Me tomé mi tiempo para dejar sentir su piel bajo las yemas de mis dedos, cada espacio que tocaba iba haciendo que me perdiera en un fuego que terminarÃa en llamarada, podÃa sentirlo. Una vez quité la prenda Will se deshizo de ella tirándola con fiereza por sobre nuestras cabezas dejándola estampada en algún lugar del dormitorio. Lo sentà gruñir en mi cuello y luego besar con demasiada intensidad mi cuello, sentà que el aire se me iba de la boca.
- Will...- jadeé posando mis labios en su hombro, sintiendo como mi aliento rebotaba en su piel erizándola
Al escuchar su nombre buscó mi boca y lentamente fue besando mis labios, en el beso habÃa un dejo de pasión y efusividad, cada golpe que daban sus labios eran respondidos por mis deseos. No podÃamos dar marcha atrás aun que recién estaba comenzando, estábamos conectados
- Andy...- su voz se escuchaba ronca y profunda-
Nunca la habÃa escuchado asÃ, me hizo estremecer y sentà como una especie de electricidad subÃa desde mi espalda baja hasta el cuello y luego me rodeaba alcanzando mi pelvis y mis pechos. QuerÃa ser de él en ese momento y sabÃa que no necesitaba hablar para hacérselo saber. Decidida bajé con mis dedos trazando figuras amorfas sobre sus brazos, llegué hasta una de sus manos y la tomé, como un imán su mano me siguió sin protestar, expectante de lo que podÃa ocurrir. La llevé a mis labios y dejando un húmedo y deseoso beso en la yema de sus dedos seguà descendiendo lentamente por mi cuello. El contacto de sus dedos en mi cuerpo era tan intenso como su mirada, me envolvÃa en una realidad alterna donde sólo estábamos él y yo.
- Andy- su voz se endureció al igual que su tacto. Enlazó nuestros dedos con fuerza y mientras respiraba pesadamente sobre mi cuello tomó el control.
Manteniendo nuestros dedos enlazados siguió bajando con sus dedos, mis ojos estaban cerrados y apostaba que los de él también. Comenzó a bajar por mi pecho dejándole la misión a un único dedo que me hacÃa respirar entrecortado. Desvió su dedo en dirección a uno de mis pechos, dejé de respirar y me quedé quieta mordiendo mi labio
-mierda- lo oà maldecir justo cuando sentÃa que mi suéter, con el que habÃa dormido, no estiraba más y le impedÃa seguir el trayecto con sus dedos.
Intenté ahogar una risa pero era imposible que no lo notara, mi cuerpo se movÃa arriba y abajo dejándome al descubierto. William se levantó un poco y me miró buscando mis ojos
-¿te estás riendo de mÃ?- sus manos se perdieron en mi estómago haciéndome cosquillas, no podÃa dejar de reÃr, mi cuerpo se contorsionaba y movÃa de un lado a otro mientras sus manos se apoderaban de mi cuerpo.
A medida que me movÃa Will iba subiendo mi ropa, cuando tuve mi estomago libre de la tela, dejó de hacerme cosquillas y se acomodó para poder besar mi estómago. GemÃ, podÃa sentir su lengua contra mi piel y eso me hacÃa arquear mi cuerpo involuntariamente. Retiró la tela y se tomó el tiempo de observar, sus ojos cambiaron y volvieron a tener esa intensidad con la que todo esto habÃa comenzado, mordà mi labio, me encantaba su piel, sus ojos, su voz
-eres hermosa- agregó y entonces volvió a tirar con fuerzas la ropa por otro lado de la habitación, volvió en seguida a mi cuerpo y nos envolvimos en un intenso beso que nos hacÃa jadear en busca de aire a cada instante, una de sus manos se entrelazó en mi cabello mientras la otra me recorrÃa una y otra vez la piel desnuda.
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Pase lo que pase [DETENIDA]
Romance[Sujeto a edición constante] Andy Weiss es una estudiante de lengua de 22 años que vive la vida siguiendo el curso que esta deba tomar. Es lista, muy guapa, olvidadiza y poco aventurera, gracias a esto último nunca fue una chica popular. William B...