecho de que Trav estuviera de pie sin entender cómo ella había sido capaz de ignorarlo y responderle de aquella forma.
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Luego de que el doctor llegara, la mamá de Andy se fuera y seguridad sacara a Trav de la habitación, la hora de la verdad había llegado. el doctor intentó hablar conmigo, traerme de regreso al mundo apelando a mi conciencia, pero nada parecía captar mi atención, si no se trataba de mi hijo o la madre de mi hijo, no era capaz de hacer nada
-Este es el último intento, William ¿quieres hablar?- su rostro parecía agotado, enfurecido por lo que a su juicio era una simple pataleta de niño mal criado, su voz era lejana pero certera, podía escucharlo y responder a su pregunta con facilidad, pero mis labios se mantenían sellados- llama al equipo de neurología- comunicó a uno de los enfermeros que se encontraban a su lado y repasando por quinta vez los signos vitales se dispuso a anotar en la ficha los datos.
-Doctor, el neurólogo a cargo no llega hasta las ocho del día entrante- comunicó el mismo enfermero que había sido encomendado a buscar al equipo, tendría que recordar agradecerle luego que me dejaran en paz de una vez por todas- Doctor, hay un hombre afuera que necesita hablar con el paciente... -dudó un segundo antes de continuar- o si no jura hacernos la vida imposible
- ¿qué clase de sujeto diría eso?...- pensó unos segundo y bufó soltando todo el aire que había contenido sin saber- sin duda es el otro Baker. controla sus signos y ve si responde, lo llevaremos a psiquiatría.
el recuerdo de la luz colándose por la ventana y el cálido cuerpo de Andy abrazado a mi espalda me tenían absorto de lo que ocurría, su tacto y su aroma eran tan real que no podía distinguir cuál de las dos situaciones era la verdadera, o quizás estaba muriendo y debía decidir dónde quedarme... sin duda iba a estar junto a mi chica.
La habitación se abrió de golpe provocando que captara mi atención y sentí cómo varios pasos se acercaban a la cama, nadie hablaba, nadie me tocaba. sólo habían muchos ojos puestos en mi ¿debía mirarlos? no quería apartarme de ella, no podía perderla también ahí. Un golpe estridente resonó en la habitación y mi rostro ardió como nunca, en seguida se desató una discusión que provocaba que la imagen de mi Andy se volviera menos nítida y más turbia.
no, cállense. no me alejen de ella
otro golpe se sintió y mi rostro dio la vuelta provocando que perdiera la imagen de esos bellos ojos café y la sonrisa que me volvía loco cada mañana al despertar. todo se volvió negro y lentamente la realidad de la habitación de hospital comenzó a aparecer sin vergüenza alguna. El doctor reteniendo a mi hermano junto a un enfermero quien luchaba por lo que parecía pedir ayuda, los sonidos comenzaron a aparecer lentamente, un ir y venir de zapatos, gritos, forcejeo e intentos de golpes
- ¡William! ¡No seas un idiota, LA ENCONTRÉ!- aquel grito proveniente del Baker contrario captó mi atención y provocó que mi vista se fijara en él con rapidez, la había encontrado, me había ayudado y había cumplido su promesa- Es... Es Vero-o ¡Sueltame!- la lucha de Trav por librarse de quienes lo retenían impedían que pudiera hablar con claridad. yo necesitaba escuchar lo que pasaba, necesitaba comprobar que era cierto
-Déjenlo- murmuré una primera vez tan despacio que ni siquiera yo fui capaz de oirme, pero lo repetí utilizando todas mis fuerzas y sintiendo como mi pecho se destapaba y el sonido inundaba mis oídos trayéndome por completo de regreso a la vida misma- Déjenlo, por favor déjenlo
-¡Ya lo oyeron, funcionó!- se deshizo de la contención y se acercó con largas zancadas a la cama, me tomó por los hombros y me remeció con histeria- es verónica, ella la tiene. Quiere un trato... se contactó conmigo.
-sácame de aquí- fue lo único que pude murmurar al entender que la única persona posible de hacer algo como ello era su padre, su hermano... o su esposa. No tenía dudas de que Victoria podía ser la responsable de lo que estaba ocurriendo y necesitaba ir por su familia- sácame de aquí ahora mismo, ¡Sáquenme de aquí!
- Señor Baker, abandone la habitación. necesitamos comprobar su estado, no se irá de aquí sin un alta médica- el doctor, irritado, enfadado y fastidiado por la situación que tenía que vivir cada vez que ingresaba a la habitación 176 donde se quedaba William Baker, despachó al joven de terno con ayuda de tres guardias mientras comprobaba no ser el responsable del próximo infarto.
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Pase lo que pase [DETENIDA]
Romance[Sujeto a edición constante] Andy Weiss es una estudiante de lengua de 22 años que vive la vida siguiendo el curso que esta deba tomar. Es lista, muy guapa, olvidadiza y poco aventurera, gracias a esto último nunca fue una chica popular. William B...